Cómo NO ser líder — Parte 31.042.017

Segunda entrega de la serie “Cómo NO ser líder”.

“¿Cómo que segunda? ¿Y la primera?”, puede ser una pregunta.

¡Tranqui! Acá está el post anterior.

Micromanagement

“La confianza es el fundamento del liderazgo.” John C. Maxwell

El micromanagement es, en esencia, control. ¿Sobre quién/es? Por supuesto, sobre el equipo a cargo de uno.

El micromanager asigna tareas, no las delega. Delegar implica confianza. Siendo así, asignará tareas a los miembros de su equipo y micromanageará.

Hay, al menos, dos tipos de micromanagement:

• Oveja Dolly (*): el micromanager que si pudiera, se clonaría. Desea que las tareas se hagan como él las haría. Le cuesta horrores imaginar o visualizar que los demás las pueden hacer distinto, y que no por eso están mal.
• The Shadow (*): no importa el movimiento que hagas, ahí va a estar. Siempre observando qué paso diste, hacia dónde, con qué distancia y a qué velocidad. Tiene terror de no saber qué hacen los integrantes de su equipo.

(*) nombres pensados aleatoriamente por escasos segundos durante la confección del post.

Importante: no confundir con seguimiento. El seguimiento es importante, al menos para no perder el pulso sobre lo que sucede.

Seguimiento y acompañamiento son herramientas claves para el equipo, para sentirse contenidos, saber que no están sólos ante algún inconveniente y entender que pueden confiar en los demás.

La confianza se retribuye, en la mayoría de los casos, con confianza y resultados.

Desentenderse de capacidades y atarse a necesidades

“Antes de ser líder, el éxito sólo se trata del crecimiento propio. Una vez que te vuelves un líder, el éxito se define por el crecimiento de otros.” Jack Welch, ex director de GE.

En alguna oportunidad tuve a cargo gente a la que, lisa y llanamente, querían despedir. La justificación era “bajo rendimiento”.

Mi pregunta normalmente es: ¿bajo rendimiento respecto a qué?

Es decir: bajo mi punto de vista, uno puede tener bajo rendimiento respecto a lo que uno puede dar, o bien respecto a lo que esperan que uno dé.
Por supuesto, cuando alguien te dice eso sobre otra persona, naturalmente es el segundo caso.

Hay veces (la mayoría, de hecho) en las que se deja sin atender el punto de cuánto uno puede dar. Por capacidad, por seniority, por experiencia, por conocimientos, o por factores externos.

Entonces: obviamente que las necesidades son importantes, pero no es menor prestarle atención a las capacidades. Esas capacidades, bien explotadas (en el mejor sentido posible de la palabra) no sólo darán resultados mucho mejores (que si sólo nos enfocamos en lo que necesitamos), sino que además harán crecer a las personas.

Es un win/win.

No mediar en los conflictos

“Un verdadero líder no es un buscador de consenso, sino un moldeador de consenso.” Martin Luther King

¿Cuál sería la definición de equipo? ¿Sería cercana a la de manada? ¿Entre todos se cuidan?

“Es la regla de una manada. Entre todos se cuidan.” Manfred a Diego - La Era de Hielo 1

Más allá de definiciones más o menos filosóficas y románticas un equipo es, en principio, un grupo de personas (según Wikipedia, “que interactúan, discuten y piensan de forma coordinada y cooperativa, unidas con un objetivo común”).

Ahora bien, este punto es el que ya de por sí implica que van a existir diferencias. ¿Por qué? ¡Porque somos todos distintos!
Porque todos tenemos ideas, pensamientos y sentimientos diferentes. Y más aún, porque tenemos distintas maneras de expresarlas.

Dicho esto, es responsabilidad del líder poder lidiar con esas diferencias (que tranquilamente pueden escalar a conflictos) y mediar. Y como no siempre es posible encontrar el consenso, a veces es necesario poder moldearlo.

Llegar a la mejor solución posible (o alcanzable) entre las partes, donde en muchos casos es requisito que ambas cedan en algo. Es decir: todos nos esforzamos en llegar a un punto común, o al menos en el que nos sintamos más cómodos.

Pero trabajarlo. Quedarse afuera y ser un mero espectador, no ayuda.

Como siempre, comentarios y opiniones son muy bienvenidos.

¡Nos leemos en la próxima!