Las horas en disputa: La revolución del tiempo en el actual mercado laboral

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8 min readApr 11, 2023

El proyecto de ley que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales, fue aprobado hoy en la Cámara Baja, en su tercer, y último, trámite constitucional. Mientras algunos aplauden poder dedicar más tiempo al descanso u otras actividades, y otros dudan sobre sus consecuencias en el mercado laboral, hay quienes ya implementaron voluntariamente esta modalidad en las empresas.

Por: José Arriagada M. @_jose.tomas_

⏰Tiempo estimado de lectura: 8 minutos

Constanza Martínez (28) se levanta a las ocho de la mañana para abrir sus cortinas. Por la ventana ve una Barcelona otoñal y sabe que le espera una larga jornada. Pero no está de vacaciones.

Es chilena, psicóloga de profesión, y llegó hace menos de una semana a España para visitar amistades. Después de ducharse, se hace huevos a la paila y lo acompaña con jugo de naranja. Ya en el escritorio programa correos para el horario de Chile y avanza en pendientes hasta las 11AM de España.

Desde mediados de 2022, Martínez ejerce su carrera en “FirstJob” (FJ), una empresa chilena que nació en 2012 como un portal de trabajo que conecta grandes empresas con un público objetivo: practicantes y jóvenes profesionales sin experiencia laboral previa.

En junio del año pasado, FJ recibió el “sello 40 horas” entregado por el Gobierno como reconocimiento a empresas que cuenten con una jornada laboral menor a las 45 horas que rigen actualmente.

Según cifras entregadas por el Ministerio del Trabajo, hasta enero de este año, son 421 las que han recibido el “sello 40 horas”, que van desde empresas grandes como H&M Chile y Banco Estado hasta pymes como “Dando la Hora” (venta de relojes online).

El proyecto de ley avanza cada vez más: a mediados de este mes se aprobó de manera unánime en el Senado, pasando a su tercer trámite constitucional, y hoy la aprobó la Cámara Baja, lo que conlleva a que las 40 horas laborales en Chile sean una realidad.

En FirstJob la jornada semanal es de 38,5 horas. Su modalidad online -la que no pretenden dejar- le permite a la joven psicóloga trabajar en cualquier lugar del mundo; a los seis meses ya puede tomarse vacaciones y reducir a cuatro días su semana laboral.

Antes de entrar a trabajar en FJ, Martínez trabajó en dos multinacionales, pero renunció porque sentía que su trabajo, junto a la toma de decisiones, no se veía reflejado como ella lo esperaba. Antes su rol como psicóloga “no fue tan bien remunerado y se trabajaba harto […] pero si hoy tuviera que decir cuál es la principal diferencia […] es que pasas […] a (tener) beneficios que son no monetarios, como la flexibilidad y la oportunidad de poder levantar un poco más la mano”, dice la colaboradora.

Pero no todo es tan fácil: En España, por reloj, son 5 horas más que en Chile. Martínez dice que su horario de trabajo es intenso: “ese rato que tengo con el horario de Chile estoy súper conectada, súper atenta, de reunión en reunión. Cada segundo, cada minuto que estoy en horario chileno vale, y tengo que hacerlo rendir al máximo”.

¿Qué esperan los jóvenes de un trabajo? ¿Cuál es su percepción del ocio y el tiempo, a la par que se discute un proyecto de ley que pone énfasis en eso?

“El joven profesional que está entrando quiere rapidez, quiere aprender […] está buscando que haya hitos de movilidad […] porque tiene que ver con reconocimiento”, dice la psicóloga.

Natalia Bernal, economista y docente de la Universidad de Chile, coincide: “las generaciones jóvenes están menos comprometidas (con su estadía en un puesto laboral) […] porque en realidad lo que ellos quieren es viajar, desarrollarse de manera espiritual”. Y agrega: “La política organizacional de las empresas también tiene que cambiar de switch. Yo (como empresa) tengo que adecuarme a los tiempos y a las nuevas personas, las nuevas características que tienen estas generaciones”.

Según los resultados de la encuesta Cadem “Jóvenes y el trabajo” publicados en 2022 se concluye que dentro de la muestra “los jóvenes muestran mayor rotación” y un “bajo compromiso con su actual trabajo”.

Bernal agrega: “El segmento 25–34 años lidera en la cantidad de trabajos que han tenido en los últimos 5 años sobrepasando a los demás segmentos […] reconociendo además el 55% de ellos que ha pensado en cambiarse de trabajo en los últimos 6 meses”.

A las 3 PM, tras visitar la Basílica de la Sagrada Familia y almorzar un sándwich con café helado, Constanza se encuentra en una sucursal de WeWork: Espacio para trabajar que cuenta con más de 700 ubicaciones en el mundo. En Chile, FirstJob le otorga a todos sus empleados credenciales para asistir a estos espacios cuando deseen trabajar fuera de sus casas (hay 5 sucursales a nivel nacional, todas en la región metropolitana).

Le esperan tres reuniones en el día. Una de ellas es sobre “novedades del mes”, donde recapitula las últimas semanas con gran parte de sus colegas. Como psicóloga en FirstJob asiste de inicio a fin a los trabajadores y monitorea que tengan la mejor experiencia en la empresa desde el primer contacto e incluso hasta que abandonen sus labores.

Pese a la flexibilidad laboral que Martínez goza, sus jornadas son absorbentes: “la procrastinación no puede existir, tienes que ser súper eficiente y eso igual requiere conocerte, entender cómo trabajas”, dice.

La reducción de horas laborales en tensión

Según datos de 2021 presentados por la OCDE, el 70% de los países integrantes ya han establecido un límite de 40 horas semanales o menos.

La discusión sobre el caso chileno ya suma más de cinco años: comenzó en 2017 cuando la entonces diputada y actual ministra Vocera de Gobierno, Camila Vallejo, presentó el proyecto junto a su par Karol Cariola (PC). Después en 2019 fue aprobado por la Cámara Baja y pasó al Senado, donde no hubo avances hasta agosto de 2022, cuando el presidente Gabriel Boric reactivó la discusión del proyecto.

Desde que FirstJob implementó la reducción horaria semanal, Mario Mora, su CEO y fundador, cuenta que “hemos crecido desde que implementamos esto. […] Y lo otro es que sirve para atraer talentos […] hemos podido crecer al nivel de generar más contrataciones, porque la empresa también ha crecido en número de clientes”, dice el ingeniero comercial.

En 2014, FJ buscó expandirse, fueron evolucionando y hoy ya trabajan con más de 1.300 firmas en 16 países. Su equipo se compone de 65 personas que están en 5 naciones. La mayoría en Chile, y otra gran parte divida entre Perú, Bolivia, Colombia, México y Brasil.

Mario Mora cuenta que en 2017 hicieron la reducción de horas laborales. “Lo que nos motivó fue tratar de mover el mercado. O sea, empujar a que otras personas se pudieran sumar […] y desde enero de 2021, nos sumamos a una tendencia internacional que era la posibilidad de trabajar 4 días a la semana, y fuimos la primera empresa en Latinoamérica en anunciarlo y en implementarlo”, dice el fundador. En la región, se fueron sumando casos como la empresa británica Unilever en su sede de Argentina.

Pero no es la realidad de todas las empresas ni pymes que podrán verse impactadas, por la aprobación del proyecto “40 horas”, que será promulgada antes del 1 de mayo.

La economista Natalia Bernal no está segura de que sea un incentivo el hecho de que otros lo hagan como para no quedar fuera. “Por un tema de cultura y […] también (porque) hay un grupo de empresas que esto le significa un costo económico súper importante. A veces no lo hacen porque no pueden”, dice.

Ese es el gran debate que ha surgido a propósito de quitarle horas a la jornada laboral.

“Pequeñas y medianas empresas más afectadas”

Si bien Natalia Bernal cree que “todo lo que tiene que ver con respecto de mejoras en la calidad de vida de los trabajadores siempre es bueno” aclara que “toda medida económica tiene una consecuencia directa y muchas indirectas”.

En concreto, la economista considera que las empresas pequeñas y medianas van a ser las más afectadas “porque les estás acortando la cantidad de horas que ellas puedan realizar sus faenas, sin embargo, las estás obligando a pagarle lo mismo a los trabajadores”.

Bernal lo proyecta con un ejemplo: “Un emprendedor que tiene a su cargo 3 a 4 personas, y que saca su trabajo a duras penas durante la semana, le vas a decir, ‘te voy a reducir 5 horas laborales semanalmente y vas a tener que seguir pagándole lo mismo a los trabajadores, pero tú vas a vender menos’.

A lo que agrega: “Porque si yo fabrico zapatos, en 40 horas no hago lo mismo que en 45 horas. Entonces mis ingresos van a disminuir, ¿y de dónde le pago yo al trabajador? De mis ingresos. Pero me están diciendo que yo no le puedo pagar menos a los trabajadores. Entonces ¿de dónde saco yo esa plata?”.

Entre las indicaciones del proyecto de ley “40 horas” se plantean beneficios para las pymes, como poder optar un mayor puntaje a la hora de postular a subsidios Corfo y Sence, donde pueden recibir desde inyecciones de recursos para empoderar sus emprendimientos y capacitaciones para trabajadores jóvenes, hasta beneficios monetarios a empleadores que contraten mujeres para así incentivar la empleabilidad femenina.

“Yo creo que la gradualidad dentro de esto es muy importante. Y eso es un punto a favor del proyecto, que no lo hace de un día para otro”, agrega Bernal. Lo que se condice con la gradualidad propuesta por el Gobierno: la reducción será de 45 a 44 horas al primer año, a 42 horas al tercer año y a 40 al quinto año.

Constanza Martínez cree que la reducción de horas laborales en FirstJob “ha funcionado porque todos tenemos claridad de qué es lo que esperan de nuestro rol. […] No puedes tener una política de teletrabajo, o de menos horas, si la gente no está comprometida con hacer su pega al mil por ciento. Al final es confianza y comunicación”, dice la psicóloga.

En otra arista, Andrés Biehl, Doctor en Sociología por la Universidad de Oxford que ha realizado investigaciones sobre mercados laborales, percibe que las 40 horas están en condiciones de traer aspectos positivos: “pero ojo que puede haber un efecto no planificado en ese sentido, que por limitar las horas formales de trabajo, se genere más ansiedad y que la gente no pueda dejar de pensar en el trabajo y tenga que usar las horas muy productivamente”, sostiene el investigador.

Eso es algo que aproblema a Martínez: “La mayor dificultad es no […] auto exigirse a más. […] Antes cuando tenías más horas, podías darte quizás más vueltas, ir a tomar más café. Conversar más con tu compañera en una videollamada y cosas así, pero cuando tienes un día un poco más acotado, tienes que ser súper funcional”.

La psicóloga de FirstJob termina su jornada de labores y reuniones a las 9:30 PM de Barcelona. Cierra su computador tibio después de tanto uso y las teclas descansan por hoy. Las amigas con las que se está quedando allá tienen un aperitivo listo. Solo falta que Constanza se sirva su helada copa de sangría.

Mañana le espera otra jornada laboral. Pero virtual y desde otro continente.

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Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl