El Conicet en los tiempos del Robo

Apocalipsis
2 min readDec 22, 2016

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Bienvenidos todos al tour de las redes sociales. Si ven a la derecha, observarán personas diciendo “La Nasa tiene menos gente que el Conicet”, energizadas por las ideas de cambio y demás, en el clímax del revanchismo político. A la otra derecha (por supuesto), tenemos a quienes lloran por nuestra ciencia y se preocupan de golpe por los presupuestos.

Hay una realidad: Hasta que el tema no se vuelve trending topic, a todos les importa poco y nada. ¿Qué nos importó por 12 años tener investigadores precarizados? ¿Quién levantó la voz por todos estos años de financiar, entre investigaciones útiles y necesarias, otras cuyo título ya nos hacen sentir estafados? ¿Alguien me puede alcanzar una calculadora para ver cuánto Conicet se podía sumar con la guita de Fútbol Para Todos?

Ladrones no faltan, lo que faltan son presupuestos.

Para saber qué tan bueno es un modelo de estado no hay que hablar con los oficialistas, sino con los eventuales opositores. En el oficialismo se llama a la obediencia y en la oposición a la república. La gente pasa del “armen un partido y ganen las elecciones” al “hay que respetar las minorías”, y viceversa, a gran velocidad.

Ayer revivieron las calculadoras por el tema de ganancias. Unos y otros pronosticaban el caos total si no se votaba lo que ellos querían. Al final todo se solucionó, acuerdos o valijas de por medio. La cosa es sencilla cuando todos son del palo. ¿Conicet? En 10 días todos se van a olvidar, quizá seguramente siga el mismo nivel de impresentables camuflados entre personas de renombre. Hoy en día, estar en el estado mancha más de lo que suma.

A nadie le interesa que ayer un ex ministro de economía apoyara Ganancias y hoy se oponga rotundamente, por ejemplo. O que ahora la lealtad está en el PJ y no en La Cámpora. Las cosas están en constante movimiento, los negocios van cambiando de parteneres y ¿Nosotros? Siempre tomando una u otra postura, viendo cómo los de arriba lucran con la nuestra.

Falta poco para las elecciones y algunos aún no encontraron su tajada.

Porque son los tiempos del robo. Donde no interesa nada más que ganar. Que mi tropa llegue y la tuya no, así luego “vamo y vamo”. Lo demás es irrelevante. Ya sea un sobreprecio en una obra, o poner unos militantes a investigar al lado de gente impecable (Cosa que se disimule, claro), acá la brújula son los verdes. ¿Pesos? No, señores. Ya lo dijo el difunto Néstor Kirchner: Más vale dos palos verdes en mano, que cientos de evitas volando.

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