“Justo en el medio”

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3 min readOct 20, 2022

Juan José Garmendia, 24 años, Bombero de la Quinta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago, recuerda cómo fue apagar las llamas que consumieron el local de Fashion’s Park el 28 de octubre de 2019. Situado entre manifestantes y Carabineros, desde ahí, dice, vio algo impresionante.

En rosado, Juan José Garmendia

Por Matías Jeanneret @matiasjeann

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“Llevábamos 10 días acuartelados, con bomberos que tenían entre 18 y 60 años. Los turnos eran día y noche. El ambiente estaba colapsado. Todos los días veíamos enfrentamientos entre Carabineros y encapuchados afuera del cuartel, en Nataniel Cox. El olor a lacrimógena por las tardes ya era habitual. Estábamos preocupados de que nos saquearan la compañía o le hicieran daño a los equipos. En este contexto, recibíamos entre diez y quince llamadas diarias, hasta diecisiete. En un día normal, recibimos dos o tres. Eran días de mucho cansancio. El 28 de octubre de 2019, en uno de los escasos minutos de receso, vimos por la tele del salón principal que se estaba quemando el Fashion’s Park de Santa Rosa con la Alameda. Supimos que teníamos que prepararnos para ser los primeros en llegar al lugar. Sonó la llamada de la central, nos subimos a los carros y salimos de prisa. Llegamos por la Alameda a eso de las dos de la tarde. Se limitó el perímetro, se instalaron los carros y las mangueras. Se dividieron tareas y empezamos a actuar.

El incendio era gigante, de los más grandes que me ha tocado asistir en Santiago. Consumía la estructura del edificio por todos lados, incluso alcanzando locales cercanos. Fue todo muy complicado por las condiciones y temperaturas que habían. Además, todo lo que se quemaba era ropa, la que actuaba como combustible para el incendio.

Durante la tarde estuvimos constantemente reposicionando las máquinas y ocupándonos de apagar el incendio. Sin embargo, lo más complejo fue intentar cumplir con nuestra labor mientras, de un lado, nos llegaban piedras y, del otro, lacrimógenas y perdigones. Estábamos en medio de enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros. A mí me tocó subirme a la escalera mecánica de uno de los camiones, estar arriba manejando y tirando agua. Desde ahí lo que yo veía era impresionante. Yo creo que si hay algo que al momento de morirme me voy a acordar, será lo que estaba viendo en ese minuto. Había alrededor de 5 mil personas en una batalla contra Carabineros. Veía cómo volaban lacrimógenas y cómo una molotov le cayó en el parachoques a la bomba. Veía cómo tiraban fuegos artificiales apuntando hacia adelante, hacia los Carabineros. Yo estaba entrenado y acostumbrado a incendios de esa magnitud, pero no en un contexto tan arriesgado. Normalmente los manifestantes respetan a bomberos, incluso corren sus barricadas para dar paso a nuestros camiones. Pero esta vez, unas dos o tres veces uno, entre la multitud, nos tiraba piedras, aunque no era común. Ese día tuvimos la mala suerte de que estábamos justo en el medio”.

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Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl