Son muchas las organizaciones que, en busca de soluciones a sus problemas, prueban algunas de los marcos o herramientas que “están de moda” (entre comillas con toda intención🙄). En el caso de OKR, la tentación es grande. Empresas tan reconocidas como Intel, Google o Amazon usan OKR o variaciones de la aproximación. Además, la promesa de hacer más “simple” y “objetivo” el proceso de definir una estrategia son tentadores…
Pero claro, cuando estas organizacional lo “implementan” (como quién instala una aplicación en el teléfono 📲), pronto descubren que no termina de resolver sus problemas (como si hubiera instalado una App de Android en un Iphone).
¿Eso tiene que ver con el acercamiento o con la organización?¿El problema es el acercamiento, la expecativa o la forma en que se utilizan?
A menudo, me preguntan si es fácil o dificil desplegar OKRs. Si se requiere poco o mucho tiempo. Claro, es una información importante para tomar decisiones que tienen un trasfondo económico. Mi respuesta es DEPENDE.
Hay empresas que tienen un “fit” más directo con lo que propone OKR. Por ejemplo tienen: apertura, transparencia, liderazgo participativo, delegación, horizontalidad, autonomía de los colaboradores, portafolio de inicitivas con buen nivel de gobierno, capacidad de desarrollar foco y priorizar por parte del c-level….).
Pero otras compañias, no tienen nada de eso. Y, si me limito a intentar desplegar OKR de una manera “rápida, simple, directa”, siguiendo una receta, lo más probable es que no logre los resultados buscados. El cambio no sucede si lo único que hacemos es empezar a usar OKR.
OKR no es en ese sentido una “pastilla milagrosa”, sino más bien un viaje, o un proceso hacia una organización distinta. Al igual que sucede con otros acercamientos (por ejemplo Scrum, o un proceso de gestión del cambio), lo que hace es poner de relieve problemáticas y desafíos organizacionales.
¿Pero entonces, eso confima que OKR no sirve?
TODO LO CONTRARIO!
OKR provee una gran estructura para empezar a trabajar en las cuestiones estratégicas e importantes.
OKR alienta las conversaciones y los debates sobre cosas tan imprescindibles como: Cuál es nuestro propósito? Cuál debería ser el foco este año? ¿Qué capacidad de hacer tenemos y cómo la aplicamos donde más impacto genere? ¿Qué decisiones tomamos para ser más efectivos en el día a día?
OKR puede dar GRAN valor si además de pensar en el acercamiento como en una “herramienta”, lo vemos como un conjunto de acciones a desarrollar. Si trabajamos en eso, veremos cómo las cosas comienzan a mejorar.Y no será sólo por usar OKR, sino por empezar a trabajar en aquello que es ESTRATÉGICAMENTE valioso.
¿Qué pensas?¿Te cruzaste con estos “no sirve” prematuros alguna vez?
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