Desde su apertura en 2012 hasta hoy, el centro comercial de Cencosud Shopping ha sido el escenario de por lo menos 9 actos de suicidio. Protocolos herméticos y un apoyo ambiguo, ¿cómo es para sus trabajadores tener que vivir con esta carga?
Por Estefanía Miranda (@stfy.w)
Editado por Jǒzepa Benčina Campos (@joze_benchi)
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*Antes de comenzar a leer esta investigación es importante tener en consideración que, si sufres de ideaciones o comportamientos suicidas, o conoces a alguien que esté pasando por esto, puedes llamar a Salud Responde 600 360 7777, línea telefónica que dispone el Ministerio de Salud, atendida por profesionales todos los días del año, las 24 horas. También puedes recibir asistencia ingresando a este enlace o contactando con las siguientes organizaciones aquí.
**Los nombres de algunas personas han sido modificados con tal de proteger su identidad.
— Fue cuestión de como cinco minutos, pusieron una carpita […] y así nomás, aquí no pasó nada — relata una vendedora de perfumes que presenció el último suicidio en el Costanera Center, a quien nos referiremos como Maite.
Maite (24) comenzó en octubre del año pasado a trabajar para una empresa de perfumería y cosmética, la cual opera con múltiples tiendas a lo largo del país. Su labor consiste en testear fragancias y atender a los clientes. El 18 de octubre del 2022, Maite se encontraba trabajando en la sucursal de Falabella en el Costanera Center. Era su primera vez testeando ahí.
— Fue para el evento conmemorativo del estallido social, si no me equivoco […] fue un día martes — cuenta — . Para atraer a más gente decidí, con una compañera, ponernos en la puerta principal a ofrecer el producto que nos tocaba vender — explica — . Fue todo muy rápido.
El incidente ocurrió a tan solo unos metros de Maite. Un hombre se había precipitado desde el quinto piso, aterrizando encima de una mujer que quedó en estado grave de salud. Lo siguiente que recuerda a la caída es el grito de su compañera y a todas las personas en estado de shock. El hecho también desorientó a los guardias, ya que, por lo general, los suicidios se daban en el otro extremo del mall, cerca de la sucursal de Wom. Tras unos minutos, el personal llegó con una carpa azul a cubrir el cuerpo.
— Yo no sabía cómo reaccionar — relata Maite — . Cerraron la puerta principal de Falabella, pero todos siguieron trabajando como si nada pasara. Hubo muchos trabajadores afectados […]. Luego de eso, mi compañera se retiró de la tienda, no quiso ir más al Costanera. A mí me llamó mi supervisora, preguntando cómo me encontraba, si necesitaba un break.
Maite decidió seguir trabajando; no quiso volver a su casa. El resto del día no consiguió concentrarse bien. Cuando finalmente retornó a su hogar en la noche, no pudo evitar llorar. “Fue shockeante ver algo así”, confiesa.
Maite señala nunca haber recibido ningún tipo de ayuda por parte de la administración del mall tras lo ocurrido. Asegura haberse sentido afectada por lo que pasó durante un tiempo, pero que gracias a la ayuda de su psicóloga personal ha logrado sobrellevarlo. Sus compañeros también han sido un pilar de apoyo importante. Hasta hoy, Maite continúa trabajando en el Costanera, pero evitando siempre situarse donde ocurrió el hecho.
— Trato de no pensar demasiado en la situación, […], de enfocarme en el trabajo y decir ‘ya, tengo que trabajar. Listo, esto ya pasó, no puede afectarme toda la vida’ — concluye.
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Un extenso historial
El 19 de octubre del 2022, un día después del incidente presenciado por Maite, la Seremi de Salud de la Región Metropolitana inició un sumario en contra del Costanera Center. En este, la entidad exigió la ejecución de “medidas urgentes y necesarias”, algo que, afirman, ya había sido solicitado anteriormente con la resolución Nº809/22, pero que no se había cumplido.
Entre las medidas exigidas estaba la disposición de barreras físicas que impidieran el acceso a las barandas de pisos superiores y que estuvieran a 60 centímetros de las mismas. Por otro lado, también se solicitó la fijación de mesas y sillas para evitar que estas fueran usadas en la conducta suicida. El centro comercial siguió las indicaciones y dos días después, ya era posible ver varias rejas blancas de casi dos metros recubriendo las barandas de las plantas superiores. Posteriormente, las rejas fueron reemplazadas por barreras de cristal templado y hierro de 2,5 metros, desde el segundo al sexto piso; se instalaron tótems SOS para llamar ante cualquier emergencia y se reforzó la seguridad en las escaleras mecánicas, colocando paneles de vidrio en los costados.
La implementación de estas medidas en el centro comercial llega tras diez años de funcionamiento y un polémico historial de incidentes. Según cifras oficiales entregadas por el Servicio Médico Legal, se han registrado 9 casos de suicidio en el mall. Sin embargo, en base a reportes de prensa, es posible constatar un mayor número de casos, ascendiendo este a 20. El primero de estos se registró en octubre de 2013, causando gran conmoción entre la población. Al año siguiente, el número incrementó a tres; mientras que en 2015, la cifra fue de uno. En 2016 se contabilizaron dos casos, al igual que en 2017; y uno en 2018. Un año después se vió el mayor número de incidentes hasta el momento, con cinco casos en un espacio de siete meses, mientras que en 2021 se supo de dos incidentes, y otros tres en 2022.
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Según Gonzalo Andrade Vergara (40), Doctor en Psicología y actual Jefe de la Unidad de Salud Mental Estudiantil de la Pontificia Universidad Católica, las reacciones entre las personas que observan una situación traumática en donde fallece alguien, pueden ser diversas y van a depender de cada individuo. Factores como la personalidad y el tipo de apoyo que reciban, influirán en cómo se asimile el suceso. “En términos generales, puede ser que alguna situación traumática genere algunos síntomas esperables […]: experiencias de angustia, pesadillas, temor a que se repita, evitar pasar por esos mismos lugares […]”, explica. Asimismo, indica que también dependerá de cada persona el tipo de asistencia profesional que necesite, y que algunas podrían desarrollar estrés postraumático.
Camila Varela (30), Instructora Adjunta de Enfermería en Salud Mental y Psiquiatría de la UC, concuerda con lo anterior y resalta la importancia de las redes de apoyo en general.
— Para alguien que está recién partiendo en ese mundo o que por primera vez ve algo así, no va a ser muy fácil […]. En el caso específico de los trabajadores, poder expresar las emociones que sienten puede ser muy beneficioso para evitar la elaboración de un trauma. El empleador también tiene que trabajar estableciendo que el lugar de trabajo es un sitio con mayor riesgo y que, por lo tanto, debe buscar ciertas políticas en las que se cuente apoyo y prevención — explica — . La verdad es que, al ser trabajadores de un lugar público, no sólo están expuestos ellos, sino que también las personas que visitan las tiendas y lo más seguro es que toda la gente que trabaja ahí va a tener que apoyar un poco también a estas personas.
La Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) en su Guía Introductoria para el Cuidado de la Salud Mental de sus Trabajadores señala la importancia de que las organizaciones cuenten con un prevencionista de riesgo que monitoree la implementación de acciones que contrarresten los posibles peligros que puedan ocasionar riesgos psicosociales, es decir, aquellos que pueden generar una enfermedad mental. Cabe mencionar que la Seremi envió un oficio al mall con fecha 2 de junio del 2022, en el cual convocaba a la administración del centro comercial a una mesa de trabajo psicosocial para la prevención de la conducta suicida; un documento que, afirma la autoridad sanitaria, no ha recibido respuesta hasta el momento.
Hasta el término de este reportaje, la administración del centro comercial no respondió a ninguno de los requerimientos formulados para este.
Protocolos herméticos
En cuanto a los reglamentos existentes en el Costanera Center sobre esta materia, se sabe que cuentan con el “Procedimiento de Suicidio, sistema de gestión de continuidad operacional de negocios”, una normativa interna que se ha mantenido bajo especial discreción ante la opinión pública.
Al conversar con trabajadores de múltiples locales del centro comercial, ninguno afirma haber recibido algún tipo de orientación respecto a este tema ni una sola vez. La mayoría de ellos solamente sabe lo que ha visto: primero, se procede a sacar una carpa azul almacenada debajo de una de las escaleras mecánicas, así como una sábana metálica; luego se cierra el perímetro al igual que las tiendas más cercanas; se cubre la escena y posteriormente se llama y se espera la llegada de Carabineros y el Servicio Médico Legal. Más de uno supone que los guardias reciben las instrucciones necesarias antes de trabajar, pero nadie está completamente seguro. Para efectos de esta investigación, se intentó reiteradamente hablar con los guardias. Todos se negaron a entregar declaraciones.
— Yo creo que les afecta más que a nosotros — afirma Rodrigo Reyes (42), trabajador de Wom desde hace más de dos años — . Ese día (de marzo) recuerdo que se acercaron tres guardias. Me preguntaron cómo me sentía, si necesitaba ayuda y les dije ‘yo estoy bien, ¿ustedes cómo están?’ y dicen ‘mal, no. Olvídalo, olvídalo, olvídalo.’ — continúa, mientras sacude la cabeza y hunde los hombros, imitando la expresión de los guardias — . Se quejan de tener que tapar los cuerpos.
En el tiempo que Rodrigo lleva trabajando ha presenciado cuatro suicidios. Dos los presenció de frente. Asegura que jamás un encargado del Costanera se ha aproximado para preguntarle cómo se sentía. “Te mentiría si te dijera que sí […], solo los guardias (se han acercado), que nos preguntan para poder desahogarse ellos mismos”, comenta.
Por parte de Wom, cuentan con su propia red de apoyo en donde el prevencionista de riesgo es quien se encarga de hablar con los empleados en estas situaciones y de llamar al psicólogo de la empresa de ser necesario. Rodrigo nunca ha solicitado estos servicios, pero sí es algo que está siempre presente. La única vez que llegó a considerarlo fue en el incidente de marzo.
— De las dos personas, la que más me quedó dando vueltas fue la de la joven que cayó de frente. Eso fue en marzo (del 2022) — detalla Rodrigo — . Se movió, se retorció un poco, se tapó como una niña que va a dormir, porque la cubrieron con un paño metálico, se acurrucó y murió — se detiene un segundo — . Lo que más te pega es el sonido. Es un sonido que no vas a escuchar nunca. No lo he escuchado jamás en mi vida. No es un saco, no es un bloque de cemento, no es nada comparado a ese golpe seco. Lo tenía en la cabeza siempre — concluye.
Con los días esa sensación se fue desvaneciendo, así cómo la idea de acudir al psicólogo. Actualmente, afirma no sentir ningún trauma asociado a los eventos que presenció. Cuando relata los acontecimientos lo hace de manera clara y tranquila. Aún así, admite andar con precaución cuando camina por los espacios abiertos del mall. La posibilidad de llegar a trabajar y que ese día ocurra un suicidio se ha vuelto una realidad que los empleados del centro comercial tienen muy presente y que ha pasado a sentirse como algo “normal”.
— Acá nosotros no cruzamos directo, nosotros nos vamos por el costado o si cruzamos por el medio, miramos hacia arriba. Es como cruzar la calle y mirar para los dos lados, solo que en este caso nosotros miramos para arriba — explica.
Jucelly Acostas (42), también empleada de Wom y compañera de Rodrigo, confirma lo anterior e indica que esta reacción es algo ya automático entre varios. “No es como miedo, es precaución”, comenta. A diferencia de Rodrigo, ella no ha visto un evento de esta índole, y espera nunca hacerlo. Al preguntarle respecto a las medidas adoptadas, admite sentirse más tranquila.
— Lo que pasa es que creo que el problema va más allá, […] es con la salud mental pública. En general, cada uno hace lo que puede, tampoco es que tenga la culpa el Costanera, lo que sucede es que la situación ha ido incrementando — opina Jucelly — . Pero siento que ahora va a pasar menos.
¿Por qué el Costanera?
La discusión en torno a por qué una persona decide quitarse la vida en un lugar público ha sido extensa y de difícil consenso. Para especialistas, como Gonzalo Andrade, no tienen una sola explicación. Camila Varela, por su parte, recalca la relevancia de mirar estos sucesos como algo más que un intento de querer llamar la atención.
En cuanto al Costanera, y a la frecuencia de estos actos, la especialista en salud mental comenta que “en nuestra sociedad, existen ciertos espacios que adquieren un significado o un valor diferente al momento de quitarse la vida, como por ejemplo, el metro. El Costanera ha empezado a tener un poco de esa connotación, como un espacio en donde uno puede morir rápidamente”.
Esto es algo que también se ha visto en otros espacios emblemáticos alrededor del mundo como el Golden Gate en San Francisco o el bosque de Aokigahara en Japón. En Chile, resaltan lugares como el morro de Arica o el puente en el río de Aysén. Con respecto a otros recintos comerciales en nuestro país, se han registrado incidentes similares en el Mall Plaza Egaña y en el Mall Costanera de Puerto Montt. Sin embargo, solo en el caso del Costanera Center se ha reportado de una manera reiterada sobre estos sucesos.
Al evaluar las nuevas medidas, la especialista indica que se está yendo por un buen camino y enfatiza en la necesidad de que las medidas perduren en el tiempo para que funcionen efectivamente.
— La prevención no es solo durante los primeros dos meses, […] es a lo largo de toda la vida — explica — . Creo que la única forma en que esto se puede solucionar es que se eduque a la población de que existen estas redes de apoyo y medidas. Es un tema delicado, pero que hay que tratar de manera urgente — asevera — . Es importante que entendamos que una persona que se suicida, o que empieza con una conducta suicida, es alguien que está sufriendo […], que requiere ayuda de alguna forma, y no solamente psiquiátrico, sino que apoyo de la comunidad completa, es decir, desde la familia, los amigos, el trabajo, etc. — concluye Varela
Un proyecto inédito
Según el último Informe de Mortalidad por Suicidio emitido el 2022 por el Ministerio de Salud, durante la última década se registró una tasa observada de suicidio de 11,17 por 100.000 habitantes de edad mayores a cinco años, habiendo 18.691 muertes asociadas a esta causa de muerte entre el 2000 y el 2019. Al comparar los periodos del 2010–2014 y el 2015–2019, se encontró una tendencia global a la baja, en donde se vio un descenso del 7% en las tasas estandarizadas.
Sin embargo, la última versión del Termómetro de Salud Mental en Chile ACHS-UC, elaborado por la Asociación Chilena de Seguridad y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, encontró que 1 de cada 5 personas siente soledad mientras que el 14% afirma tener depresión, temas que no han presentado variaciones significativas en relación a los estudios realizados en los dos últimos años. Por otro lado, según datos recopilados por el Centro Centinela del Hospital de Urgencia Pública, el año pasado se registró un incremento del 55% en cuanto a los intentos de suicidio registrados en 2021.
Estas cifras han puesto el foco en la crisis de salud mental que atraviesa el país, despertando la alarma entre las autoridades. Es así que, el pasado 13 de abril, se anunció la puesta en marcha del plan “Quédate”, que estará destinado a la prevención del suicidio. El programa, lanzado por el Gobierno Regional Metropolitano en conjunto con siete fundaciones ciudadanas, será uno de los más ambiciosos y grandes por existir en Latinoamérica. El mismo contará con una inversión de dos millones de dólares y se implementará de forma gradual en 52 comunas de la Región Metropolitana en un espacio de dos años.
Alberto Larraín, director ejecutivo de ProCultura y vocero de las fundaciones asociadas, se refirió a la realidad de este tema en nuestro país, afirmando que el suicidio se ha convertido en un problema social y de salud pública que, por lo mismo, tiene que ser abordado como tal.
— ‘Quédate’ contribuye a la búsqueda de alternativas innovadoras de prevención del suicidio […]. No queremos que las personas lleguen a sentir que la muerte es la única alternativa. Queremos, a través de nuestras acciones, aumentar el bienestar y fortalecer los factores protectores de la salud mental.
Dentro de las medidas que se implementarán con el programa, está la creación de sitio web con un chat asistido que brindará asistencia en momentos de crisis, además del establecimiento de dos centros de vigilancia de suicidios, entre otros. Con la iniciativa se buscará no solo ayudar a personas con comportamientos e ideaciones suicidas, sino que también entregar apoyo a familiares e individuos que hayan perdido a alguien.
Se espera que 780 mil personas se beneficien con este programa.
*Nota de redacción: este reportaje fue escrito siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de su informe “Prevención del suicidio: un instrumento para profesionales de los medios de comunicación” y las recomendaciones del Ministerio de Salud de Chile.
