Taylor Swift: la cantante pop en la mira de los académicos del mundo

La artista más escuchada en Spotify, que rompió récords con su más reciente álbum “Midnights”, no está solo en el ojo de la industria musical. Con un Doctorado Honoris Causa en Bellas Artes en la Universidad de Nueva York, se convirtió en un tema de estudio para académicos de áreas tan diversas como los negocios, el feminismo y la astrofísica.

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9 min readNov 23, 2022

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Taylor Swift por Beth Garrabrant

Por Sofía Torres @topi_tm

⏰ 9 minutos de lectura

A Gina Arnold, crítica de música estadounidense de la revista Rolling Stone, experta en el género rock, y profesora de las universidades de Stanford y San Francisco, nunca le ha gustado la música de Taylor Swift, cantante country y pop y una de las artistas más famosas y populares de esta época. A pesar de ser Arnold una amante de la música y de la escritura, su estilo suave y las letras tan centradas en el amor romántico siempre le han sido distantes.

Una noche de 2018 en una conferencia en la Universidad de Porto, en Portugal, supo que había otras como ella.

A Mary Fogarty, doctora en Estudios sobre Música Popular y Hip Hop de la Universidad de York, le disgustaba el “muy popular” material de la cantante. Este sentimiento fue profundizado por la absoluta obsesión que su esposo sentía por la música de la joven, quien la había arrastrado a ir a más de siete de sus conciertos.

“¡Inmediatamente desarrollamos un vínculo por nuestro odio a Taylor Swift!”, relata Arnold respecto a su relación con Fogarty.

A pesar de no disfrutar de su música, sí acordaron que la extensa popularidad de Swift a sus 32 años, los millones de dólares que ha logrado recaudar con sus álbumes y, el aporte a la música popular, eran temáticas suficientes para justificar un estudio académico a fondo.

“Decidimos escribir sobre ella en ese momento, ahí mismo, esa noche”, dice Forgarty, recordando el nacimiento de su artículo Are you ready for it? Re-evaluating Taylor Swift, donde estudian la figura de Swift como un ícono del sueño americano, el cual ahora forma parte de Taking Taylor Seriously, el volumen de la revista Contemporary Music Review, donde además hay investigaciones de improvisación y ​​vanguardias musicales serbias. En esta publicación, convergen las opiniones de expertos de renombre sobre música internacional contemporánea.

Pero esto es algo que va más allá de la adherencia o rechazo a su música. Tal como para Arnold y Fogarty, hoy Taylor Swift es también objeto de interés para un puñado de académicos de variadas áreas de estudio alrededor del mundo y su obra está siendo analizada desde perspectivas políticas, sociales y científicas. Universidades como la de Nueva York (NYU) y la de Texas ofrecen cursos enfocados en el estudio de sus letras. Esta última, durante este segundo semestre (otoño en Estados Unidos), ofreció un curso llamado “The Taylor Swift’s Songbook”, que analizará también la obra de escritores y poetas clásicos como, por ejemplo, el dramaturgo William Shakespeare y el poeta John Keats, con el objetivo de ilustrar las técnicas clásicas de la poesía que ella ocupa en sus canciones.

La popularidad de Swift es objetiva: es la única mujer en la historia que ha ganado 11 premios Grammy, de los cuales tres son por Mejor Álbum del Año. De hecho, recientemente, con su último álbum “Midnights” se convirtió en la única cantante en la historia en haber acaparado los 10 primeros puestos del ranking Billboard Hot 100, además de transformarse en la mujer más escuchada de Spotify, sobrepasando a Ariana Grande. El 8 de noviembre se posicionó como la artista más escuchada de la plataforma a nivel mundial.

Escritora de nueve álbumes y dos re-grabaciones, ídola de los llamados “Swifties” (grupo con el que incluso el presidente Gabriel Boric ha admitido tener cercanía), es dueña del Doctorado Honoris Causa en Bellas Artes de la Universidad de Nueva York desde el pasado mes de mayo.

“Ella tiene un gran potencial como objeto de estudio en múltiples ámbitos”, asegura Fogarty. “Musicología, propiedad intelectual, para analizar temas de raza, género y hasta activismo”, añade.

Swift se ha convertido en una de las artistas más prolíferas y célebres de su generación, razón por la que NYU le otorgó 20 minutos para dar su discurso de aceptación, y mandar un mensaje a la generación de graduados 2022.

“Cuando nos sucedan cosas difíciles, nos recuperaremos, aprenderemos de ello, seremos más resilientes gracias a eso. Mientras tengamos la suerte de estar respirando, inhalaremos, respiraremos profundo y exhalaremos”, dijo. “Ahora soy doctora, así que sé cómo funciona la respiración”.

Bromas como la anterior, y comentarios incluidos en su discurso sobre cómo superó las fuertes críticas que desde el comienzo de su carrera la azotaron por su vida sentimental, conmovieron a los estudiantes. También, logró emocionar al resto del mundo, que pudo escuchar sus palabras gracias a los muchos videos de la ceremonia viralizados a través de las redes.

“Todos identificados con al menos una canción”

No es tan claro desde cuándo ciertos artistas empezaron a ser estudiados por la academia como consecuencia de su relevancia sociológica. Philip Tagg, musicólogo británico, y Simon Frith, profesor de música de la Universidad de Edimburgo, son co-fundadores de la Asociación Internacional para el Estudio de la Música Popular, institución que surgió en 1981 y, desde entonces, ha sido pionera en el estudio de este fenómeno.

De acuerdo a Fogarty, esta ha sido un área de interés que ha ido creciendo desde la década de los 60, hasta tener hoy, por ejemplo, a la figura de Taylor como sujeto de estudio.

Los éxitos para Swift comenzaron en 2006, con su primera nominación a los premios Grammy por su álbum homónimo, Taylor Swift a la categoría de Mejor Artista Nuevo, y siguieron en 2008 cuando, con solo dos años de carrera, se llevó el Grammy a Álbum del Año con su segundo disco, Fearless. Con 19 años, se convirtió en la artista más joven en recibirlo.

Swift comenzó su carrera escribiendo sobre los dolores del corazón que había sufrido desde su etapa escolar hasta su primera relación con el cantante Joe Jonas, llegando a sus seguidores millennials que, entonces, contaban más o menos con la misma edad de la cantante. De acuerdo a la publicista de la Universidad del País Vasco, Anthea Cabrera, crecer junto a la artista, hizo que sus seguidores adolescentes forjaran ilusoriamente fuertes lazos con ella, por medio de las emociones que describe en sus letras.

“Crecer con la imagen de Taylor Swift y todos los elementos que se han asociado a (ella), me hizo darme cuenta de mi propia evolución identitaria como mujer”, dice la misma Cabrera.

En esto coinciden la astrofísica Megan Lasser-Mansfield de la Universidad de Arizona y el astrofísico Darryl Seligman de la Universidad de Yale, ambos fieles fanáticos de Swift, y autores del estudio I Knew You Were Trouble: Emotional Trends in the Repertoire of Taylor Swift, que muestra cómo la estructura lírica y melódica de Swift ha evolucionado en su representación de emociones en el tiempo. Este estudio habría nacido como una broma entre compañeros astrofísicos; parte de una tradición del Día de los Inocentes. Sin embargo, esto no los detuvo de investigar el tema a fondo, pues se dieron cuenta de que tenía real potencial pero, sobre todo, que sería de gran interés para sus colegas.

“Siento que su música toca tantos aspectos tan diferentes de las relaciones interpersonales, que todo el mundo va a encontrar al menos una canción con la que se puede sentir identificado”, dice Lasser-Mansfield.

La astrofísica se sorprendió al compartir su trabajo con sus colegas, al encontrarse con muchos admiradores de la cantante. “Muchos [compañeros] se acercaron para decirnos que eran grandes fans y que se divirtieron leyendo nuestro estudio”, cuenta.

“Interés principalmente de niños y adolescentes”

El diario londinense Evening Standard, uno de los más antiguos y prestigiosos de Reino Unido, reconoce a cantantes como Beyoncé y Lorde (quien estuvo el fin de semana pasado en el Primavera Sound Festival en Santiago) como dos de las artistas más influyentes hoy en la lucha por el feminismo. Antes de ellas, aparecen nombres como Aretha Franklin y Joan Jett. A todas se les ha reconocido por escribir canciones que se rebelan ante el machismo de la sociedad en sus respectivas épocas, por enviar mensajes de empoderamiento a las mujeres a través de su música y por desafiar públicamente a un rubro liderado por el sexo masculino.

Este es un grupo del que, de acuerdo a Fogarty, los estudiosos del tema han excluido deliberadamente la figura de Taylor Swift.

“Pensé que haría sentido escribir sobre Taylor Swift, viendo que es inmensamente menos estudiada que otros artistas contemporáneos como ella, como, por ejemplo, Beyoncé”, comenta. “Se ha demorado mucho en convertirse en objeto de estudio por ser interés principalmente de niños y adolescentes”.

El pasado de Swift, marcado por los chismes, ha hecho que solo en la actualidad su caso sea analizado desde perspectivas feministas, que la muestran como una de las víctimas más afectadas por el machismo interiorizado en la época.

Su lucha también ha abarcado a las disidencias, con letras que, a juicio de expertos (como Leah Dajches y Jennifer Stevens Aubrey en su estudio Queer folklore: Examining the influence of fandom on sexual identity development and fluidity acceptance among Taylor Swift fans) podrían acompañar los procesos de descubrimiento de sexualidad en la comunidad LGBTIQA+.

Algunos ejemplos son canciones como The Man, que denuncia las injusticias que sufren las mujeres en el mundo laboral y el sexismo de la sociedad, o You Need To Calm Down, en donde Swift les dice a quienes propagan odio en Internet que “necesitan calmarse” con sus comentarios homofóbicos y de odio.

“Taylor Swift es un ícono de la cultura pop con un trasfondo y naturaleza activista”, asegura la publicista Anthea Cabrera. Para ella, esto demostraría el poder de las figuras públicas, más aún de las que se encuentran fuera de la política, pues generan un lazo natural con sus seguidores a través de los sentimientos que comparten.

Pero sus temáticas no siempre son tan populares ni tan comprendidas por todos: Un ejemplo reciente es la polémica decisión de YouTube y Apple Music de censurar una parte del video del single de “Midnights”, Anti-Hero, donde la cantante compartió los trastornos alimentarios que sufrió: En el video se pesa en una balanza, al mismo tiempo que se lee la palabra “FAT” (“Gorda”). Si bien los argumentos de las plataformas fueron que promovía la gordofobia, esto fue fuertemente criticado por el público, quienes consideraban que era una parte esencial de la pieza, justamente por mostrar estos trastornos.

Una genia disruptiva de los negocios

Cabrera vio cómo Swift pasó a ser un símbolo de empoderamiento al conseguir lo que pocas mujeres han logrado en la industria de la música: ser la dueña mayoritaria de sus discos. Según ella, ha llevado su comportamiento a ser un ejemplo que llega a niveles políticos, como lo expone en su tesis Taylor Swift: De novia de América a ícono feminista, cuya hipótesis principal es que Swift “es una representación fehaciente del movimiento feminista de la cuarta ola”.

“Su figura tiene una construcción e impacto social excepcional”, agrega Cabrera. “Su influencia como mujer y artista ha reforzado la idea de convertir lo personal en político, redefiniendo lo que significa ser una estrella pop”.

En 2017, la revista Forbes publicó el artículo The Business Lessons We Can Learn From Taylor Swift. El medio la situó junto a figuras como Jeff Bezos, Mark Zuckenberg y Elon Musk, destacándola en la lista de “genios disruptivos de los negocios de hoy en día”, por el talento para controlar su propio contenido y las nuevas plataformas desde donde lo publicita.

“Antes de descartar la idea de agregar el nombre de la princesa del pop al panteón de los gurús disruptivos de los negocios de hoy en día, considera alguna de estas cosas”, dice comenzando el texto.

Entonces Forbes sugiere ver cuán rápido su sencillo Look What You Made Me Do batió todos los récords. Se convirtió en la canción con más reproducciones en Spotify, y su video obtuvo decenas de millones de reproducciones en YouTube en su primer día de lanzamiento con una estrategia multiplataforma que incluyó redes sociales y acuerdos con servicios de transmisión. Y la estrategia continúa hasta el día de hoy, pues Swift ha anunciado su vuelta a los escenarios con su nueva gira The Eras Tour, que pone en el centro de todo el nuevo álbum “Midnights”, donde hará un recorrido por todos sus discos a modo de promoción a sus próximas y últimas re-grabaciones. Hasta el momento, solo se han confirmado fechas para Estados Unidos, pero los fans siguen esperando nuevos anuncios alrededor del mundo.

Para Cabrera, a estas alturas, las acciones de la cantante habrían dejado de ser algo que afectaría solamente a su propia persona: hoy serían una influencia directa en el comportamiento y cultura de las masas.

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Kmcero

Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl