Hay que animarse a empezar el rompecabezas organizacional aunque falten algunas piezas…

Ezequiel
Knowment
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2 min readJul 6, 2022

Sí, lo sé. Cuesta un montón empezar, impulsar y sostener el cambio. Y más si tenemos la tendencia de necesitar ver “la foto completa” antes de hacer algo.

Para muchas personas, es imperioso tener todo listado, detallado y entendido antes de dar el primer paso. En entornos simples, ordenados y predecibles, es posible y casi lógico intentar que las cosas sean de esta manera. Pero cuando estamos frente a lo complejo y lo volátil, cuando alrededor hay cambio y dinamismo, es probable que la foto de nuetra visión salga un poco ”movida”.

Yendo a la metáfora del rompecabezas, a muchas personas les pasa que si bien quieren entrar en el juego, no se animan a empezar el rompecabezas sólo por que le faltan algunas piezas.

Una de las ideas más interesantes de la agilidad es la aceptación tácita de que las cosas van a cambiar; que el entorno es incierto y hasta impredecible. Y que nuestro presunto “expertise” no alcanza para salir de ese estado. Ser ágil entonces no significa resignarse y dejar de planificar, o de buscar entender cuál es la visión (todo lo contrario! la visión ES fundamental en la agilidad), sino aprender a planificar adaptativamente.

Tener una visión, aún cuando sea incompleta, es mejor que no tener visión alguna.

¿Qué implica esto? Que muchas de las cosas que están borrosas en el horizonte se definen más claramente una vez que empezamos a caminar en dirección a ellas; Que no tener el recorrido completo y claro a nivel de detalle no es necesariamente un problema irresoluble. Lo importante es entener la macro-visión. El punto de referencia para tomar impulso y dar un primer salto. Y luego, por supuesto, tener la disposición para adaptarnos. Casi como quién camina en la oscuridad, dar un paso tanteando hacia adelante para evaluar si no hay un obstaculo, y seguir avanzando así, paso a paso hasta nuestro destino.

Desde esta mirada, una imagen incompleta es muchas veces más que suficiente para poder impulsar el cambio.

Como dice la frase de Lao-Tse: “Un viaje de mil millas comienza con un primer paso”

Propongo entonces animarnos a abrir la caja y a jugar a armar una imagen con las piezas, aún cuando falten algunas. Tampoco hace hace falta que todas las piezas entren perfectas.

Lo que sí es fundamental, es tener la imagen general. Es decir, la visión. Luego, animarnos a acercanos de a poco, pieza a peiza, a esa visión de la organización que podemos ser. En el camino, seguramente descubriremos que muchas de esas piezas que faltan en la práctica no son tan necesarias. O que nunca en realidad faltaron.

Armar rompecabezas organizacionales es sólo cuestión de sostener la mirada hacia la imagen deseada y animarse a empezar!.

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Ezequiel
Knowment

Agilidad e innovación. Coaching ágil & organizacional. Personas, equipos y organizaciones más efectivas.