El “moño” de la vergüenza.
Sí, este moño tiene un nombre y apellido; inclusive tenía sueños, tenía futuro, tenía un niño de 3 años, tenía una vida por delante.
Este moño es de miedo, de terror; por el miedo que emerge con tan solo ir a la tienda, terror, de que solo por no querer dar el celular me golpeen, me navajeen; por no hacerle caso a alguien me secuestren, me violen y me tiren como un objeto desechable.
Este moño es de luto, no solo por una persona que dejó esta vida, es por su bebé que tendrá una vida sin mamá.
Este moño es por Noemí, por estar en el lugar equivocado, en el momento equivocada y con la gente equivocada.
También es por Lucero; que seguramente solo trataba de disminuir gastos económicos en su familia, y le tocó cubrir un martes como mesera, justamente el martes que rafagearon el bar y le tocó un bala.
Es por Fátima que en menos de 5 horas la secuestraron, maltrataron, mataron y tiraron, y ella tan solo tenía 15 años.
Es por Mara, que su familia durante una semana recibió llamadas de que “está bien”. Pero en realidad estaba tirada en un baldío, desnuda, muerta, humillada y violada.
Es por Alejandra que que nadie entendía lo que vivía y que creyó que el suicidio sería su “Salvación”, y también por sus 3 hijos, que tuvieron que despedirse para siempre de su mamá. Es por la “niña de las calcetitas rojas” que con tan solo 5 años de edad fue encontrada muerta, desnuda de la cintura, con signos de violencia sexual, para abajo y solo porque no hay quien reclame su caso, no lo cuentan como feminicidio.
Este moño es por la situación actual; por hashtag como
: #AlertamujeresMX #Niunamás #vivasnosqueremos#FeminicidiosEmergenciaNacional , y por otros más.
Esto no es por “igualdad de género, ni lo escribe una “feminazi”; Lo escribe una joven de 22 años de edad, que teme por su seguridad en un país donde cada año gritan “VIVA MÉXICO”, pero de vivo, no tiene mucho.