minireseña — Battle Chef Brigade

Esfera
La Gran Bola
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8 min readMay 15, 2023

Podcast:

Títulos en los que usar más de una neurona como los puzzles no suelen hacer acto de presencia en esta casa, por problemas de neuronas. No es un género que me desagrade o algo así, me pasa algo parecido a los juegos musicales, no creo que de entrada haya mucho que decir. No obstante aquí llega este modesto kickstarter llamado Battle Chef Brigade con una idea bastante innovadora mezclando gameplay con mecánicas.

Battle Chef Brigade fue un kickstarter con una recaudación de poco más de 100.000 dólares, de los 40.000 necesarios para su producción. Salido meses después que la Switch, este juego captó mi atención y desde entonces ha estado en mi backlog (la versión deluxe concretamente). El arte anime tenía un buen dibujo, animación fluida (una cosa en la que me suelo fijar no sólo en los especiales de Anicember para el podcast), incluso ofrecía dos dinámicas bien complementadas… ¿Entonces por qué me ha dejado con un mal sabor de boca? En parte, porque esperaba acabar más lleno.

No pasa nada con un juego breve, siempre que sea rejugable. Battle Chef Brigade eso lo cubre estupendamente con un buen multijugador, algo parco con tan sólo 3 personajes. Thrash el orco, Ziggy el nigromante y nuestra protagonista Nina Han. Quiero pensar que habían más personajes pensados, pero el kickstarter no recaudó lo suficiente como para expandir el rooster de personajes jugables en el multijugador. Una pena, aunque ello no resta mucho al producto final.

En este juego, como comentaba encarnamos a Nina Han, nacida en la aldea Ventosa; más concretamente en el seno de un restaurante. El negocio familiar donde Nina pule sus habilidades poniendo platos en la mesa de su clientela. Aquí es donde la naturaleza anime aflora con el tropo de “prota alcanzando la madurez”. Sí, una “coming-to-age story” funcional aunque insípida dados los derroteros por los cuáles la historia decide llevarnos. Son un total de 6 episodios, mal llevados en mi modesta opinión que nadie ha pedido.

La trama empieza como se espera de cualquier manga-anime con una historia así. Si no habéis visto historias manga-anime, pensad en kung-fu panda 1. Una joven talentosa queriendo enrolarse en las prestigiosas filas de la brigada de chefs que da nombre al título. Mina quiere dejar de hacer lo mismo día tras día en el restaurante de su casa, puliendo sus sentidos usando el menú de comida casera que tiene memorizado desde pequeña, el del restaurante de sus padres. Ahí empieza el tutorial con las dos partes del gameloop, caza y cocina. El segmento de cocina bebe de los metroidvania en términos de combate y plataformeo. Con tan sólo unas pocas plataformas, se nos permite andar por una especie de bioma que lleva la definición “metroidvania” al mínimo. Recuerda un poco a los encuentros multijugador de smash bros para 3DS.
En los segmentos de caza, Mina se valdrá de su físico para derrotar monstruos, de los cuáles aprovechará sus partes a la hora de elaborar el plato o platos que necesite. A lo largo de la historia, podremos comprar mejoras diferentes, de la misma forma que en los metroidvania. Hasta nueve mejoras, tres por cada punto clave del gameloop. En el caso de la caza, están pensadas para el movimiento, ataque, magia (cada personaje jugable realiza un especial), etc. Habiendo hecho acopio de los ingredientes, toca echarlos a la cazuela, y aquí es donde entran otras 3 de esas nueve mejoras posibles: Los instrumentos de cocina.

Antes de conocer los condicionantes del encuentro culinario, está la posibilidad de escoger 3 instrumentos de cocina. Empezaremos con una sartén, que ayude a combinar los ingredientes; aunque posteriormente se pueden comprar otros elementos como una tabla de corte para eliminar elementos no deseados o bien ollas especiales en función de las gemas utilizadas en el plato. Estas gemas son el centro del gameloop. Constan de tres colores, verde, azul y rojo; correspondiéndose con los tres elementos básicos. Nuestro cometido en la cocina consiste en extraer las gemas valiosas de cada ingrediente, combinarlas, potenciarlas para que el valor de nuestro plato ascienda. Las gemas son las piezas en este juego de puzzles, pero al contrario que algo como tetris, no desaparecen. Tríos de gemas forman una de grado superior, pudiendo llevarlas hasta el nivel 3. A mayor valor las gemas, más exquisita nuestra innovación culinaria. Los instrumentos de cocina de primeras no juegan un rol importante en esta dinámica, los primeros capítulos nos tendrán combinando gemas. Con buen ojo, los desarrolladores han colocado tres variedades de minijuegos a lo largo de la historia. Una salsa más que bienvenida en pos de enriquecer el conjunto. Mina llegará a la capital del reino con su plan de entrar en la brigada, tomando parte en un torneo entre aspirantes. Al llegar con lo puesto, no tiene dinero para sobrevivir en la capital; por lo tanto pilla trabajos de miembras y miembros de la brigada. Tres para ser exactos. Pontida es una enana de pelo rosa, cuyo restaurante La media Luna es muy popular. Aquí se nos darán desafíos de velocidad, tratando de recrear una formación de gemas específica. Seguidamente Belchior, con un papel algo más significativo en la historia, propone puzzles con la comida. Todos sus desafíos pueden simplificarse en “coge estas gemas y consigue esta puntuación”. Aquí cada movimiento cuenta, especialmente pasados los primeros capítulos. Finalmente Thorn es la responsable de ponernos en forma con ejercicios de caza con los que practicar ataques o algunas de nuestras mejoras equipadas. Con estos tres ejercicios diarios, se acumula dinero, útil para comprar las mejoras o utensilios (las mejoras comentadas).

El paso decisivo será cocinar los ingredientes en sartenes y ollas especificados con antelación. En base a las exigencias de los jueces, tanto de tipo de gema que prefieran como ingrediente base de la competición, nos corresponde adaptarnos. En un tiempo estimado de entre 5 hasta 15 minutos, se desarrolla el gameloop. Atravesar un portal a un bioma en donde se haya el ingrediente de la competición, cazarlo; y por el camino hacer acopio de otros ingredientes. Antes de recogerlos, un bocadillo (coña no intencionada) enseña la formación de gemas del ingrediente. Por ejemplo si el ingrediente tiene dos gemas verdes y una roja de grado dos. También es importante la figura que dibujen las gemas, para que quepan en la cazuela o sartén. Sino, toca remover las gemas dentro, combinar alguna así habrá hueco. Se mueven en el sentido de las agujas del reloj o contrario a estas, de cuatro en cuatro. El objetivo es, para antes que suene la campana, haber dejado los platos ante los jueces. De no hacerlo, no sólo se nos penaliza, sino que en caso de tener multiples platos, la máquina los asignará a su bola. En otras palabras, altas probabilidades que los jueces y sus platos se mezclen, no cumpliendo los requisitos. Esto también le puede suceder a la máquina por cierto.

En el momento que el gong suene, se pasa a la última sección, el juicio. Este segmento califica si los platos cumplen los requerimientos de cada juez. Por ejemplo, si un juez quiere un plato de tierra y agua, has de garantizar que ambas materias estén equitativamente representadas en tu plato. No basta con poner gemas verdes de grado 3, mezcladas un un par de gemas azules de grado uno por ahí sueltas. Dicho esto, se espera de nosotros gemas de grado 3 en los platos, ya que elevan más la valoración del plato. Si además, contentamos a los jueces, estos sumarán puntos extra al plato. Por contra, existen detalles que revisar en el plato como gemas púrpuras de veneno o hueso. Gemas especiales con su utilidad durante la elaboración del plato, pues usadas con pericia aumentan el valor de algunas gemas sin necesidad de buscar hacer tríos. El veneno es el tipo de gema más arriesgada. Tiene un número limitado de movimientos, y de hacerla explotar reduce el valor de gemas adyacentes. Por si eso no fuese suficiente, el veneno mermará la nota final. Por su parte, las gemas hueso, son el comodín. Juntar tres crea una gema arcoíris, útil para completar algún trío de piezas en nuestra mezcla. Posteriormente, la trama introduce más obstáculo como gemas resquebrajadas que, al igual que las venenosas, tienen un número limitado de movimientos, no obstante, unirlas en tríos (tanto entre ellas como con piezas no rajadas) forja gemas de grado superior en buen estado.

Pese a la elaborada explicación, el gameplay es de lo más intuitivo incluso para alguien como yo, nada ducho en estos derroteros. Siendo el gameplay tan adictivo y sencillo en apariencia ¿De dónde vienen las malas críticas? Dos palabras muy asociadas al tipo de producto del cuál hablamos: Poco contenido. Es un kickstarter este Battle chef brigade y los juegos son caros de producir. Sin una compañía metiendo panoja, la financiación de terceros sólo puede llevarte hasta cierto punto. Pese a ser un buen juego, pasada la historia sólo hay desafíos online o multijugador con hasta 3 personajes. ¡Imaginad un juego de lucha de tres personajes! Es cierto que hay modos, pero todo son variaciones sobre el mismo gameloop: Caza, prepara el plato, vuelve a recoger ingredientes, echa todo al fuego, etc. Así hasta estar satisfeches con el plato resultante. Encima, cada participante desarrolla platos específicos. No es posible imitar una receta rival porque esto va más de asociar gemas. Sí, se parte de un ingrediente, pero cada personaje tiene un o dos platos sólo asociados a ese, de los cuáles sale el dibujo si se emplea dicho ingrediente un número determinado de veces. Por ejemplo, usar partes de una hidra desbloquean un plato de Mina, otro de Thrash, u otro de Ziggy. Las ilustraciones de los platos son fantásticas, pueden apreciarse en las pantallas de carga… Pero muchos platos no los he podido hacer durante la historia por esa limitación.

Por ir acabando, la guinda del pastel la pone el ritmo de la historia, y spoilers: la guinda está caducada. Pese a que el ritmo del juego empieza bien, con una buena intro, un muy buen doblaje que compensa la narración casi de visual novel, la dinámica de los retos culinarios con los trabajitos para veteranas y veteranos de la brigada… En la mitad del juego, la narrativa se detiene con el giro dramático que envía a la prota al punto de partida. Ese tropo de volver al hogar, ver las cosas van mal sin la prota y luego ella tiene que volver para poner fin a todo. Aquí el ritmo falla porque vemos todo este viaje de Mina, una vez consigue su objetivo tras un examen final muy duro; la narración vuelve atrás en el tiempo para explicar eventos durante la ausencia de la prota. En el episodio quinto cambiamos de personaje y sólo durante ese episodio (uno de seis). Es un ejemplo tan de manual de “prolongar la trama” que hasta propio orco cocinero usa su furia Berserk para poner punto y final a esta pantomima de arco que frena la progresión de la historia en un punto anterior incluso a cosas ya vistas. Ello evapora cualquier tensión posible, pues ya sabemos por episodios pasados que el reto será superado. ¿Qué sentido tiene ver a un personaje superar un desafío, cuando el propio juego nos ha spoileado la conclusión? Como resultado, uno de los puntos más comentados al criticar Battle Chef Brigade es que los desafíos y la historia, empachan la experiencia. El pulso de les guionistes asumo que es el responsable. Sin embargo, con algo más de tino en el guión y dineros… De aquí pudo salir un gran adversario para Overcooked, otro juego multijugador con fogones de por medio.

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Un tipo que se dedica a escribir sobre su hobby porque no hay humano capaz de aguantar su turra en la vida real.