¿Dónde quedó la comunidad?

Porque ya no conocemos a nuestros vecinos…

Susana Zavala
La esquina feliz
2 min readJun 23, 2015

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Hace algunos días platicaba con mi amigo Ulises acerca de un tema que ronda en mi cabeza desde hace varios años. Platicábamos sobre el cómo hemos perdido la capacidad para crear una comunidad en los lugares en donde vivimos, aunque hayan pasado muchos años.

Ambos tenemos diferentes condiciones de vivienda. Él ha vivido en el mismo lugar durante muchísimos años, más de 15. Yo he vivido acá durante cuatro años y medio. Ambos coincidimos que es complicado formar comunidades, demográficamente hablando, en la ciudad de México.

Coincidimos en que realmente nos hace falta ya que conformar pequeños grupos organizados será lo que nos rescatará de la hecatombe económica y social que se avecina.

Pequeñas células sociales para salvarnos

Hablando de la situación actual, no solo de México, hemos reflexionado varias veces sobre la importancia de buscar nuevos caminos que amortigüen la caída inminente de nuestros sistemas.

Como todos vivimos y sabemos, nuestros sistemas están enfermos y están cayendo, cada vez más rápido, no importa que nos aseguren lo contrario. En México, en los últimos años, hemos experimentado una descomposición general que se acelera exponencialmente con el paso del tiempo. Parte de esta crisis son las rupturas, como entre el individuo y la sociedad; entre la sociedad y los medios; entre los medios y el individuo; entre los poderes fácticos y la economía; entre el individuo y la economía. Rupturas por doquier.

Como sea, cada vez que Ulises y yo nos reunimos a tomar café y platicar, llegamos a conclusiones parecidas en diferentes ámbitos: necesitamos organizarnos, en pequeños grupos o células sociales — culturales, económicas, laborales o de cualquier tipo — para ayudarnos todos.

Específicamente, la última vez, dialogamos acerca de la organización laboral-proyectual que realizamos durante los últimos años entre los conocidos para poder avanzar en estos ámbitos sin tener un empleo fijo, que sabemos, cada día con mas certeza, ya no funcionan para avanzar como sociedad.

Platicamos sobre el cómo los conocimientos de cada uno de nosotros aportan avances en las pequeñas células a las que pertenecemos, que pueden — y deben — ser varias. Todos sabemos, hemos aprendido cosas distintas, en diferentes giros o ámbitos, y trabajar en conjunto con otros independientes nos aporta nuevos caminos y soluciones para tener trabajos estables y cierto nivel económico sustentado por este trabajo celular.

Nuestra conclusión, una vez más, es la de buscarnos como nuevos vecinos en este mundo globalizado y trabajar por un fin común a la vez. Realizar proyectos basados en la idea de alguno de nosotros, apoyarnos, ponerlo en marcha y seguir con otra idea.

De esta manera esperamos generar movimiento y sinergia que nos ayude a todos, sin importar mucho a lo que nos dediquemos.

Algo tenemos que proponer y probar, porque lo que hemos estado haciendo durante años ya no funciona. Y no digo que esta sea la ultimate solution a nuestros crecientes problemas, pero lo que nosotros vemos es esta tendencia a buscar opciones que, quién sabe, un día acaban siendo la nueva teoría económicososial que nos va a sacar del desastre.

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