“Partir por casa”: el aumento de los jardines sustentables en los hogares
La crisis hídrica que enfrenta el país ha incentivado que las municipalidades del sector oriente adopten un paisajismo sustentable para reducir el consumo de agua. Estas prácticas se están replicando cada vez más en los hogares. Aunque siguen siendo pocos los que aplican las técnicas, el desafío es lograr su expansión.
Por Pilar Gutiérrez (@piligutierrez_)
Edición por Josefina Arntz (@josefinarntz)
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Verde, rojo, amarillo, lila. El volumen y variedad de plantas que tiene el antejardín de la casa donde vive Ricardo Peña (50) es algo que no pasa desapercibido en el barrio –cercano a Plaza Dinamarca, en Providencia–. En más de una ocasión los vecinos se detienen a mirar y preguntar por las plantas que tiene en la entrada. A simple vista, muchos no pensarían que ese jardín colorido se riega solo una vez por semana. Mirando hacia la calle, entre la gran variedad de especies, una pizarra dice: “Diseño jardín, Instagram: @operacionjardinchile”.
“Jardinero de corazón, paisajista en formación”. Así se describe Ricardo Peña en el Instagram de su proyecto, Operación Jardín, donde difunde conocimientos sobre plantas y sus cuidados. Tiene 9.826 seguidores, y empezó a publicar su trabajo en agosto del 2018.
Oriundo de Concepción, Ricardo estudió comercio exterior, pero su verdadera pasión siempre fueron las plantas. Desde chico lee sobre el tema, su mamá tenía un quiosco de revistas y siempre le guardaba las ediciones de jardinería. En 2005 decidió renunciar a su trabajo, donde ejerció de traje y corbata su carrera de comercio exterior, para dedicarse a ser jardinero, y en 2011 se mudó a Santiago. Fue aquí donde decidió orientarse a la sustentabilidad, cuando se dio cuenta que muchos jardines de la ciudad no se adaptaban a las condiciones climáticas de la zona y requerían demasiado riego.
“Por cada metro cuadrado (de pasto) se ocupan 10 litros de agua. Para una persona que tiene 30 metros cuadrados, serían 300 litros de agua diarios. Uno sustentable se debería regar, en cambio, al menos una vez por semana. Entonces, esos 300 litros que gastaste a diario, podrían usarse solamente una vez a la semana”, dice Peña.
La crisis hídrica que vive Chile hace 13 años ha obligado al Gobierno a tomar medidas como el Plan Sequía, el cual busca responder a la emergencia y asegurar el acceso al agua para todas las personas. Según la Dirección Meteorológica de Chile, en 2021 la precipitación en el país alcanzó un déficit de 43% en promedio, convirtiéndose en el segundo año más seco desde 1961. Comunas como Providencia, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea están adoptando prácticas de paisajismo sustentable a nivel municipal, cambiando el pasto de las rotondas y bandejones centrales por especies de bajo requerimiento hídrico.
Hace unos días, en el día Mundial del Agua, la Municipalidad de Vitacura inauguró en el Parque Bicentenario tres jardines educativos con especies de bajo consumo hídrico, que ahorran un 69% de agua. “Es clave el compromiso de nuestros vecinos para hacer cambios significativos, porque ellos representan el 72% del consumo de agua potable de la comuna”, explicó la alcaldesa, Camila Merino.
Quienes trabajan en este rubro de la jardinería ven que hay más interés por aplicar la sostenibilidad en los jardines de las casas, y que existen iniciativas municipales que promueven su implementación. El 17 de noviembre pasado finalizó el segundo concurso “Saca tu pasto”, de la Municipalidad de Vitacura, que premia a los jardines sustentables de la comuna. En 2021 ganaron el primer lugar las hermanas Isabel (60) y María Paz Ovalle (53), creadoras del emprendimiento Ovalle Paisajismo, y el 2022 ganó una de sus clientas. Ellas llevan 25 años dedicándose a la jardinería, pero recién hace cuatro años hicieron un vuelco hacia la sustentabilidad. “Un montón de plantas que usábamos en la zona central dejaron de funcionar bien (por ejemplo abedules, camelias, coihue, y los coníferos). Ahí dijimos: ‘a esto hay que darle un giro’. El planeta necesita bajar el consumo de agua y nosotras, desde nuestra perspectiva, tenemos que ayudar”, cuenta María Paz Ovalle.
Peña, junto a un grupo de paisajistas que incluye a Constanza Elster, las hermanas Isabel y María Paz Ovalle, y los hermanos María Jesús y Sebastián Vial, está revolucionando los jardines sustentables, que como él mismo dice, son “aquellos donde la naturaleza manda, no el hombre. Tienes que elegir plantas que se adapten a la zona donde estás viviendo. Es también un jardín donde puedes utilizar residuos orgánicos a través del compostaje y ocupar de mejor forma el requerimiento hídrico”.
Constanza Elster (32) estudió paisajismo en el Inacap, pero su carrera dio un giro cuando viajó por trabajo en 2014 a Colorado, Estados Unidos. Allá descubrió los supermercados sustentables, aprendió sobre el manejo holístico de animales, y su mentalidad cambió al ver prácticas en las que Chile todavía estaba atrasado en comparación a ese país. “Me di cuenta que no sabía nada. (…) Desaprendí muchas cosas que me enseñaron, y aprendí cosas nuevas para poder implementarlas acá”, cuenta Elster. Así se inició en el paisajismo sustentable.
Para ella, un jardín sustentable no utiliza químicos y crea una mayor biodiversidad que ayuda a la polinización de las plantas. En vez de utilizar pesticidas, las malezas se quitan de forma manual mediante la observación, proceso que según Elster no es tan complejo como parece. Además, al incluir una mayor diversidad de plantas que se ajusten a las condiciones climáticas del sector, llegan más polinizadores, lo que no es solo atractivo a la vista, sino que beneficia y fomenta la vida de estas especies, manteniendo el ecosistema en equilibrio.
En noviembre de 2022, Elster abrió un local de su emprendimiento, Planta Vida, la primera tienda a granel de insumos de jardinería y piscina en Chile, ubicada en el Centro Comercial Santa María, en Vitacura. Planta Vida incorpora la sustentabilidad en los productos que vende y en cómo los vende, ya que uno compra solo la cantidad necesaria. Además, ofrecen asesorías y mantenimiento de jardines. “Veo el interés genuino de la gente por aprender, por hacer cambios que no son difíciles, no cuestan tanta plata, y que sí hacen la diferencia”, dice Elster. Ella precisa que hay hábitos con un enfoque sustentable que pueden realizarse por menos de $30.000, como por ejemplo, cambiar los productos para fertilizar, fumigar, optar por otros sustratos y semillas.
El boom de los jardines sustentables y sus beneficios
El paisajismo sustentable sigue siendo una opción de pocos. Principalmente porque todavía existen muchos mitos respecto a estos jardines: que son secos, no son verdes, y que son difíciles de implementar. El gran desafío es educar y capacitar a la población para que esta práctica se extienda de forma generalizada. Quienes trabajan en el rubro se mantienen optimistas.
“Hay un interés real en mucha gente de hacer cambios, eso a mí me motiva”, expresa Elster.
Además de la crisis hídrica, un factor determinante en el alza de los jardines sustentables fue la pandemia. “En el encierro se creó un boom del interés de las plantas de interior, de tener tu propio huerto y cuidarlo (…). Ese interés partió de la planta de interior, pero se extrapola también a las prácticas de jardín”, dice Elster.
Como pasaban todo el día en casa, la gente quiso renovar sus jardines. Pero, además, muchos se interesaron en aprender sobre plantas como pasatiempo. Peña empezó a dar clases online de jardinería sustentable en ese momento, las cuales sigue dictando hasta hoy.
Así, muchas personas empezaron a aprender sobre los beneficios del jardín sustentable, ya que el cuidado del agua no es el único. La cofundadora de Ovalle Paisajismo, María Paz Ovalle, explica que estos jardines generan un bienestar psicológico: “Cuando tienes un volumen de plantas amplio, con diversidad de especies, no sólo genera algo visual, sino que aparece la abeja, el pájaro. Esta biodiversidad es benéfica para los animales y para los humanos también. Es más grato sentarte en tu espacio y ver volar las mariposas, es bienestar para cualquier persona”.
Estos jardines además ayudan a la conservación de especies. Así lo explica María Jesús Vial (31), arquitecta en paisaje. Junto con su hermano, Sebastián (30), son Habitar Paisaje, y hacen jardines enfocados en la sustentabilidad y el cuidado de especies nativas, como la malva de cerro, las gramíneas, romerillo y fulel. “(Las especies) van perdiendo su hábitat, ya sea por la urbanización, por efectos antrópicos, y también por la sequía, pero al incorporarlas en los jardines podemos ayudar a conservarlas”, explica María Jesús.
Para ellos, el menor gasto hídrico también es algo positivo. De hecho, tienen un jardín de prueba para ver cuánto aguantan las plantas sin riego y así poder potenciar aún más el ahorro de agua. Siempre les recomiendan a sus clientes hacer este tipo de ensayos.
Ricardo Peña no solo tiene un jardín de bajo requerimiento hídrico, sino que también utiliza aguas grises, es decir, reutiliza el agua que proviene del uso doméstico. En este caso, él riega con la que proviene de la lavadora. Peña sostiene que, “si las personas utilizan el ingenio, el ahorro puede ser mayor”.
Al reducir las especies que consumen mucha agua, como el pasto, y además complementarlo con un riego consciente, el ahorro hídrico es significativo: regando el jardín en horas de menor calor ya hay un ahorro del 30% de agua. Lo dice Claudio de la Cerda (58), ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile y experto en sistemas de riego sostenible. Él explica que “sólo por elegir una especie de pasto que consuma menos agua ya puedes bajar a la mitad el consumo hídrico. Regando los tiempos adecuados –durante la noche–, en cualquier jardín, también puedes bajar el consumo a la mitad. Si sumas las dos cosas, ya podrías estar bajando considerablemente el consumo de agua”. Además, explica que los sistemas de riego inteligente permiten un mejor control del gasto hídrico: podemos elegir días en que no queremos regar, y hay sensores que avisan cuánta agua estamos gastando. Usar menos agua implica también un ahorro económico.
La educación como clave para la expansión
Para que esta tendencia siga creciendo, los expertos coinciden en que hay que fomentar la educación en el tema. “Veo riegos automáticos a las tres de la tarde, no hay conciencia de que el agua es un recurso cada vez más escaso y caro”, dice Ricardo Peña. Al regar durante el día, con mayores temperaturas, el agua se evapora y las plantas no pueden absorberla del todo. Por eso se recomienda regar durante la noche.
Esta carencia lo impulsó a hacer clases de paisajismo sustentable. “En la medida que vayamos compartiendo nuestros conocimientos a través de las redes sociales, ahí podríamos sembrar algo, porque la preocupación de la falta de agua está. Todo el mundo sabe que hay sequía, pero no se aplica eso”, reflexiona Peña.
Todavía rondan muchos mitos sobre los jardines sustentables que han impedido que la práctica se extienda, por ejemplo, que se trata de un jardín seco. “Hay una idea preconcebida de que algo de poca agua es un desierto, cuando en realidad en la zona central es todo muy verde”, dice Sebastián Vial, de Habitar Paisaje.
Constanza Elster también desmiente esa creencia: “Se puede tener un jardín sustentable absolutamente verde, lleno de colores, con mucha biodiversidad, y se necesita menos agua. Uno no pensaría que estas plantas tan preciosas tienen un menor consumo, lo que también significa menos mantención (…). Además del beneficio hídrico, tiene beneficios de polinización y biodiversidad, reduce la necesidad de mano de obra. Es un ahorro sistémico, completo, circular”.
Muchos creen que es una práctica difícil. María Paz Ovalle dice que el mantenimiento de los jardines sustentables no es tan complejo como las personas imaginan.
“No es difícil hacer una mantención sin químicos. Uno tiene que ser más constante, pero no es difícil. Sacar las malezas de forma manual, si uno es constante, es algo de tu día a día”, explica Elster.
Pese a todos estos mitos, los jardineros y paisajistas del nicho notan señales de la expansión de esta práctica, que está llegando a un público cada vez mayor.
“Hay hartas personas que me han contactado diciendo que quieren eliminar carpetas de pasto que no ocupan. De a poquito la gente, aunque sea en minoría, está tomando conciencia”, cree Peña.
El cartel de la entrada de Peña ha invitado a quienes pasan por afuera a escribirle y hacer preguntas. Partir por casa puede generar un cambio en cadena.