minireseñas — Monster Hunter Stories

Esfera
La Gran Bola
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8 min readNov 29, 2022

Podcast:

Aún recuerdo cuando salió Pokémon Colosseum y las ganas que le tenía. Jamás compré Game Cube, pero llegué a lavarle el cerebro a un chico del colegio para que lo comprase y yo pude probarlo (le hacía yo más caso que él). Era el primer juego de pokémon donde llevar a un prota por diferentes zonas, y tener encuentros aleatorios.

Lo más parecido a la fórmula de los juegos de (por aquél entonces) Game Boy, al fin en sobremesa. Aquella fantasía en la mente colmena de les pokemanáiques desde el primer Pokémon Stadium, por fin sería una realidad. Por desgracia luego no resultó ser esa fantasía RPG tan revolucionaria porque el concepto “innovación” no es algo que case bien con la pesadilla logística que es la franquicia del Mickey Mouse de los videojuegos.

Como Monster Hunter Stories, Colloseum tuvo una historia era funcional. Una narrativa que mantuviese a nuestre avatar en un perpetuo ciclo de “pueblo-misión-jefe” haciendo turismo por diferentes puntos del mundo, siendo la persona para los recados del mundo entero. Dispuestes a comerse el mundo tras salir de su exiliado pueblo, nuestre avatar debe frenar una gran amenaza. En Stories seremos un Rider, un domador de monstruos que les use a modo de monturas del World of Warcraft. En plena ceremonia de iniciación, se cuela un feyle cabezón llamado Navirou. Por circunstancias se nos acaba uniendo en calidad de nuestra voz, y en ocasiones también como nuestra “Navi” del Zelda. No es tan incordio en realidad, tiene sus momentos. Curioso que hasta este gato tenga más voz en la trama que nuestre avatar. De todos modos, el juego interesa más por su parte mecánica que narrativa.

Según la historia, los monstis (monstruos convertidos en monturas) obedecen al Rider por medio de un vínculo establecido por el mc guffin de turno, una piedra vinculante. Pero ¿Cómo consigues monstruos? El robo de huevos ha estado en Monster Hunter desde hace tiempo como misión opcional, por tanto es natural que coja esto de la saga madre, convirtiéndolo en uno de los ejes del spinoff. Supuestamente cada huevo robado de su nido, tiene unos patrones de color informando de la cría dentro. Que será como coger un huevo kinder, sin saber la sorpresa dentro. Se hecha en falta un apéndice en Stories con esta información por no echar mano de internet; a falta de un erudito en tu base que te informe de esto (como en World). Además, consta de un sistema de cría mediante genes, mucho más accesible que los Iv’s y Ev’s de Pokémon. Accesible, que no fácil de entender. Esta mecánica te permite unir dos monstruos, siendo un gen sacrificado para añadir al cartón de bingo (literalmente el bono por unir varios genes se llama Bingo) que ejemplifica en pantalla el código genético del bicho. Sinceramente ni el tutorial del juego hace un buen trabajo explicando los por menores. Innecesariamente complicado sobre todo para la audiencia a la que va destinado. Podría intentar explicarlo, pero sin referencia visual suena más complicado que la declaración de Hacienda. La versión simplificada sería el sistema de crear personas de la saga Persona, con el beneficio de que no se fusionan, sino que la menos interesante fortalece a la que te interesa.

Si World fue una entrada para jugadores de todo el planeta (servidor inclusive) al mundo de cazar bichos, puedo entender que Capcom viese esto como un intento de acercar la fórmula a les peques. World usando el estudio de los monstruos para aprender más de ellos y cazarlos de manera más eficiente, mientras Stories apela a la amistad cooperando con tu montura. El combate con estas crías a cargo de tu avatar que parece un nendoroid, es un reflejo de ello.
De primeras, el combate se diferencia lo justo de otros juegos infantiles por turnos. Se pierde el uno a uno sin camisa de las cacerías, en favor de un sistema por turnos en el que tu montura y tú peleáis codo con codo en un sistema de piedra-papel-tijera. Simplifica mucho la dinámica de los combates de pokémon con su tabla de tipos reduciendo todo a tres (poderoso, ágil y técnico). La gracia aquí es que toca usar más de dos neuronas anticipando el movimiento del rival. Si el rival usa piedra y nosotros papel, entraremos en una confrontación cara a cara. En este caso, no sólo anulas el ataque del oponente, también golpeas tú (aunque puedes llevarte algo de daño menor a pesar de ganar el cara a cara). Ambas partes también tienen comandos de ataques independientes a este trío de básico, como “magias” en un final fantasy. La pega en el caso de quién esté a los mandos, es que dichas habilidades dependen de una fuente de “maná” común llamada “vínculo”. Es el tema recurrente del juego que nos permite congeniar con los monstruos. Cuantas más contras en el pidra-papel-tijera, antes se llenará la barra de vínculo, pudiendo (tanto el avatar como la montura) emplear las llamadas “magias” tanto nosotres como nuestra montura. De ahí que la importancia de conocer los patrones del adversario. Algo muy habitual en la saga madre de les cazamonstruos. Incluso copia los reintentos limitados por misión con un sistema de corazones. Si el rival os derriba a cualquiera de los dos (rider o montura) tres veces, volveremos a un momento justo antes de la pelea. Con un sólo corazón esta vez, sólo pudiendo recuperar los otros dos durmiendo. Al contrario que en la saga de Pokémon, les jugadores no controlan el 100% el flujo del combate. Nuestra montura tendrá su propia voz y voto al decir qué ataque usar. Esta la opción de pedirle que use una habilidad ofensiva (consumiendo “vínculo”), pero sino… Ajo y agua con lo que haga el monsti.

Otro buen ejemplo de transición de un género a otro es el llamado “zurrón de batalla”. Pese a tener muchas pociones y objetos curativos, en cada combate tenemos unos recursos limitados. Muy parecido a cómo antes de cada misión, se debe salir con la bolsa preparada para cualquier contingencia (dependiendo si el monstruo tira veneno o es sensible a algún tipo de estado alterado). En nuestro paseo por el mundo da igual, los combates suelen demasiado cortos. La cosa cambia con los jefes, donde la administración de estos limitados recursos hace más interesantes las peleas. La aleatoriedad de la montura mencionada, acaba haciendo que estemos más tiempo curándonos que cooperando en combate. Siempre será el monstruo quién lleve el músuculo a las peleas, siendo nuestre avatar el encargado del multitasking curando, haciendo habilidades de apoyo u ofensivas, o simplemente atacando. Esto descompensa mucho el peso de cada personaje en batalla. Encima si se juntan 3 monstruos, la labor del avatar humano pasa a ser más support, cosa que no gusta tanto como machacar monstruos. Encima en los jefes más difíciles, si no tienes muchísima defensa tu zurrón estará compuesto exclusivamente de objetos curativos y lucharás por mantener tu barra de salud. Si tuviese al menos un personaje más en el grupo, no me importaría esto. Es lo habitual en los jefes finales, que te hagan sudar gestionando tanto ataque como defensa con los recursos a tu disposición. Mi problema es en lo descompensados que están los roles.

Curiosamente el juego tiene unos giros oscuros desde el principio con el Sasuke de la historia pierda a su madre en la segunda cinemática del juego. Otro punto es el personaje de Reverto, con el que este título explora la curiosa moral de los cazadores frente a los Riders. Cuando llegas al gremio de cazadores de este juego, la gente de la ciudad te mira mal. Los cazadores desconfían de que puedas controlar a los mismos monstruos que normalmente matan. Que luego demuestras que todo chachi pistachi, pero en estos momentos en la ciudad el juego pone en la mesa la moralidad de estos cazadores que podrían aprender algo sobre los Raiders y su convivencia. Es muy tímido, pero no es algo que esperes de un clon de pokémon y otros coleccionables de mascotas digitales. No llega a límites como Digimon Cybersleuth poniendo a peques en coma. Y hablando de momentos oscuros, también está el profesor chiflado de esta historia, la otra razón por la que he sacado precisamente Pokémon Colosseum a coalición. Este título presenta monstruos con implantes mecánicos que manipulan a monstruos adultos. El contrapunto al poder de la amistad shounen, un adulto manipulando animales que peleen en su nombre y contra su voluntad. El título, con cero sutileza para decir que eso está feo, hace uso de la amenaza del juego, la plaga negra. No se especifica su origen en la historia, más allá de ser un mal antiguo recurrente. Sin embargo, cada vez que algo es contaminado por la plaga, suele ser culpa del doctor maligno de baratillo, o en general sentimientos negativos. Menos sutil que Zack Snyder.

Monster Hunter Stories es un primer intento en traducir una saga tradicionalmente de acción a algo más calmado como el jrpg por turnos. Capcom ha cogido todo lo que ha podido traduciendo la saga, haciendo que huela como Monster Hunter, sin abrumar demasiado con ello. Por lo que he oído el éxito de World ha afectado mucho a la secuela que hace justo lo opuesto. Aprovecha que la gente ya está familiarizada con World, que usa de trampolín para refinar este spinoff. He obviado algunos elementos como siempre por no detallar todo, pero en general creo que han hecho un buen trabajo. Cierto que me gustaría más control sobre algunos elementos como qué huevos consigo del nido, el cartón de bingo que es la gestión de los genes (llamado según el juego “rito de canalización), o el tema de las habilidades de las monturas para explorar más tipos de terrenos sin perjudicar al sexteto que trate de criar (como Pokémon Sol/Luna con las monturas).

Pese a pequeños detalles, es un primer intento sorprendente, entretenido y que no sientes que se alargue demasiado (son poco más de 30h). Emplean este spinoff para expandir el universo de la franquicia de forma muy interesante. Ya ha plantado las semillas de algunos conceptos, como el uso de monstruos como armas biológicas mecanizadas, o las implicaciones morales de los cazadores existiendo los Riders que apuestan por una vida de coexistencia. O que uses a crías recién salidas del huevo para pelear con monstruos adultos. El combate tiene profundidad, pese a su apariencia simplona con el piedra-papel-tijera. Por todo, creo que Monster Hunter Stories 2 sería un primer JRPG perfecto para quienes quieran entrar en los jrpg. Lo lógico sería recomendar el que estoy reseñando, pero tiene problemas con el framerate en 3DS, y la alternativa es una versión para móviles con los gráficos en HD, pero un control espantoso. Las gallinas que entran por las que salen. De ahí que recomiende la secuela sin haberla tocado.

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Un tipo que se dedica a escribir sobre su hobby porque no hay humano capaz de aguantar su turra en la vida real.