Bola Extra — Hollow Knight
Vamos con este maratón de juegos con el que más me recomendasteis de aquél famoso listado que mandé haya por marzo. Realmente me gustaría dedicarle su propia “mini-reseña” en condiciones, pero como ya expliqué aquí, la vida no me da para jugar a ciertos tipos de juegos en un mes. Así que menos chachara y más hollows. Ah no, que esto no se basa en la vida de Kurosaki Ichigo.
El respeto a los muertos, al pasado, al rencor, y a los remordimientos.
Este ha sido el juego más recomendado por todos en aquellos mails de marzo. Pensaba jugarlo completo antes o después por las buenas palabras que recibía de parte de todo el mundo. Ahora veo que merece cada halago.
En lugar de comenzar el texto hablando detallando el juego, creo que empezaré a hablar por lo último que hice antes de dejar el mando.
Llegué a la tumba de uno de los guerreros oníricos, al que gané para acumular más esencia. Llegué a la casa del profeta, para que este me recompensase con algo que no esperaba. Entré a unos jardines tabús para su difunta tribu, donde encontré las tumbas de varios guerreros pasados. Caídos en batalla o culpa de la locura que les consumió en vida, encontraron reposo en este jardín secreto.
Pinta a que el lore que tiene es bastante profundo por lo poco que he jugado. Aunque la base de todo ello es claramente el respeto (o no) a los difuntos. Un título muy apropiado para jugar en semana santa. Un reino que, sí como Dark Souls, ha sido corrompido por una especie de plaga que ha zombificado a la población. Una civilización y su fauna retorcidas por un misterioso fluido naranja y unos extraños parásitos (igual es otra cosa, no he acabado el juego). También recuperando el título más comparado de la década, creo que la historia se desarrolla de manera parecida. El escenario habla, pero no considero que sea TAN protagonista a la hora de establecer el contexto. Ese honor se lo llevan los espíritus, caballeros y guerreros oníricos. Los testimonios de los guerreros difuntos o en vida, opino que son los que dibujan mejor la imagen de Hallownest.
Dejando la historia al margen, el juego me ha parecido: Bien. Sin más.
Muchos de sus recursos focalizan tu atención, las habitaciones son espaciosas (cada uno diferenciado) para darte la suficiente libertad de movimiento. A esto habría que sumar que, cada cosa que haces o encuentras tiene un propósito (amuletos, enemigos, obstáculos, orugas, etc.). No es como por ejemplo en Ecclesia, dónde no siempre lo que encuentras te ayuda. En Hollow Knight sí, y pienso que de ahí viene la parte metroid- del nombre (no he jugado ningún Metroid). La exploración siempre es recompensada, aunque sea con dinero (ego) o vida (alma) con la que regenerarte. De hecho, el alma es uno de los aspectos que hacen el juego tan atractivo a los jugadores.
Habiendo matado suficiente para cosechar suficiente alma; curarse no será más que pararse y consumir una porción de lo recolectado. Creo que esto es lo que hace el juego accesible (que no fácil).
A ello añadir que es más agradecido de jugar sea larga o corta tu sesión. No es un jrpg, donde debes recordar en qué punto de la historia te quedaste. Tampoco hay riesgo de perderse (previa compra de la brújula), porque los diseñadores guían tu progresión en todo momento. Si es necesario; mirar el mapa cuenta con su propio botón, en el que vemos al personaje parado mirando su papelito. De hecho, en los puntos de guardado, (sentarse en un banco) el personaje dibuja sobre los mapas con lo nuevo descubierto (los mapas no te dejan ver TODA la región). Estas pausas las considero lo más “definitorio” (?) del juego.
Hollow Knight se enfrenta a todo. Eres un ente extraño invocado sin razón aparente (no spoilers por favor, no lo he terminado), cruzando un reino casi muerto; luchando contra deidades, monstruos y sus propios guerreros. Un ser vacío que al morir debe afrontar su remordimiento (representado como espectro negro). Conquistarlo para continuar hacia un destino incierto. Da la impresión que mecánicamente hable de la calma, la reflexión en muchos aspectos de nuestra vida. Estoy seguro que la historia apoyará esto más y más con el paso de las horas invertidas. La muerte desde luego es el tema principal; sin embargo, creo que los temas más recurrentes (en las mecánicas) son el perdón y la contemplación. Se invita a la reflexión, búsqueda de un momento en la vida para organizar los pensamientos.
Todos cometemos errores en nuestra vida. Es una putada cuando llegan. Pero encerrarnos en ellos no resolverá nada. Sin ellos tampoco aprenderíamos de la vida. A base de palos es como hemos llegado a quienes somos hoy. Igual que el chiquitín del juego. Pero quedarse sentado en el banco, llorando por el pasado no ayuda. El presente se hace mirando al futuro, con el pasado siempre en mente.
