minireseña — Pokémon Españita
Podcast:
Gran parte de los problemas vistos en internet, son por ese lanzamiento tan repentino. He juntado los tres últimos en este pseudo especial, porque empieza a ser asfixiante el ritmo de consumo, ya no digamos producción. Pero ha servido a modo de retrospectiva de la era Switch, para una de los 25 años de historia os recomiendo buscar “la iniciativa pokémon” por ivoox. Especiales realizados por mucha de mi competencia, diferentes podcast sobre videojuegos. Cada uno ha cogido uno o un par de juegos, o algunos virando a cosas como la mitología o su mundo al margen de las regiones individuales. Serán competencia, pero es interesante.
Púrpura/Escarlata no pudo llegar en mejor momento, con nuestro Ash Ketchump, el niño tonto del Pikachu, siendo coronado campeón del festival de campeones. Abriéndose paso entre líderes de gimnasio de diferentes regiones y hasta campeones de liga. Nuestro chiquitín ha crecido desde aquellos combates con soluciones tan originales como derretir un campo de rocas con lanzallamas, o hacer que sus pokémon bailen break dance.
Españita salió bugueado y sigue siendo lo mejor que ha parido Game Freak desde que dejamos atrás la era DS. Un juego con bugs rompe la inmersión de una franquicia en la que antaño te gustaba perderte con tus mascotas virtuales. Ahora, con un mundo cuyo diseño pretende responder al pensamiento a la deriva (por ahorrarnos la chapa pedante sobre psicogeografía, va de encadenar diferentes pensamientos sin aparente relación lógica normal; atados en su lugar por las experiencias del sujeto conforme las experimenta). Pero esto es Pokémon, ese lujo de dejar a les entrenadores a sus anchas no se lo puede permitir. En su lugar marca una progresión por niveles idéntica entre las tres rutas. De esta manera, el farmeo de experiencia progresivamente más difícil, será la que, por diseño, obligue a dar tumbos entre las tres rutas de juego. La clásica de las medallas, la de las máquinas ocultas (en este caso fortificando nuestra montura pokémon) y la del equipo adversario en esta edición, el team Star.
Lo que antaño eran jrpg robustos, la era de Switch está demostrando que ya no lo son. Si la queja general en la era 3DS con juegos como Ultrasol/Ultraluna (ya comentados en el podcast), era la casualización en pos del público nuevo; Switch directamente demuestra que el volumen de trabajo ha llegado a ser tal que un año de trabajo no basta. Ni para trabajar, ni exprimir juegos pokémon (habla alguien que se ha dado un empacho con tres juegos en los últimos meses).
Esto lo digo porque, precisamente por ello, se puede notar que tanto en 3DS como Switch, Gamefreak segmenta el crecimiento de la franquicia. Seguramente aquí me esté columpiando, pero es lo percibido tras meses de pokemonear.
El objetivo de Switch fue el mundo abierto desde el éxito de Pokémon Go. Let’s go Eevee y Pikachu fueron su primer intento con los pokémon visibles antes de entrar en la hierba. Escudo/Espada, metería a los bichos en campos abiertos (restringidos) basándose en las zonas safari. Arceus deja a los pokémon por fin libres en sus hábitats, pero sin hacer nada. Eran NPC’s sueltos y no criaturas que habitan un mundo. Finalmente llega Escarlata y Púrpura cumple esto a medias con detalles como agrupando pokémon en hordas como en Sol/Luna. ¿Eso basta para hacer un mejor mundo abierto? No necesariamente, pero ahora al menos notas que estás invadiendo un ecosistema. Incluso Pokémon agresivos por naturaleza como Hawlucha o Ursaring irán a por ti como en Arceus. Pero claro, luego te sale un bug y ese intento de inmersión se diluye.
Pero bueno, recogiendo cable, sigo con el diseño del juego. Consta de tres rutas, que igual que Arceus, reinterpreta elementos clásicos de progresión presentes desde Rojo/Azul: Las máquinas ocultas, las medallas de gimnasio y el equipo villano. Las máquinas ocultas vienen cortesía de nuestra montura rechulona (Koraidon o Miraidon) a quién POR UNA VEZ tendremos al poco de arrancar. Game Freak parece que escuchó mis quejas sobre los combates de Arceus, ajustando los jefes COMO TOCA, haciéndoles aptos al sistema de juego JRPG clásico. No todo son malas noticias para les fans de Arceus; el sigilo persiste pudiendo lanzar pokeball a Pokémon desprevenidos. Aquí no sirve para capturarlos instantáneamente como en Leyendas porque AFORTUNADAMENTE no se necesita capturar 20 o 50 ejemplares. El sigilo ayuda a ganar un primer turno contra un salvaje. Ya está.
Ahora vienen las otras dos rutas. Los gimnasios, considero, han salido perjudicados en Paldea al ser adultos con profesiones. No visten de manera tan vistosas ni su personalidad está tan marcada como con los miembros del team Star. Ambos los he metido en la misma categoría puesto que, salvo una mecánica explotada por los campamentos del Team Star, funcionan igual. Bolsas de experiencia repartidas por Paldea con niveles prefijados. Esta es una de mis pegas con el diseño. Pasa como con rpg’s de acción rollo The Witcher 3. No puedes realmente aprovechar el mundo abierto. Tu nivel limita tu hoja ruta por el territorio. Nada que ver con los sandbox de acción. ¿Eso ha prevenido que me saltase la progresión? NO.
Como comentar el juego sería un pelín aburrido, esta segunda parte voy a spoilear absolutamente todo el juego contando algunas de mis andanzas.
Pasado el tutorial, conocidas las tres rutas para cumplir con tu proyecto extracurricular; directamente tiré campo a través capturando cosas y desbloqueando cada punto de viaje rápido (por cierto, si os preguntáis por qué el taxi ahora lo llevan otros pokémon, consultad la pokedex de Corviknight en esta edición). Poco a poco fui capturando a mis habituales, que fue un poco desastre. Digamos que el sexto puesto me trajo dolores de cabeza, pase la liga con cinco bichos, y no fue hasta el postgame que pude encontrar a mi sexto. Pero en fin, para esa batallita queda mucho.
Satisfecho con los viajes rápidos e incluso habiendo descubierto un punto para entrenar, decido hacer la ruta de las MO venciendo a los pokémon dominantes con Damian. Un capullo de primeras que conforme progresas con él, vas entendiendo sus motivaciones. Más o menos a base de explorar CASI todos los pokémon dominantes me los pude funear excepto el último a nivel cincuenta. ¿Daría marcha atrás para ganar las medallas? No, a tozudo no me gana nadie. Descubrí cerca de uno de los cuarteles del Team Star las cataratas de la ira, una área con pokémon de muy alto nivel. Gracias a lo útiles que son las pokeball normales, pude capturar un Amoonguss. Al ser los últimos pokémon dominantes de agua, bastaba con conectar un tóxico y dopar de pociones al hongo. Ruta de las MO completada! Con ello, Koraidon (sí, pillé Escarlata) ya había desbloqueado todo su potencial como montura. Ahora podía ir donde quisiera.
Hora de los gimnasios, así todos los bichos capturados podrían obedecerme. Con una media de nivel treinta, los primeros gimnasios no duraron un suspiros. Durante esta ruta, Mencia hace ocasionales apariciones dando objetos o retándote a algún combate. Mencia me encanta como rival. Desde X/Y los rivales siempre habían sido demasiado majos, echaba de menos una sana rivalidad. Ella es un joven prodigio que ha llegado a ser campeona, pero decide empezar su viaje de cero al tiempo que tú porque te quiere como un rival a su altura. Alguien con quién ir a cotas más altas, a veces perdiendo la cabeza ante obviedades. ESTO era lo que quería verle al hermano de Lionel en Escudo/Espada, pero aún no le faltaba pulir la personalidad, que seguía siendo como todos los de la era 3DS. Muy normalitos, sosos o hasta bochornosos como con Let’s Go Pikachu Eevee. Mencía y su entusiasmo me han gustado, recordándome al Ash del anime. Ese que ya podemos decir es un maestro pokémon por ganar una competición contra varios campeones de liga.
Ah sí, las rutas de Escarlata. Perdón, me he desviado del guión. Cosa que los combates de gimnasio o bases del equipo Star no te dejan. Desde el lanzamiento, hay varias imágenes de gente determinando el nivel medio de cada lugar. En mi caso, fui a los gimnasios que en general he notado el bajón. Tras 7 líderes carismáticos y un cántico bastante cañero… Escarlata y púrpoura se siente algo descafeinado. El cambio de estilo por algo más “pseudorealista” y menos anime no ha sentado bien. Incluso en los diseños de los nuevos pokémon. Aunque hay honrrosas excepciones, ni con los líderes ni gran parte de la pokedex destacan mucho. Que creo que define el juego al completo. Destaca mecánicamente, pero falla siendo un “Pokémon” memorable.
Primero fui a la de tipo bicho. Una pastelera. Luego al de planta que resulta estar en la otra punta y dobla como artísta. Y luego al de agua que es un chef especializado en pescado y marisco. Y entonces me dí cuenta de algo. Todos los líderes y personajes en general, doblan como algo. Si decides ignorar el juego y pisar tu escuela, de tarde en tarde tendrás algo similar a los segmentos de los JRPG en donde tienes momentos íntimos con el cast; concretamente los profesores. Unas pocas interacciones para ver su otra cara. Por ejemplo, Hugo (el cariñosamente apodado “Mauricio Colmenero”) enseña en sus clases las bases de las mecánicas relacionadas con los pícnics (donde haces los bocatas). Se le ve fortachón, pero en el fondo es blandito. Un ser de luz que comería 20 tacos extrapicantes sólo por corresponder a la visión que tienen de él los estudiantes. Mimi, la enfermera, ha suspendido el examen de medicina decenas de veces, y gracias a vuestras conversaciones; finalmente inca los codos y saca su ansiado título para ejercer de maestra en medicina. Los líderes de gimnasio igual. EL de agua por ejemplo lo pillamos en la lonja, o la de fantasma dobla como rapera. Hasta la trama del team Star da dos caras del conflicto. Pero no nos adelantemos.
Después de esta revelación, empecé a entender por dónde iría el juego; así que le seguía el rollo combinando líderes de gimnasio con los de las bases del team Star. Estas últimas ya he dicho que usan la mecánica de soltar al pokémon que se dé de puñiassos por nosotres. Tras derrotar a las masillas, toca un combate contra el jefe. Pero no sólo luchamos contra este, también un nuevo pokémon en forma de motor, cuyo tipo cambia en base al tipo del líder (fuego, lucha, hada, veneno y siniestro). Combina lo que sería parte de las dos rutas anteriores. Cuando liquidamos al líder, el campamento base es liberado, como una base de los Farcry de Ubisoft. Luego de derrotar a todos, te enterás de la razón detrás y… Lo siento pero es el motivo más estúpido imaginable. Son abusones que fueron abusados en el pasado y se juntaron porque el sistema educativo les falló. Entre este argumento, la implicación del director actual, los pokémon motorizados decorados, el rollo de la banda Star… No sé si soy yo, pero me recordó a una historia de un manga que pudo tener popularidad en los 70 u 80. Rebeldes sin causa abandonados por el sistema educativo que se hacen moteros y siembran el terror entre sus excompis de escuela… Suena casi a una versión aguada del manga original de GTO (Great Teacher Onizuka). Se siente una trama muy pasada de moda toda esta trama del instituto.
Pero bueno, ya estamos acabando. El trayecto a la liga pokémon es el último que queda por discutir. Una que, he de admitir, sin guías bajo el brazo ha dado sus buenas sorpresas, que no spoilearé. Ha sido una liga normal, un refrescante retorno a la fórmula clásica. Hecho de menos que cada gimnasio sea como en escudo y espada, tengan derecho a su propia personalidad (en especial Saguita, la campeona)… No obstante, no hay más que mirar aún hoy el estado de Escarlata y Púrpura para saber que se han hecho recortes para llegar a la fecha de salida. Y este es el mayor problema. Cada año pokémon vende, cada año hay un o dos juegos desarrollados por la misma desarrolladora. Ojala The Pokemon Company dejase descansar a esta gente un o dos años, que bien se lo merecen tras 25 escupiendo juegos anualmente sin parar. Igual así tendríamos un juego igual de divertido que el actual, con más personalidad y sin bugs (hasta las ciudades y pueblos son similares salvando que unos tienen más bares y otros tiendas).
