El ocaso de Obama.

F. G. Aleman
Políticamente Incorrecto
2 min readDec 31, 2016

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A semanas de dejar la presidencia, no deja cagada por hacer.

Ejercer el poder es algo complicado, pero más complicado aún es dejar de hacerlo, tener que cederlo. La presidencia de Obama estuvo marcada por la mediocridad y un sinuoso camino que no le fue fácil porque tuvo que responder a una crisis financiera como la de Wall Street 1929.

Desde que nací, allá por mediados de los 80, Estados Unidos era el país hegemónico que ni el Imperio Romano, la Mongolía de Genghis Khan, o la Macedonía de Alejandro podían hacerle sombra en términos históricos. Nada podía con ellos. Desde que nací nunca vi un Estados Unidos tan débil como el de la administración de Obama.

Dentro del sistema internacional, los Estados Unidos han perdido una importante capacidad de ejercer el poder debido a tres factores. En primer lugar, hay países que han asumido el desafío de disputarle el liderazgo como China y Rusia. Segundo, el no saber interpretar el zeitgeist de la época el cual hizo que desarrollara una política internacional fallida (de las manos de Hillary Clinton). Por último, la gestación de nuevas amenazas que adquieren dimensiones internacionales volviéndose muy complejas de combatir, hablo de cárteles de drogas y terrorismo.

Una de las culpables.

Faltan 3 semanas para que Donald Trump sea el Presidente de los Estados Unidos y ya manifestó que tratará de generar vínculos con Rusia, además de fortalecer la relación con Israel, quien fuera un aliado estratégico de los americanos desde hace más de medio siglo.

La administración de Obama, sin importarle esto que era de conocimiento público decide no vetar una resolución del consejo de seguridad de la ONU la cual condena a Israel. Seguido de expulsar a 35 diplomáticos rusos acusados de hackear mails de la convención demócrata.

La Embajada Rusa en Gran Bretaña se burló de las acciones de Obama a través de Twitter. Aún más, en un desliz picante, Vladimir Putin respondió invitando a los hijos de los diplomáticos americanos en Rusia a una fiesta en el Kremlin. Lejos de generar descontento o una situación hostil con los Estados Unidos, el gobierno Ruso sabe que tiene que esperar tres semanas.

Así termina el gobierno de Obama, estancado económicamente, perdiendo las elecciones, debilitado en el ámbito internacional, distanciado de un aliado histórico. Acá va la parte más incomoda para los demócratas: Trump no tiene que hacer mucho para que le vaya bien.

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