El nacimiento de una fiera

Cecília Rodriguez
Blog Katarsis
Published in
4 min readOct 18, 2017

Si eres de León, sabrás que esta ciudad encierra maravillas, misterios. Esta es la ciudad donde las guacamayas no son aves, donde puedes comer caldo de oso sin transgredir tu alimentación vegetariana y donde la virgen María se convierte en luz de esperanza para zapateros, obreros e incluso para mujeres embarazadas que anhelan un parto exitoso.

El territorio panza verde se distingue por su imparable crecimiento. Siendo el cuarto municipio más poblado de México, teniendo 1,578,000 habitantes aproximadamente, León, Gto. es una ciudad que se proyecta al futuro, pero eso sí, que no debe olvidar su pasado, sus raíces y valores. Todos como leoneses conocemos lo que nuestra ciudad es ahora, capital zapatera, además de territorio con gran potencial industrial e incipiente zona turística. Pero, ¿sabemos cómo nació esta ciudad que hoy nos cobija?

En el siglo XVI, el territorio que hoy ocupa León estuvo poblado por chichimecas, quienes no recibían con amabilidad a nuevos pobladores. Todo grupo sedentario que decidía establecerse en la zona, era víctima de salvajes y violentos ataques, lo que convertía a este territorio en difícilmente habitable.

Además, la comarca ahora leonesa era una importante conexión entre Guanajuato y Zacatecas, los centros mineros más importantes, lo que lo convertía en un centro económico de gran importancia, sin embargo, las constantes emboscadas chichimecas en la zona provocaban que todo aquel que se atreviera a pasar por ese camino corriera riesgo de muerte, haciendo que la vía fuera prácticamente intransitable.

Afortunadamente, la historia dio un giro cuando en 1523, llegó a México, entonces Nueva España, el español Don Juan de Jasso, quien se embarcó con el afán de explorar. Su expedición fue trágica, y casi le cuesta la vida, pero logró sobrevivir y llegar a la hermosa tierra novohispana. Gracias a este personaje, el rumbo de “La Gran Chichimeca”, como era llamado León en la época, pudo cambiar y dirigirse a un mejor rumbo, ya que en 1551, el virrey Don Luis de Velasco le otorgó a Jasso el territorio de La Gran Chichimeca, y este se encargó de ir pacificando poco a poco la zona. Le cambió además, el nombre, y lo rebautizó como “La Estancia de Señora”. Sin embargo, aunque mejoró, las problemáticas continuaban.

Don Juan de Jasso

Posteriormente, en 1568, el virreinato pasó a manos de una nueva persona, Don Martín Enríquez de Almanza, quien mostró un interés especial por meter en cintura a la zona del Bajío, de una vez por todas. Su principal aliado fue el mismo Juan de Jasso, y juntos lucharon por convencer a los chichimecas de seguir viviendo en la zona si querían, pero sin atacar a los otros pobladores de la comarca. Sin embargo, aunque “La Estancia de Señora” mejoró y creció en actividad ganadera y agrícola, Jasso murió antes de que pudieran lograr la estabilidad que tanto querían.

Desesperado, el virrey Don Martín tomó una decisión definitiva. Tenía que fundarse en la zona una ciudad o villa, según fuera el número de sus primeros habitantes, que pudiera servir de fortín para la guerra chichimeca y para proteger el paso de los minerales entre Zacatecas y Gto. De esta forma, el 20 de enero de 1576, día de San Sebastián, se fundó la Villa de León, con poco más de 50 habitantes, quienes se comprometieron a habitarla por al menos diez años.

El primer trazo de la villa estuvo constituido por 24 manzanas, en torno a una plaza de 360 m2. Estas 24 manzanas corresponden a lo que hoy es el centro histórico de León, ubicado entre las siguientes delimitaciones: al noroeste, las calles 27 de septiembre y Melchor Ocampo; al noreste, las calles de la Paz y Tres Guerras; al sureste, las avenidas Independencia y Rosas Moreno y al suroeste las Avenidas Miguel Alemán y Constitución. El primer templo de la ciudad, fue el Templo del Sagrario, construido en plaza principal.

Desde entonces, esa pequeña villita de León fue creciendo, hasta convertirse en una de las ciudades más grandes de la República Mexicana.

¿Cómo lo ves? ¿Conocías todo esto de tu ciudad? ¿Aprendiste algo nuevo? Espero que esta información te haya servido para contextualizarte y que conozcas bien todo lo que sucedió sobre el territorio que ahora mismo estás pisando, la tierra leonesa.

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