minireseña — Dragon Age Inquisition

Esfera
La Gran Bola
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8 min readJun 25, 2022

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Cuando se retiró de la política Pablo Iglesias, la atención mediática dejó de estar pendiente de hacer memes cada vez que respiraba este hombre, en su lugar enaltecieron a otros políticos. Esto ha alimentado la tensión ciudadana en los ultimos años por las tensiones entre extremistas con cada nueva crisis. Cada día salen nuevas crisis que echarse en cara en el congreso, en lugar de buscarles solución. Redoblan sus esfuerzos en el congreso por quitarle audiencia a Jorge Javier Vázquez.

Esto sigue siendo mi comentario sobre Dragon Age Inquisition, un juego de fantasía medieval sobre matar un mal ancestral. La introducción está ahí como prueba feaciente de que la política tan sólo sabe retrasar las soluciones a los problemas reales. Muchas llegando tarde y mal, como acertadamente lo comenta repetidamente Sera. La arquera elfa del grupo puede ser una Daniel el travieso con mentalidad comunista, pero también tiene más razón que un santo al pedorrearse de toda la gestión inútil en la Inquisición. Tú Inquisición. Nuestre avatar se encuentra a la cabeza de todo, dirigiendo una organización independiente a afiliaciones políticas… Que se traduce en la burocracia consecuente. Tratar con la nobleza, conclaves, vernos con la alta alcurnia orlesiana… Para las cuestiones de etiqueta estará la deliciosa antiviana Montilyet. O si necesitamos alguna herramienta de extorsión, Leliana y sus espías allanarán el terreno. Luego Cullen será el responsable tras nuestro ejército lleno de todo tipo de personas que quieran ayudar a nuestra causa, marcando una diferencia real. Un concepto que pilla por sorpresa a mucha gente, pues sus países siguen atrapados en demasiada burocracia como para molestarse en mover un dedo por ayudar a la gente. Lo mismo que en nuestros país, cambiando la nobleza por políticos pagados por tirarse piropos de lo más coloridos a puerta cerrada. Mientras la población se pelea por culpa de extremistas.

Eso es lo que promete nuestra Inquisión frente a la crisis que se cierne sobre toda Thedas. Un pequeño miniestado sin afiliaciones, cuyo crecimiento aterra a las naciones. Ven la Inquisición como un jugador cuya llegada a su juego burocrático es “non-grata”. Sus intenciones (y los actos de nuestre avatar) han sido un faro de esperanza al que más gente se alista. Es como en Civil War (el cómic, no la peli). Hasta la ayuda desinteresada necesita supervisión para no extralimitarse en sus funciones pasándose por el arco del triunfo fronteras y legislaciones. Este es un debate que plantea el final del DLC de Inquisition al hacernos la pregunta “¿La Inquisición ha venido para quedarse, o mejor se haga elegantemente a un lado tras los eventos del juego?”. No, no es spoiler si te lo llevan sugiriendo desde el inicio de la campaña, concretamente madre Gisselle. ¿Estamos aquí para ayudar a la gente contra algo, o estamos aquí para ayudar y punto?

Esta es la historia de un actor o actriz que ha llegado a escena en el momento menos oportuno. Cuya vida da un vuelco pasando de secundario a la estrella del escenario, con todas las miradas clavadas como puñales en la espalda. En su mano (literalmente) está la única manera de salvar el mundo de la destrucción… Y aún así el juego pone más incapie en construir esta Inquisición, que mantener contacto con la gente. Sí, hay decenas de misiones explorando en las que salvamos a civiles de templarios rojos, magos chiflados, espíritus… Independientemente de ello, hecho de menos misiones tontas como la de Dagna. Una enana interesada en la magia, cuyo sueño era estudiarla pese a no poder ejercerla. Me hizo mucha ilusión reencontrarme con ella en este juego. En Dragon Age Origins las misiones te ponían siempre a pie de calle, pateando las naciones hablando con los civíles de sus problemas. No eras un superhéroe, intentabas mejorar el mundo como “su amigo y vecino, el guarda gris”, pese a que no podías contentar a todes. Inquisition parece más bien que su meta es la misma, pero su enfoque pasa del pueblo llano a la nobleza. Pasas más tiempo (en la campaña) recorriendo lujosas estancias o campo/desiertos. No hay ciudades sino campamentos. Esto era el 2014, la era del mundo abierto entre GTAV, Horizon; pero anterior a Breath of the Wild. El diseño del mundo parece más orgánico, obliga a les jugadores a vagabundear en pos de sus misiones secundarias. Y pese a ello, la trama del juego me distancia más de la gente.

La manera de atravesar el mundo es totalmente diferente. Si antes la inspiración era Dungeons and Dungeons, ahora Dragon Age pivota más a la acción con rpg. Es un poco Ubisoft con mapas por los que dar saltos, intentando llegar un poco más deprisa al siguiente punto indicado en el mapa, o atajando al estilo Skyrim (trepando por donde no). Útil en la mayoría de misiones de recadero, coleccionando recursos de la flora, o despellejando a la fauna (o demonios) en oleadas de enemigos cuyo propósito es subir niveles. El desarrollo de nuestre avatar o nuestras compañeras y compañeros está más simplificado con respecto Origins. Nada de evaluar los puntos invertidos en fuerza o destreza, sólo importan las habilidades. Los niveles dan puntos de habilidades que invertir en diferentes árboles de habilidad abiertos a cualquier clase. Por ejemplo, darle a Solas (nuestro mago elfo) habilidades de arquero. Absurdo porque el crecimiento de sus stats está predeterminado en base a la clase de personaje. Por otra parte, esto da muchisima flexibilidad a las builds que quieras hacerte. Agradezco la filosofía más abierta estableciendo habilidades, fruto de un mayor énfasis en estas en el combate. Mi gran “pero” viene cuando no veía efectos prácticos a algunos buffos pasivos que debía activar en los árboles de habilidades, si quería llegar a las que sí quería desbloquear.

Misma historia con el combate. Más dinámico en términos de acción, con opción a una cámara táctica que lo acerca al combate de Origins… Pese que no sea lo mismo. Se pierden opciones, control en definitiva, bajo el pretexto de dar un combate a caballo entre Origins y Dragon Age 2. Del último no puedo hablar, no obstante en Origins, pese a su tosquedad; era un combate con el que llegué a conectar. Exigía tiempo, pero establecer directrices a la I.A o dirigirla pausando el combate, te recompensaba. Aquí los combates se hacen en grandes explanadas contra esponjas de salud acompañadas de un puñado de masillas rodeando a tus personajes que apenas tienen unas pocas pociones para curarse. Nada de estrategias raras como mi historieta venciendo a uno de los peores jefes del juego haciendo que mi tanque comiese pociones constantemente, encajando todo el daño (mientras el resto de personajes atacaba). Aquí como mucho tienes 12 para todo el equipo. Con puntos ocasionales a lo largo de las mazmorras en los que “reponer suministros” vía baúles oportunamente colocados. Aquí he usado un mod que me facilitase la vida. Algunes lo veréis como chetarse o hacer trampas. Yo lo veo como opciones de accesibilidad. Me parece bien limitar las pociones en un juego de acción con un personaje, que deba volver a los campamentos si pretende fabricar elementos curativos (como Lara en Tomb Raider). Pero aquí hablamos de curar a un equipo entero de personajes, sin posibilidad de emplear “plumas de fénix” o “curas++”. Veo las dos filosofías de los dos últimos juegos chocando aquí.

Recurrente parece la historia esta de “choques entre filosofías”. Orlais o Ferelden nunca han estado tan abiertas a les jugadores, teniendo que explorarlas por narices aunque sea por matar tiempo esperando informes de la mesa de guerra. Esta novedad impone un ritmo de juego accidentado. El concepto está bien. Un modo de ligar la progresión de la organización y su influencia en el mundo, su creciente adquisición de recursos; con las campañas más importantes del juego. Es lógico pensar que grandes movilizaciones, o llegar a la nobleza, requiera de una influencia mayor en el mundo. La mesa de guerra es un reflejo del papel de la Inquisición ayudando en las regiones afectadas por los villanos del juego, el imperio Tevinter. Nuevas misiones completadas amplían la influencia de la Inquisición. De muchas pueden ocuparse nuestro capacitado consejo. El problema es que la progresión de estos copia a la de los juegos móviles, adoleciendo la narrativa. Todo lleva un temporizador, que te obliga a completar decenas de secundarias. Unid esto al hecho de que unas cuantas misiones secundarias necesitan recursos naturales que el “heraldo de Andraste” (así se nos conoce) y… Comprendo perfectamente a les que este juego se les pueda hacer cuesta arriba. En mi caso jugué en PC, cuyos mod me facilitaron la vida un montón… Pese a las dificultades técnicas.

En mi vida he jugado un título tan interesado en echarme. Crashes frecuentes al utilizar el personaje de Cassandra en mi equipo, la cámara del juego nunca enfocando a los personajes sino al fondo en las cinemáticas, las cuáles tenían bastantes accidentes con personajes mirando donde no debían. La carga de texturas también distraía bastante. O la de los propios personajes siendo cargados en el escenario. Y no, mi ordenador no tiene problemas, puede correr hasta Cyberpunk 2077. Ha sido un milagro terminar hasta el DLC de este juego. Posible gracias a sus personajes.

Inquisition lo jugué justo después de Origins. Al principio no conectaba con este mundo con todos tan serios, sin casi rifi rafes entre los personajes cuando andas por el mundo; esas cosas. Luego llegó el incidente en Refugio. A partir de ahí pude desarrollar la relación de mi avatar con los demás y funcionó! Salvando a Leliana y Blackwater, todos los personajes que forman la Inquisición me han gustado. Mi momento favorito fue un evento aleatorio que desbloqueé, una partida de cartas. Sí, la mayoría de personajes que no hablan ni se mueven, el acting es la cosa más incómoda de mirar del mundo… Pero hizo click en mí. Les cogí cariño. No quería dejar Feudo Celestial, estaba cómodo en esta familia de incomprendidos. Sólo sus intervenciones puntuales en la historia o el sistema de aprobación en función de tus decisiones; ya enriquecen más la experiencia. Dando a entender que nunca podrás tener a todos contentos como en Origins.

Pude hacer muchas misiones suyas con las que vi más facetas suyas como Cole creciendo como humano con ayuda de Varric, Cassandra y su lado pasional, la ardua tarea de Cullen tratando de desintoxicarse, Dorian enfrentando a su padre, etc. Inquisition ha sido un viaje repleto de baches que me gustaría ver corregidos en la nueva entrega, aunque si he llegado al final es gracias a estos personajes. Ni por el argumento, ni el gameplay… Sólo por ellos. Con quienes espero reencontrarme, al igual que he hecho con los de Origins aquí.

Pdta. Que le den MUY fuerte a Dragons Keep. Una aplicación exclusiva de Origins para rescatar las decisiones tomadas en juegos anteriores, dándote acceso a cosas que tiene este juego pero no puedes ver si vas con las decisiones por defecto. Cosa que harás en consola o en la versión de Steam de este juego. Que le den a las exclusividades.

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Un tipo que se dedica a escribir sobre su hobby porque no hay humano capaz de aguantar su turra en la vida real.