minireseña — Bloodstained: Curse of the moon

Esfera
La Gran Bola
Published in
5 min readMar 25, 2019

Esta ha sido una entrada nada planificada.
Me encontraba un poco regular por la noche, intenté calmarme mientras estaba acostado pero nada. No conseguía tranquilizarme y dormirme. Cogí mi switch, vi este juego… Y para cuando me di cuenta eran las 3 de la mañana. Sentí la cabeza más despejada, tranquilo. Pude dormir… Para seguir jugando a la mañana siguiente.

Resulta un poco extraño que mi primer Castlevania no lo sea en el nombre; pero, aún no siendo un pura sangre, viene de uno de los padres de la saga; Koji Igarashi.
Quién me conozca un poco, sabe que no soy de los que mire el nombre del autor o equipo responsable (me gusta juzgar al margen de ello, si puedo). Mi interés por el juego no vino por el nombre detrás, sino por lo mismo que hace que me fije en las cosas; el interés de otros. Funciono así en realidad. Si la gente está interesada por algo (pongamos Capitana Marvel por ejemplo), intento guardar eso en mi banco de memoria para revisarlo cuando haya pasado el interés general. De esta manera, lo reviso por mi cuenta cuando deja de estar tan presente en las redes sociales. Este es uno de esos casos.

Cuando salió Bloodstained, fue analizado por, entre otros, algunos youtubers /influencers que sigo. Me picó la curiosidad por ser algo con aspecto “viejo” (juego estilo 8bits), pero contemplando en su diseño al jugador actual. Esto se debe a sus modos de dificultad casual y veteran. Las diferencias es que veteran tiene un número limitado de vidas, además que el personaje sufre retroceso con cada golpe (como en los Castlevania de NES). O más bien, los personajes.

En principio manejaremos a Zangetsu, un señor (no relacionado con Bleach) maldito por fuerzas demoníacas que ha jurado venganza contra cualquier bicho del averno con el que se tope. En su viaje, siente una fuerza maligna que le atrae a un castillo europeo. En su camino al lugar, encontrará demonios o personajes que aprovechen poderes demoníacos. Es aquí donde el juego se diversifica, pudiendo optar por matar a estos personajes o perdonarles la vida. Lo primero concederá a Zangetsu un poder adicional por cada personaje asesinado; lo segundo, nos permitirá manejar un nuevo personaje.

El cambio de personajes acaba teniendo más importancia que tener barras de salud extra que utilizar a conveniencia del jugador. Cada nivel tiene accesos exclusivos que requieren de los “talentos” de un personaje específico, llevando a atajos o puntos donde conseguir vidas (en veteran solo), salud o puntos de “magia” llamados weapon. Estos últimos son lo que hace falta para activar los poderes o usar las armas de los personajes (los “talentos” que mencionaba).
La pega viene cuando te das cuenta que si el personaje que manejas muere, no lo recuperas hasta pasarte el nivel. Esto se nota especialmente en la segunda vuelta del juego. Porque sí, el juego no sólo se diversifica en el diseño de niveles (no es un metroidvania). Este título de tan sólo unas 3h o así, resulta que tiene varios finales y dos “campañas” distintas.

Comentaba antes la posibilidad de matar o perdonar a los personajes que encontremos como Zangetsu, cosa que desbloqueará un final. Pero llevar al resto de personajes, desbloqueará un nuevo modo, Nightmare. Que suena intimidante… Pero no es más que volver a jugar los mismos escenarios, cambiando alguna cosilla que no spoilearé.

Bueno, una vez destripado el gameplay en general toca hablar del resto. ¿Este es uno de tantos juegos que usa la nostalgia por lo viejuno? En parte, sí.
Es cierto que han salido muchos indies y no indies con “amor” por el estilo de videojuegos de las eras tanto de 8 como 16bits. Algunos títulos como Shovel Knight, han hecho un esfuerzo consciente por copiar cosas de los juegos clásicos, pero incorporando novedades que hagan divertido el juego en la actualidad. Otros en cambio; o son demasiado fieles al estilo clásico (demostrando tendencias que han quedado obsoletas), o en la mezcla de ingredientes no tienen una buena sinergia (mezcla de mecánicas odiosas, choques entre innovaciones con “elementos clásicos” , etc.) Gamer’s Toolkit tiene un vídeo genial donde habla de esto usando Shovel Knight como ejemplo de buena nostalgia.

Todo esto está muy bien, pero “¿Qué tiene que ver con el juego?”. Bueno, la parrafada de antes no la decía por sonar repipi; sino porque, igual que otros muchos casos de “explotación de la nostalgia”, este título cumple recreando el feeling de los juegos clasicotes. No sólo por el gameplay con power ups y vidas, me refiero también al nivel estético.
La paleta de color de los escenarios está más cerca de los 16bits, mientras que los personajes están más en los 8bits. Descuadra un poco, pero te acostumbras enseguida. Aunque donde más brilla Bloodstained, creo que es tanto en la banda sonora, como diseño de sonido.
La banda sonora es chiptunera con verdaderos temazos que nada tienen que envidiar a los mejores temas de la saga Castlevania. Luego está el diseño de sonido, que me encanta por el mimo al detalle. Cosas como la risa característica de un jefe, el sonido asociado a cada arma/hechizo utilizado; e incluso detalles como el ruido de unas tijeras de podar que suenan antes que te ataquen con ellas. Para su corta duración, resulta alucinante el nivel de detalle en algo así. Aunque es de esperar en un juego producido por un estudio de gente veterana en la industria. Han creado un envoltorio muy bonito para el público “viejoven”.

El envoltorio es muy bonito, con una opción para que los veteranos sientan cómo desempolvan un juego de NES perdido en el tiempo. El problema es que esto no deja de ser una capsula del tiempo en el mejor y peor sentido. Es uno de esos casos en los que, por ser un fiel reflejo de una jugabilidad de hace más de 40 años, no aporta novedades interesantes. El modo casual se agradece enormemente (como me he pasado todo), pero también es cierto que quita todo el desafío. Como jugar a un título arcade 10-20 años después; viendo que, lo que te costó días de niño, te ha llevado media hora.

Está bien para ser un juego menor, antesala del verdadero juego del kickstarter Bloodstained: Ritual of the night. Sin embargo; tratándolo como un juego “”indie”” (énfasis en las comillas) que usa la nostalgia, opino que existen mejores opciones en el mercado. Un muy buen juego para los fans de Castlevania, que he disfrutado de una sentada (no podía dejarlo). Sus modos adicionales Nightmare, Ultimate y Boss Rush le aportan horas y horas de rejugabilidad. He disfrutado un montón, me ha gustado como acercamiento a la saga de los demonios y latigazos a candelabros… AUNQUE existen opciones más interesantes en el mercado indie. No sólo Shovel Knight.

--

--

Esfera
La Gran Bola

Un tipo que se dedica a escribir sobre su hobby porque no hay humano capaz de aguantar su turra en la vida real.