minireseñas — Steamworld Dig
Podcast:
Soy minero el videojuego. Siendo escuetos pero así se puede definir Steamworld Dig. Somos Rusty, un robot impulsado a vapor que ha heredado una mina en el pueblo de Tumbletown.
Como el pueblo necesita recuperar actividad explotaremos la mina; de nuestro difunto tío, en busca de piedras y minerales que ayuden a revitalizar el pueblo. Conforme extraigamos minerales y piedras preciosas, subiremos a la superficie para cambiarlas por dinero a Dorothy (spoilers: prota de la secuela). Su abuelo, y otros miembros de la comunidad de Tumbletown, nos venderán algunas de las mejoras necesarias.
El título es un metroidvania; es decir, un juego de plataformas con elementos de exploración, sistema de mejoras, backtracking, etc. En esos juegos, lo importante suele ser limpiar el escenario de enemigos. Steamworld, en cambio; prioriza la exploración con las mejoras de Rusty. El jugador es libre de crear sus propias rutas por la mina, sabiendo que luego tendrá que subir por donde ha venido. Además, matar enemigos no proporciona materiales mejores o cosas así, sólo picar piedra. La exploración en busca de cámaras o cuevas ocultas, recompensa con minerales y bolas de energía, necesarias para explorar las entrañas de la herencia de nuestro tío.
La búsqueda de recursos por la mina se verá limitada por la “luz”. Un medidor que indica la cantidad de visibilidad que tendremos del entorno. A menor luz, menor visibilidad del entorno. Es una manera de obligar al jugador a salir regularmente a la superficie y vender sus minerales. Poco a poco el juego pondrá más obstáculos y las mejoras serán más caras, de modo que existe a la larga un equilibrio de riesgo/recompensa. Esto es debido a que si morimos, perdemos la mitad de la calderilla que llevamos encima. Esto sólo afecta al dinero, los minerales se quedarán en el sitio donde la espichamos, esperando ser recogidos. Suena un poco a Dark Souls, pero no es tan bruto el castigo porque sigues tu propia ruta, así que sabes exactamente por dónde vas.
El juego en sí puede parecer monótono pasadas las primeras horas, pero la paulatina exposición a nuevos elementos y el manejo de Rusty, forman una divertida experiencia que se torna más versátil y ágil con cada descubrimiento. La experimentación con las mejoras será lo más divertido. A veces nosotros mismos crearemos esos obstáculos sin querer, y deberemos pensar en cómo solucionarlo. Es tu mina, tú te puedes hacer la ruta que quieras. Por su libertad y flexibilidad, lo recomiendo a poco que os interesen los metroidvania o simplemente el steampunk.
