Ilustración por Fabián Rivas/Km Cero.

¿Qué pasa con los conductores de Metro, luego de un suicidio?

Desde enero hasta abril se han reportado once muertes consumadas en las vías subterráneas. Según un informe realizado por Metro de Santiago, desde 2017 han aumentado en un 40% los suicidios en el metro. Los conductores que manejan los trenes, que son los primeros testigos, se transforman los agentes de un atropello. A raíz de esto, hoy la empresa estatal cuenta con planes y convenios para resguardar la salud mental de sus trabajadores.

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6 min readAug 22, 2019

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Por María Catalina Vargas y Belén Pellegrini

Hace cinco años que conduce los trenes de Metro de Santiago, pero cuando a Diego Ramírez le tocó presenciar un suicidio no fue mientras manejaba el carro, sino cuando viajaba como pasajero. Recuerda que ese día se subió a los últimos vagones de la Línea 2: “Cuando entramos a Ciudad del Niño, se tiró una mujer, así que el tren frenó de improviso, muy fuerte. Ahí me di cuenta de que habían cortado la corriente y un colega dio el aviso de bajar”.

“Mientras ayudaba con la evacuación, se escuchaban los gritos de la gente del andén que había visto el suceso, y también los de la mujer que estaba abajo del tren. Después de un rato, la persona dejó de gritar”, relata Ramírez.

Un informe de Metro de Santiago estableció un aumento en los episodios de suicidios desde 2017 al 2019, abordando un total de 53 casos. En 2017 se registraron 18 víctimas, en 2018 aumentaron a 25 y este año se han reportado 11 eventos en las vías.

El personal de Metro está entrenado para este tipo de acontecimientos; existen vías de evacuación y técnicas para mantener la calma en esos casos, como abrir solo una puerta y que los pasajeros salgan ordenadamente por ahí. “La realidad es que uno nunca está listo para ver una persona morir, por muchos protocolos que existan”, afirma Ramírez.

Chile tiene una de las tasas de suicidios más altas de Latinoamérica; la depresión y la ansiedad son los trastornos que más frecuentemente se ven asociados a ellos. En 2018, según el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión social de la Universidad de Chile, un 18,3% de los habitantes del país presentó síntomas de depresión, mientras que un 2,2% de los jóvenes chilenos había pensado seriamente en quitarse la vida.

Mario López — cuya verdadera identidad prefiere resguardar — es conductor de Metro de Santiago y era quien manejaba el carro que impactó en la parada Ciudad del Niño. “La estación estaba con mucha gente, fueron sólo segundos cuando sentimos el impacto. Tengo recuerdos vagos de lo que sucedió después”,relata el conductor. Le informaron por radio que una joven se había lanzado a las vías, era primera vez que le sucedía algo así.

“No fui capaz de hablar por el altoparlante para explicar por qué frenamos así. Mi compañero lo hizo y la gente fue evacuada mientras yo seguía inmóvil viendo como el personal entraba y salía de la vía”, cuenta López.

No fueron más de 45 minutos los que demoró Metro en restaurar sus servicios, pero a López le pareció una eternidad. Fue atendido por una psicóloga especializada de inmediato, quien lo acompañó en el proceso de declarar para Metro y la Mutual de Seguridad, sudando frío en todo momento, según cuenta. “He soñado con ese día y pensado en la niña, en qué habrá estado pensando para hacer algo así”, se pregunta.

De regreso a su rutina subterránea, el operador afirma que ahora hace su trabajo de forma distinta, no le gusta hablar del tema ni recordarlo, pero cada vez que llega a una estación no puede evitar entrecerrar los ojos, intentando olvidar lo vivido. “Jamás le he contado la tragedia a mi familia, ni siquiera a mi señora, con quien llevo 25 años de matrimonio”, confiesa.

La dirección de Metro de Santiago indica que “es un tema muy sensible para la empresa. Por respeto a la intimidad de los afectados, no se entrega información sobre las personas involucradas ni las circunstancias específicas de cada caso”. No obstante, las nuevas líneas de metro 3 y 6, han implementado medidas como barreras metálicas de contención que impiden el ingreso a las vías y así resguardan la seguridad tanto de los usuarios, como de sus trabajadores.

Las responsabilidades de Metro S.A.

Rusela Vallecilla, quien trabaja en Metro como asistente de andén, relata que efectivamente existe un protocolo de apoyo y acompañamiento para los trabajadores y cuenta que “se socorre primero al conductor, ya que es el más afectado, alejándolo del lugar mientras llegan los paramédicos”.

La Mutual de Seguridad implementó en 2015 un plan sobre control de eventos críticos o situaciones donde el trabajador se ve sometido a estrés. En los casos de accidentes que ocurren cuando personas se lanzan a las vías del metro, se aplica el Plan Eric: acompañar a los involucrados en el hecho y velar por su cuidado.

Al activarse el Plan Eric, un psicólogo se dirige al sitio. Primero se atiende al conductor y a los trabajadores que presenciaron el suceso, luego a los guardias de turno y a los encargados del aseo. Dependiendo de la lectura del especialista, se otorgan licencias a los empleados que van desde la semana hasta los 21 días.

Según el Convenio Colectivo 2018–2021 firmando entre el Sindicato Profesionales y Técnicos Metro S.A. y Metro de Santiago: “La empresa se obliga a otorgar apoyo psicológico preventivo postraumático al personal involucrado, el que se realizará dentro de las 24 horas siguientes de ocurrido el hecho”. En éste, se dictamina que el reglamento está enfocado y destinado para tres categorías de trabajadores: los reguladores de línea, de PCC, de PMT y CC -encargados del rescate y/o retiro; el jefe de estación; y el personal de mantenimiento o depanaje de trenes; ya que este tipo de situaciones no solo afecta “al personal que efectúa el retiro del cuerpo o partes de este, sino que a todos los trabajadores que se vean directamente involucrados con razón o causa del evento crítico”, establece el documento.

Paula González, psicóloga clínica, asegura que el apoyo de contención inicial debe ser inmediato y que el plazo de 24 horas es muy amplio, porque cada minuto es crucial en este tipo de circunstancias. “Es imperioso que la empresa tenga protocolos de acción predefinidos. Debe incluir contención inicial calificada y derivación inmediata a un profesional de la salud mental, sobre todo para el conductor, quién no se encuentra preparado para este tipo de acontecimientos. Su relevo debe ser inmediatamente”, explica.

“Hace cuatro años no veíamos lo que vemos hoy. Antes debíamos venir a trabajar al día siguiente del accidente si no nos atendía un psiquiatra, algo muy frecuente por falta de especialistas. Hoy Metro nos da dos días libres de inmediato, que corren por cuenta de ellos”, afirma el dirigente sindical, Elías Gutiérrez.

El Plan Eric es una operación complementaria de Metro, el cual busca que no haya aprovechamientos financieros y que se vele por los cuidados del personal. “Vimos cómo la mutual, a modo de ahorro, no entregaba licencias médicas, y Metro no insistía por conveniencia propia. Después de mucho trabajo hoy tenemos un plan que funciona y es dentro de todo aceptable, no al ritmo que nos gustaría, pero funciona”, admite el dirigente Gutiérrez.

El Sindicato Metro de Santiago se encuentra trabajando en la Negociación Colectiva 2019, la cual busca replantear puntos sobre el manejo de eventos “sigmas” — intentos de suicidios — . El objetivo es que la salud mental de los trabajadores, como Ramirez y López, no se vea afectada de forma grave luego de los incidentes, y que tras el alta médica, puedan retomar sus puestos de trabajo labor de la forma más íntegra.

Sobre el autor: María Catalina Vargas y Belén Pellegrini son estudiantes de periodismo. El artículo fue editado por Ignacia Munita y Tomás Kohan en el Taller de Edición en Prensa y por Belén Castillo, editora de Km Cero.

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Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl