Conversatorio: Bibliotecas y librerías ambulantes. Libros viajeros.

Stephanie Burckhard
Página Llena
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4 min readJul 5, 2017

FILGUA 2016

En el año 2016 participé en el Conversatorio: Bibliotecas y librerías ambulantes. Libros viajeros, celebrado durante la XIII edición de la Feria internacional del libro en Guatemala, la idea no estaba clara y simplemente me dijeron que me presentara y hablara sobre Lectorante, biblioteca móvil en Guatemala.

Antes de comenzar el conversatorio conocí a las excepcionales cuenta cuentos de La Valija y la cobija, con quienes nos tocó improvisar un poco porque nadie más iba a moderar el conversatorio. Llevé unos cuantos apuntes y cuando subimos y nos sentamos frente al público comenzamos explicando de qué trata cada proyecto que cada una había puesto en marcha un par de años atrás.

Sin darnos cuenta, terminamos con un análisis particular de ambos proyectos e identificamos puntos de vista y experiencias en común. Cada proyecto/ biblioteca móvil compartió los éxitos y los fracasos, así como las amenazas que una biblioteca móvil adquiere en ciudades urbanas latinoamericanas como lo son Quetzaltenango y Guatemala.

Entre los aspectos en común que identificamos fue la improvisación, el deseo de compartir la pasión por la lectura y el acceso para quiénes así lo desean. Ambas bibliotecas móviles apuntan a ser un entorno democrático, descentralizado y al alcance de los ciudadanos. También llegamos a la conclusión de que sea relajado y sin imposiciones. La intención de que sean bibliotecas externas y en un ambiente informal, como parques o espacios que no fueran instituciones escolares, es porque se aleja de asociar el hábito de la lectura a temas estrictamente de estudio. Creemos directamente que la lectura enseña a las personas temas de autonomía, creatividad y apertura a una ecología de saberes y formas de pensar.

No esperábamos encontrarnos con un alto interés por las comunidades que visitamos en las zonas de las dos ciudades. Primero con curiosidad y con el prejuicio de creer que solamente era una venta de libros. Con un trabajo minucioso de explicarle a cada transeúnte qué son las bibliotecas móviles y su función se establecieron vínculos y aceptación. Además, recibimos donaciones y voluntarios sin ningún obstáculo. Editoriales como Del Pensativo o periodistas culturales nos han abierto las puertas para que continuemos con el trabajo que hacemos.

Como bibliotecarias informales vamos adquiriendo experiencia en las calles y mencionamos cómo también nos transforma a nosotras:

Conocemos capas sociales en los barrios, grupos, espacios públicos y distintos ambientes en una misma zona.

Después de todo, hemos aprendido que las personas no son apáticas a la lectura, simplemente es una cuestión de accesibilidad y de invitarlas a tomar un libro y disfrutar de un rato de una historia. Nos ha tocado educar cómo se debe leer, aspecto que nos parece un reto particular y complejo. Bastantes personas se acercan y cuentan que les interesa leer pero no saben por dónde empezar.

Entre los aspectos negativos y las amenazas que más resaltaron fueron la vulnerabilidad que tienen los libros a situaciones externas y su uso. Un reto es adquirir habilidades especiales, y aprender a sistematizar y a registrar el control de las lecturas. La lluvia y el viento son también factores que nos amenzan.

Uno de los temas más sensibles es el de la seguridad, pues llevamos la biblioteca móvil a espacios muchas veces desatendidos, solitarios o considerados “zonas rojas”. Una de las integrantes del otro colectivo mencionó aspectos de amenazas, asaltos y de cómo tuvieron, en varias ocasiones, que cambiar de ubicación.

Presupuesto

Este tipo de programas culturales no recibe un ingreso monetario directo. Aún así, las integrantes de La valija y la cobija han hecho un trabajo excepcional para recaudar fondos, trabajar en su imagen y establecer conexiones con otros grupos, instituciones y organizaciones. Algunas de sus actividades las cobran para cubrir viáticos y están en planes de ahorro para un autobús. Han sido más constantes que Lectorante, algo que debo corregir, pero depende en ambos casos de la cantidad de tiempo libre disponible.

Personas lectoras en Guatemala

Al finalizar el conversatorio, recibimos del público bastantes preguntas y apreciaciones. La mayoría se enfocó en admirar el trabajo que hacemos y en mencionar cómo la lectura en Guatemala siempre se asocia con un público menguante de lectores. Los artículos, las notas periodísticas y algunas tesis universitarias de grado se basan en muestras pequeñas, no representativas, sobre la población en general y en juicios de valor. En Guatemala se cree que el hábito de la lectura por placer en el país es escaso, casi nulo.

Si la lectura se incluye en la categoría de actividades artísticas y culturales, se puede, quizás, describir por medio de los resultados sobre los hábitos y agrupaciones artísticas y culturales. La primera Encuesta Nacional de Juventud del 2011 menciona que mayormente hombres jóvenes extranjeros de 15 a 18 años participa en actividades culturales y artísticas.

En este tipo de estructuras de carácter social solamente el 19.10% de hombres forman parte de estas y un 13.93% de mujeres, mientras que un 82.65% no participa o es parte de estas agrupaciones, siendo los actores más participativos los jóvenes entre 15 y 18 años con un 21.32%. En el aspecto referente a la etnicidad, el más preponderante y con mayores índices de participación es el grupo comprendido por extranjeros (37.09), seguido por los no indígenas (16.87%) y por último los indígenas (15.35%), repitiéndose la tendencia de que es el estrato muy alto el que mayor participación juvenil representa con un 39.25%; el estrato alto refleja un 26.20% y el estrato bajo simboliza el 11.97%, existiendo una diferencia porcentual de 27.28% entre estos grupos que conforman la estructura social guatemalteca. (ENJU, 2011)

Aún así, llegamos a la conclusión que las asociaciones generales sobre los hábitos de lectura en Guatemala son demasiado prejuiciosas y generales. La lectura como ausencia de valor no ha sido estudiada de manera sistemática y profunda a nivel nacional. Fue un tema que nos dejó a todas pensando y con más ideas para investigar.

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Stephanie Burckhard
Página Llena

Dreaming with electrical sheep. Dealer in @Lectorantes A sociologist with a reading addiction.