Bola Extra— Yoku’s Island Express

¿Un pinball puede convertirse en un juego de exploración? Aparentemente… Sí.

Yoku es un escarabajo atado a una bola que hace de cartero en una isla llena de todo tipo de criaturas. Desde conejo a bichos con cara de Ditto, la isla es un gran mapa poblado de varias criaturas. Aunque lo más curioso de este juego creo que es la manera de desplazarse por el mapa.

Igual que muchos metroidvania, este juego se desarrolla en un gran mapa, en este caso una isla. Pero al contrario que otros títulos, las habitaciones no están infestadas de enemigos o proponen retos plataformeros. Yoku cambia los elementos clásicos del género como plataformas o rpg, por pinball y puzzles. Aunque creo que se entiende mejor con un ejemplo.

Al llegar a una habitación, normalmente el personaje debería escalar por plataformas prefijadas, esquivando ataques enemigos y usando sus armas; para acceder a las salidas de esa sala. En Yoku las salas son minipinball con bumpers de dos colores, cada color asignado a un botón del mando. Usando la bola que lleva nuestro insecto mensajero, le tendremos que llevar por esta especie de mini-puzzles hechos de pinballs. El objetivo habitualmente será alcanzar una serie de piezas moradas que abrirán el paso a nuevos mapas o la salida de esa habitación. En las zonas entre una y otra podremos encontrar habitantes de la isla con sidequest que nos darán una recompensa: Fruta.
El dinero que desbloqueará accesos a nuevos puntos es esta fruta en burbujas que puede encontrarse en cualquier parte. Incluso podemos romper jarrones con nuestra poderosa corneta (Gondor style), obteniendo de ahí algunas piezas de fruta extra.

De todo el juego, el elemento más curioso ha sido la música. En un juego como este, con una ambientación tropical, el género musical que menos me esperaría es el tecno. No es rollo discotequero — a-tope-con-la-cope, pero me esperaba temas con más instrumentos de percusión. No lo digo por ser un super-entendido en el tema, pero bueno… Me ha pillado con la guardia baja no escuchar algo rollo caribeño por la costumbre. No es un comentario negativo. Yoku hace cosas poco convencionales y la mayoría le salen bien, porque la mezcla resulta divertida. SALVO por un defecto grande. El backtracking. Básicamente el pa’quí pa’llá de toda la vida.

El backtracking se da mucho en los juegos de mundo abierto o metroidvania. Significa volver sobre tus pasos a un lugar anterior porque, por ejemplo; cuentas con un nuevo poder que te permite subir a esa plataforma que al principio no pudiste acceder. Casos de este Rogue-vania como Hollow Knight compensan esto con un mapa conectado por varios puntos y un “dash” que puedes usar ilimitadamente (si estás en el suelo). El problema aquí es que sus pinball no están pensados para hacer esto. La solución que ofrece a este problema es un sistema de fast travelling que les será familiar a los fans del simio rey de Nintendo. ¿Solventa eso el problema? A medias. Aunque es posible controlar el punto en el que queremos bajarnos, apuntando el barril hacia abajo; algunas zonas del mapa requieren recorrer a la inversa esas salas de pinball. Especialmente si se pretende completar alguna side-quest u obtener fruta extra.

Al ser el juego más corto de la lista, me reservo más detalles sobre el juego, por dejar alguna sorpresa. En definitiva, es un juego muy arcade ideal para los pequeños por su estilo colorido, naif y la falta de texto. Sí, lo hay; pero la cámara deja claro a dónde llevar al bichejo. Así los más pequeños pueden disfrutar viendo como de repente sale un montón de fruta colorida gracias a sus jugadas. Algo parecido a lo que hacen los freemiun hoy en día, pero sin ponerte obligarte a pasar por caja para avanzar.

Yoku’s Island es un juego corto y divertido. Con suficientes puntos de guardado para dejarlo en cualquier momento y volver a él cuando se quiera. El estilo colorido y naif le dota de una identidad fuerte. Las mezclas poco convencionales que hace, suelen salir bien. Dicho esto; el movimiento por la isla puede ser un gran punto en contra ya que eres un cartero, un recadero. El movimiento en un metroidvania es crucial, por ser lo más habitual. Si ello no te quita las ganas, seguro que disfrutarás las 6 horas de duración del juego.

Pdta. Puede personalizarse la pelota que llevas. No necesariamente debes ir con una bola blanca de ping-pong.