Chamanismo y biohacking

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4 min readMay 27, 2021

Escrito por Slavia Salinas, Co-fundadora de Koshi Studio y ambientóloga

No vemos las cosas como son, las vemos como somos — Anais Nin

Hazme un favor, cierra los ojos y con tus dedos genera presión sobre ellos por unos 20 segundos o más. Si prestas atención, aparecerán impresiones de luz o fosfenos ocurriendo sin que la luz realmente entre a tus ojos — algo como estrellitas, patrones geométricos, líneas serpenteantes, ruido de TV — llamadas imágenes entópticas. Estas se deben a un fenómeno ocular consecuencia de accidentes evolutivos del ojo en el que los nervios y vasos sanguíneos que lo alimentan con oxígeno y nutrientes se encuentran en el camino entre los rayos de luz y la retina proyectando sombras y refracciones sobre las células visuales que nuestros cerebros suelen corregir al abrir los ojos. En pocas palabras, estas viendo estructuras microscópicas con tus propios ojos. Los fosfenos son consecuencia de la estimulación mecánica de la retina (experimento que acabas de realizar) pero también pueden ser provocados por la excitación de las neuronas en el sistema visual.

Los Yanomami creen que todo en el bosque tiene una imagen utupë — el principio vital o el verdadero interior de los seres — y descienden para convertirse en espíritus xapïripë. Describen estos espíritus como “minúsculas partículas de polvo brillantes que bailan juntos sobre grandes espejos y se replican como tal escapando de la muerte”. Los xapiri son algunos de los espíritus o agentes patógenos que tratan los chamanes que no cualquiera puede ver y los Yanomami reconocen una serie de sustancias presentes en plantas como el yopo (Vitola elongata) o en el caso de los Tukano el yage que los atrae o vuelve visibles. Por lo tanto, existen compuestos activos que los chamanes saben identificar que mejoran las técnicas de microscopía entóptica y los vuelve verdaderos biohackers y ecologistas microbianos.

Diseños que se encuentran universalmente y que se cree que se originan o se inspiran en efectos visuales naturales dentro del ojo.

El biohacking es una corriente que persigue la biología Do-It-Yourself y surge del deseo de poder convertirse en la mejor versión de uno mismo. ¿Podrían los chamanes estar usando sustancias alucinógenas para acceder a distintos medios de acceso perceptual sobre la realidad física y hackear sus propios sistemas? Los chamanes suelen tener tres tipos de medicina:

1- Medicina para lo que te hace daño

2- Plantas que activan el sistema innato de curación (activando los sistemas antioxidantes a nivel celular)

3- Plantas que reparan el cerebro

El 50% de estadounidenses presentan casos de Alzhaimer y enfermedades cardiovasculares que, según Alberto Villoldo, ocurren cuando el ADN deja de regularse conscientemente y quebrantamos nuestros cerebros con toxinas de nuestra comida, daños al hipocampo, exceso de cortisol y compuestos a los que estamos expuestos. Estas enfermedades no suelen presentarse en indígenas y ello no se debe solo por las condiciones en las que viven, pero también por el biohacking que manejan los chamanes. Los compuestos activos de las plantas psicoactivas — tales como DMT y psilocibina que emplean en sus rituales de curación– desencadenan una serie de reacciones en los humanos porque nosotros mismos los producimos y tenemos receptores para estos. La glándula pituitaria puede transformar serotonina y melatonina en DMT en condiciones libres de estrés. Esta glándula es un laboratorio alquimista que los chamanes biohackean con el uso de plantas específicas activando el cerebro y potenciando el sistema nervioso reiniciando genes de longevidad y agentes antioxidantes como glutatión, telomerasas y superóxido dismutasa.

La etnobotánica es una ciencia que estudia el uso de las plantas por los humanos en las distintas culturas existentes incluyendo las creencias y prácticas culturales asociadas a este uso. Por medio de esta, se construye un puente entre la antropología y la ciencia llevando a los laboratorios un conocimiento holístico que va más allá de compuestos activos fitoquímicos ignorándose su cualidad como poderosos enteógenos que requieren una experiencia integral para su correcto manejo. Existen 119 compuestos de 90 plantas que se usan como principales agentes médicos de entidad única. El 77% de estos se obtuvieron en base a estudios de usos etnomédicos y son destinados de forma similar a las de su uso original. La industria farmacéutica occidental ha reconocido el valor de estos usos despreciando la epistemología y ontologías chamánicas — el contexto sobre el cual surgieron. Esto último debido al pensar neocolonial occidental en el que los etnomédicos y chamanes no entran a ser considerados como agentes conscientes de sus saberes y por lo tanto no son incluidos en el diálogo global de la ciencia. El cómo identifican estas plantas de la infinidad de especies que hay es una de las mayores incógnitas, pero entender la perspectiva médica de los chamanes podría hacernos reevaluar la manera en que nos aproximamos a un estilo de vida saludable y emprender en un pensar decolonial.

Bibliografía

GIRALDO, César. Shamanic Microscopy: Cellular Souls, Microbial Spirits. 2018. University of Oxford.

https://doi.org/10.1111/anoc.12087

Bulletproof Radio Podcast #79. A shamanic biohacker with Alberto Villoldo. https://www.youtube.com/watch?v=MX-Bv0yRucA

Palabras de Davi Kopenawa Yanomami

https://www.survival.es/articulos/3644-palabras-de-davi

Entoptic Imagery and Altered States of Consciousness

http://entheology.com/research/entoptic-imagery-and-altered-states-of-consciousness/

https://www.psypost.org/2019/07/study-provides-evidence-that-dmt-is-produced-naturally-from-neurons-in-the-mammalian-brain-54051

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