Haitianos a la carga
La explosiva inmigración de los haitianos a Chile se nota en el Mercado Lo Valledor, donde son el grupo extranjero más predominante. Apodado por los caribeños como “La Universidad”, porque trabajando ahí aprenden español y conocen la cultura chilena, Lo Valledor es una parada común para quienes provienen de la ex colonia francesa.
Texto y fotos por Sebastián Varela Nahmías
5.30 hrs de la mañana y las calles de Santiago permanecen vacías. La ciudad está recién despertando y todavía el cielo está oscuro. Sin embargo, en La Central de Abastecimientos Lo Valledor, se vive el momento más intenso de la jornada. Mientras en Puerto Príncipe, capital de Haití se prevé una jornada que alcanzará los 34ºC, en Santiago de Chile el termómetro bordea los 7ºC.
Abrigados con gorros y guantes antes de que salga el sol, los haitianos -el grupo de inmigrantes con mayor presencia en el Mercado Mayorista Lo Valledor-, trabajan a toda máquina descargando hortalizas y verduras desde los camiones provenientes del valle central.
Los inmigrantes apodan al recinto como “La Universidad”, ya que gracias a la dinámica que se genera en la feria mayorista aprenden español y conocen la cultura chilena, además de ganar dinero y obtener sus primeros papeles para postular una visa de trabajo, según cuentan en la administración del lugar.
La administración no cuenta con un catastro respecto al número de haitianos que se desempeña en el recinto de Pedro Aguirre Cerda, pero reconocen el aporte de este grupo de inmigrantes. “Si están aquí es porque satisfacen una necesidad propia y del mismo Mercado. No tenemos motivo alguno para impedir que trabajen honestamente en algún local”, dice Marcelo Araya, administrativo de Lo Valledor, refiriéndose a quienes no cuentan con visa de trabajo y permanecen ilegales.
Para el jefe del Departamento de Extranjería e Inmigración, Rodrigo Sandoval, los haitianos poseen gran potencial laboral y alta disposición para adecuarse fácilmente al idioma y a las costumbres del país, además de una honestidad y ética en el trabajo impresionante, características que los han llevado a ser valorados por sus compañeros y empleadores.
“El haitiano que llega a Chile es un individuo de clase media. Quienes tienen más recursos optan por migrar a Canadá, EE.UU. y Francia, mientras que aquel con educación básica, cruza la frontera y se establece en Dominicana”, señala Miguel Yaksic, director nacional del Servicio Jesuita a Migrantes. El sacerdote afirma que el haitiano tipo que viene a probar suerte a Chile es aquel más capacitado y con escolaridad completa, no aquel más pobre y excluido. “Ese no emigra, porque no tiene los medios”, dice.
Sobre el autor: Sebastián Varela Nahmías es estudiante de Periodismo e hizo este artículo como colaborador de Km Cero.