La artesanía como herramienta para el empoderamiento de las mujeres

Francesca Sabroso
Koshi Blog
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6 min readApr 16, 2021

Escrito por Francesca Sabroso, Co-Fundadora de Koshi Studio, investigadora en Scotiabank y psicóloga de la PUCP.

Hace exactamente un año, se aproximaba la entrega del tema de la tesis; ese gran y temeroso paso final para lograr el Bachillerato en la carrera de Psicología. No obstante, el trabajo que veníamos haciendo desde Koshi Studio hizo que esa decisión fuera fácil. Luego de aprender más acerca de las talentosas artesanas Shipibo-Konibo de Cantagallo, supe de manera inmediata que quería conocer sus historias, desde sus orígenes en la selva hasta su cotidianidad en Lima, y sobretodo el rol que la artesanía, actividad principal de la comunidad, había jugado en ese proceso. Nueves meses y muchas entrevistas después, ese proyecto de investigación era una realidad.

Dicha investigación, fue elaborada dentro del marco de la Psicología Comunitaria, tomando como concepto principal el empoderamiento psicológico (EP). Este, es definido por Rappaport (1981) como el proceso mediante el cual las personas, organizaciones y comunidades desarrollan capacidades y recursos para controlar sus propias vidas. Tuve la suerte de conocer y conversar con un grupo de mujeres increíbles, todas artesanas pertenecientes a la comunidad Shipibo-Konibo de Cantagallo, quienes habían migrado de la Selva a la ciudad hace más de 10 años. Todas las participantes comentaron que su migración a la capital se había visto motivada principalmente por la búsqueda de mejores oportunidades laborales y educacionales.

Si nos remontamos a la relación que las mujeres shipibo-konibo guardan con la artesanía, es de vital importancia conocer la terminología y simbología del kené — palabra en shipibo que significa diseño. En dicha cultura, el “hacer kené”, trata de una actividad que es aprendida inclusive antes de aprender a hablar, un arte que tradicionalmente le pertenece a las mujeres (Belaunde, 2009). El aprendizaje de la artesanía suele producirse en el ámbito familiar, desde niñas, las mujeres pasan diariamente horas junto a sus madres y demás familiares mujeres, observándolas, imitándolas y entrenándose.

Dicho conocimiento ancestral, ha cumplido una importante tarea como punto de partida para brindarles oportunidades de crecimiento y desarrollo personal, organizacional y comunitario a las mujeres de Cantagallo. En el plano personal, destacaron las siguientes:

Independencia económica
Si bien las primeras actividades económicas de las artesanas se remontaron a la venta de menús, con el pasar del tiempo comenzaron a hacer trueques en los mercados y micros, entregando pulseras, aretes y posa vasos bordados como medios de pago. Poco a poco las artesanías shipibo-konibo se volvieron más distintivas y populares entre locales y turistas de todas partes del mundo: es difícil que el contraste de los vibrantes colores del kené, en el gris y profundo cielo Limeño, pasen desapercibidos. Es así que las artesanas continuaron vendiendo sus productos de manera ambulatoria, para luego ser invitadas a participar de ferias y eventos culturales importantes dentro y fuera del país. Dichos ingresos y la independencia sobre los mismos les permitieron terminar sus estudios, sustentar los gastos del hogar y pagar la educación de sus hijos. Así se evidencia mayor agencia para organizar y ejecutar acciones para controlar lo que pasa en sus vidas (Christens et al., 2011).

“La artesanía es nuestra fuente de ingreso. La artesanía es quien nos abre la puerta, nuestro día a día. Con esto yo estudio, mis hijos estudian, comemos, compramos cosas. Con eso apoyamos a otras mujeres y a jóvenes también. Es nuestra fuente de ingresos.” (Pilar, 26 años)

Nuevas identidades en el Rol de la Mujer
Las artesanas se han ganado el respeto de todo Cantagallo, pues tanto hombres como mujeres comprenden el rol imprescindible de estas para su comunidad y cultura como portadoras de conocimientos ancestrales. Si bien el valor de la artesanía para las mujeres siempre se ha mantenido presente, una vez en la ciudad esta les ha permitido una expansión a nuevos espacios y roles desde dirigentes de las asociaciones artesanales, hasta gestoras y voceras en las asambleas: el involucramiento político de las mujeres en Cantagallo es evidente. Como resultado, las mujeres han cobrado un rol de decisoras y mayor agencia dentro de sus hogares, lo que las ha conducido a identificar derechos y conductas que no eran capaces de ver en sus pueblos originarios.

“Las mujeres tienen la voz en las asambleas. Pueden hablar fuerte y son escuchadas. Allá en la selva qué diferente era. Acá somos importantes. Acá somos la cara de Cantagallo, damos a conocer nuestra cultura y conocimientos ancestrales. Ahora hay club de madres, presidentas, somos las que traemos trabajo e ingresos a la casa.” (Olinda, 51 años)

Crecimiento y desarrollo personal
A partir de la artesanía, las participantes comparten haber cumplido metas personales, así como lograr cosas que veían fuera de su alcance. Entre ellas, se encuentran tener una tienda cultural, liderar organizaciones artesanales, innovar y explorar el kené en nuevos espacios, así como compartir más de su cultura a través del dictado de talleres, charlas y seminarios. Las participantes recuerdan cómo eran cuando llegaron por primera vez a la ciudad: sumisas y dependientes de sus esposos. Hoy reconocen el valor que tiene su trabajo y son capaces de identificar su crecimiento personal y profesional. De esa manera, pueden evidenciarse cambios en elementos importantes de su identidad. Por ejemplo, con respecto a su personalidad y autoestima, las participantes cuentan con un mejor autoconcepto, en tanto confían en su capacidad para el cumplimiento de las metas que se proponen.

“Miro atrás todos los días y me pregunto, a veces río, a veces lloro. ¡Wao!, tan lejos he llegado. De lo que deambulaba vendiendo en la calle, ahora no estoy ambulando. No soy yo la que busca la prensa, sino la prensa es la que me busca a mi, diferentes programas me llaman. A partir de la artesanía he aprendido a valorarme, que me respeten a mí y a mi trabajo que es mi artesanía.”. (Sadith, 32 años)

De esa manera, se establece que efectivamente la artesanía cumple un rol primordial en el proceso para el empoderamiento psicológico de las artesanas shipibo-konibo de Cantagallo. La artesanía, desde el momento en el que es aprendida, contribuye al EP de las mujeres artesanas, en tanto se fomentan espacios de aprendizaje y liderazgo compartido, donde la mujer sostiene un rol primordial como portadora de saberes ancestrales. Asimismo, el arte como tal les provee a las mujeres un espacio de exploración y reflexión, mediante el cual pueden expresar y comprender sus problemas. Eso, asegura Bowles (1989), puede derivar en el planteamiento de metas para la resolución de dichos problemas, lo que a su vez les otorga mayor agencia sobre el rumbo que toman sus vidas. Cierro esta nota rescatando uno de los componentes más importantes: la transmisión de legados que se da a nivel organizacional y comunitario, en donde las madres artesanas, mujeres sabias y luchadoras inspiran y preparan a las jóvenes de la comunidad para ser las siguientes líderes y portadoras de tan valiosos conocimientos ancestrales.

Referencias bibliográficas:
• Belaunde, L. (2009). Kené: Arte, ciencia y tradición en diseño. Instituto Nacional de Cultura.
• Bowles, J. (1989) Developing Community Arts: An Evaluation of the Pilot National Arts Worker Course, CAFÉ.
• Christens, B., Peterson, N. & Speer, P. (2011). Social class as moderator of the relationship between (dis) empowering processes and psychological empowerment. Journal of Community Psychology, 39(2), 170-182.
• Rappaport, J. (1981). In praise of paradox: A social policy of empowerment over prevention. American Journal of Community Psychology, 9 (1), 1-26.

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