Expandir nuestro erotismo

Gaiawyn
La ecuación de la consciencia
8 min readAug 13, 2016

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Hoy iba a escribir sobre el complejo de Electra, y probablemente lo haga después de este artículo y lo publique en un futuro, pero cuando me dispuse a escribirlo me di cuenta de que había tanto por hablar del erotismo que el tema constituía todo un texto en sí mismo.

Hace algún tiempo publiqué un texto sobre la represión sexual y el complejo de Edipo (https://medium.com/la-ecuaci%C3%B3n-de-la-consciencia/el-complejo-de-edipo-y-la-represi%C3%B3n-sexual-334dc390ae62?source=linkShare-8163beb4d569–1471107625). Hoy, releyéndolo para poder darle una continuación coherente a esa nota, noté que debía hacerle algunas correcciones que son sumamente relevantes para expresar las ideas que en esta ocasión intentaré plasmar.

Tuve que corregir en dos partes distintas, la palabra «erotización» por la de «sexualización», la razón por la que reemplacé el concepto de erotismo por el de sexualidad es porque no son para nada lo mismo. Si quien lee esto creció en una cultura occidental es probable que al leer la palabra «placer» su atención mental vaya automáticamente a sus genitales o a imágenes sexuales y la explicación de porqué esto sucede puede ser hallada en el artículo que mencioné anteriormente, pero el placer no es sólo estimulación genital, ni siquiera es solamente estimulación corporal si vamos al caso, el placer está compuesto por todos los aspectos de la realidad que al interactuar con nuestra consciencia nos hacen elegir la vida, en definitiva el placer es la pulsión de Eros en sí misma, el placer es erotismo; y ese erotismo puede ser sexual como no. El erotismo también puede consistir en una caricia, en hacer reír a alguien cuya sonrisa nos guste mucho, en oler al pasar un perfume que usaba nuestra abuela cuando éramos chicos, comer nuestro gusto favorito de helado, oír una canción que nos estremezca o que nos haga bailar, meditar, observar las estrellas o fotos de nebulosas, etc. El erotismo por ser placer, es tan extenso como extenso es el cosmos y nos hace sentir de manera tal que bajo ninguna circunstancia dudamos de nuestro deseo y voluntad de estar vivos. Podrán imaginarse entonces cuan importante es el erotismo para llevar una vida feliz.

Estoy viendo que aunque sea resumidamente voy a tener que explicar el porqué de la fijación sexual en cuando a lo que el erotismo se refiere; es tan simple como esto: porque cuando pasamos por la etapa fálica de descubrir nuestro placer genital, nuestras figuras de autoridad, y la sociedad en general, lo encuentran incómodo (por sus propios complejos no resueltos) y entonces lo reprimen. Si en esas etapas de crecimiento alguien nos dice que algo (que no tiene nada de malo) es vergonzoso, o exhibicionista o en definitiva malo, entonces la desvirtuación de nuestro flujo de desarrollo psíquico resulta inevitable y por ende nuestra consciencia siempre va a llevarnos a ese punto pulsionalmente sin poder avanzar más allá porque hay un bloqueo, y porque en definitiva nos está pidiendo que lo resolvamos.

Vamos a hacer un salto en este momento de la psicología a la metafísica espiritual, no sé si todos los lectores van a estar familiarizados con la noción de la kundalini pero por las dudas he decidido parafrasear un poco a Wikipedia y así no ahondar mucho en la definición, la kundalini es una energía invisible que se encuentra dormida en nuestro chakra raíz (el primero) y que al ser despertada se extiende desde la base a nuestra coronilla logrando un nuevo nivel de consciencia e interacción con la realidad. En lo que Freud fue brillante (y esto de mi parte es en serio algo atípico ya que no suelo sentirme muy de acuerdo con sus enfoques en casi nada) fue en ponerle un nombre académico y occidentalmente aceptable a la kundalini: pulsiones eróticas.

Retomando el tema de la fijación sexual en el erotismo debo continuar aclarando que el orgasmo es una experiencia espiritual por excelencia, las sensaciones que tenemos durante un orgasmo (e incluso durante el varios instantes previos al climax) poco puede ser descripto por completo desde un punto de vista meramente biológico; nuestros cuerpos se estimulan de manera tal que literalmente sentimos que morimos, porque lo que pensamos que somos no logra abarcar lo que estamos sintiendo. ¿Qué hay si les dijera que la razón por la cual sentimos que morimos es porque es hasta el chakra sexual (el segundo) donde en nuestro desarrollo psíquico nos permitimos reconocer la kundalini en nuestro cuerpo y luego al seguir elevándose en los otros chakras nuestra consciencia sutiliza está energía, volviéndola considerablemente más sutil de lo que podría sentirse?

Más sutil?!?! Sonaría a que nunca tuve un orgasmo diciendo eso, y por mucho tiempo esa fue una realidad, he tenido un trabajo muy arduo permitiéndome reconocer no solo qué ese chakra es parte de mí sino también permitiéndome dejar que la kundalini pase a través de éste. Pasé por muchas etapas para poder hacer las paces con este bloqueo sexual, me rebelé ante la represión, frivolicé el sexo, lo magnifiqué, lo mecanicé, lo cuantifiqué, lo sobre-simplifiqué y cuando termine de enfrentarme a todas las cosas que temía que pasaran, finalmente dejé de presionarme con lo que creía que debería estar pasando, me dejé llevar y la magia sucedió.

Me parece importante compartir este proceso también porque en mi práctica terapéutica veo que existen muchísimas mujeres que tienen este problema sexual y pienso que el testimonio puede servirles para que sepan que es muy normal y puedan quitarse algunas presiones de encima. En lo que a mí respecta, tuve varias motivaciones para resolver ese bloqueo sexual, algunas personales que no voy a compartir en esta nota, pero una de las más importantes fue que por algún tiempo escuché que no hay ningún placer en esta tierra que se le compare y me parecía injusto no poder experimentarlo. Ahora, si bien esta frase para muchas personas puede ser cierta, la experiencia me ha mostrado que no es así…

Una sola vez he tenido esta experiencia y desde entonces he sabido que si estar vivos debe sentirse idealmente de alguna manera, entonces se debería sentir así: Esto me pasó en el 2008 y desde entonces he investigado en distintas culturas, filosofías e ideas espirituales buscando cómo se llamaba lo que me pasó: algunos lo llaman nirvana, otros éxtasis, otros despertar de la kundalini; lo único que sé es que se sintió como si cada parte de mi cuerpo estuviese teniendo un orgasmo; fue como sentir que literalmente todos mis átomos entraban en ebullición y me fundía en el todo; cómo si de repente mi consciencia no estaba limitada por mi piel y mi cuerpo no podía hacer otra cosa más que responder ante esta nueva noción volviéndose entorno, volviéndose todo lo que me rodeaba. Debo aclarar que cuando me pasó esto no estaba teniendo relaciones sexuales en lo absoluto, estaba en medio de una situación en la que tuve que tomar una decisión y sin darme cuenta por primera vez elegí amar más allá de mi ego. El nivel de libertad, placer y unión que tuve aquella vez no lo he tenido desde entonces, era como sentir con seguridad en la consciencia y en el cuerpo que todo está al alcance de nosotros y que el sufrimiento o el dolor no podrían jamás existir; que me pasase lo que me pasase: me violasen, me desmembrasen, me quemasen o pegasen, nada de eso podía superar o captar mi atención por el nivel de placer que estaba sintiendo; que nada podía lastimarme jamás, ni en mi alma ni en mi cuerpo.

Cuando empecé a sentirme así sólo me enfocaba en las sensaciones y ese es el registro que más guardó en mi memoria, pero cuando quise ponerle palabras a lo que sentía, en medio de la confusión me dije «debo estar muriendo» y al creer que eso era la muerte empecé a decirme «entonces si la muerte se siente así, quiero morir». Ese pensamiento me dio miedo y me sacó del estado, porque por mucho tiempo había luchado contra la depresión y pensé que si eso era lo que esa energía que estaba sientiendo me hacía pensar, entonces esa energía no podía ser buena.

Ya pasado el miedo y meditando al respecto pude entender un poco mejor lo que significó ese truncamiento de la experiencia. En la teoría freudiana la pulsión de eros (de vida), tiene su opuesta llamada tánatos (pulsión de muerte), bueno, aquí nuevamente discrepo con Freud y ahora les voy a explicar porqué. Todo el cosmos se mueve, a veces se mueve en algunos sentidos y a veces en otros dándonos la impresión de que están quietos (por ejemplo si una línea ondula perpendicular a nuestro rango de visión, puede que nosotros veamos el canto de la línea pero no el movimiento que hay detrás, dándonos la sensación de que la línea está inmóvil. Por alguna razón me pareció importante dejarlos con esa idea visual). Si nada se moviese el tiempo no existiría, el movimiento es cambio y el cambio es (básicamente) que algo deje de ser lo que era para pasar a ser algo más. Hay cambios fáciles de asimilar como el movimiento de una mano y luego hay cambios difíciles porque desafían muchas premisas internas a la vez de quienes creemos ser, esos cambios son profundas transformaciones que a veces la resistencia a ellas pueden causar hasta ataques de pánico.

Si tememos «dejar de ser algo», el temor le va a poner a ese «dejar de ser» el nombre de «muerte». La transformación se puede mirar desde una perspectiva dual como en una batalla entre la vida y la muerte o el bien y el mal, etc., o con una mirada más integrada en la que se reconoce que el fluir es inevitable y que entregarnos a él es la parte más importante de la existencia. Por lo tanto, desde una mirada dual el tánatos puede sentirse muy real, pero desde una perspectiva integrada el tánatos no es una fuerza sino la resistencia al fluir de vida ya existente. El tánatos es la sombra jungueana, es la profecía autoanunciada que por miedo a morir nos priva de la parte más importante de la vida que es la transformación, es miedo a morir y no la muerte en sí misma, porque quien tiene una perspectiva integrada sabe que la muerte no existe (y sé que esta osada afirmación da para escribir un articulo en sí mismo).

Se preguntarán entonces ¿quiénes tienen una perspectiva integrada? Sin lugar a dudas quienes puedan vivir en este éxtasis todo el tiempo y quienes lo han experimentado alguna vez sólo podemos intuirla a veces desde el sentir y el recuerdo, es por eso que mis conclusiones se basan en aquel momento que experimenté.

Otra pregunta que este artículo puede responder es: ¿Por qué en la práctica de la sexualidad tántrica se puede perpetuar el orgasmo por tanto tiempo? Porque quienes practican tantra trabajan para liberarse mentalmente de sus temores a la muerte (que en el sexo es más que nada el temor a desarrollar una dependencia al placer y el sufrimiento que genera la idea de que éste se termine, y también el temor a perder a la pareja), temores inconscientes que se desatan pacíficamente al tener un orgasmo. Es como si la mente dijese: «bravo, bravo, muy lindo pero hasta acá llegaste», y por suceder inconscientemente no lo sentimos como una restricción sino como un límite natural.

Para concluir me gustaría remarcar que la sexualidad es fantástica porque nos permite vislumbrar por una grieta toda la capacidad erótica que tenemos, pero para lograr ampliar esa grieta y realmente expandir nuestro erotismo, para encontrarlo en todo lo que existe, necesitamos desarrollar un profundo compromiso con nuestra introspección y atrevernos a ver, sin vergüenzas u falso orgullo, nuestros miedos y las limitaciones de nuestra mente, para poder hallar nuestras muertes y superarlas.

Me gustaría dejarlos con unas preguntas para que se hagan a sí mismos como culminación de este artículo ¿qué harían con sus vidas si pudiesen sentir constantemente el placer más grande que alguna vez experimentaron y, sin importar lo que hagan, supiesen que nada ni nadie se los puede quitar? ¿Cómo vivirían la realidad? ¿Y qué cosas que hacen actualmente para evitar sufrir, dejarían de hacer?

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