Explosión Blackduetense

La Jeringa
La Jeringa
Published in
4 min readMar 23, 2022

Por: Barbara Molina

El pasado 23 de enero Black Dueta tuvo su concierto debut en el bar Elizalde, espacio que también acogió a Isla Escarlata por su primera presentación. Black Dueta es un dúo de música alternativa donde predominan los elementos del rhytm and blues, jazz, neosoul, canción trovadoresca, salsa y géneros cubanos. Con anterioridad se ha presentado en pequeñas presentaciones “de descarga” como en Cafetalex y Café Madrigal donde solo han estado los protagonistas: Ana Karla Recio (vocal, violín y composición musical) y Andy Despaigne “Chongo” (piano y dirección musical). Es en esta ocasión que se inclinan por un formato de banda, contando con la participación en el bajo de Carlos Hernández, Vitico “el bulla” en el drums y Talia “la del Cerro” en los coros. Este formato lo habíamos disfrutado anteriormente en el pasado Festival Indajaus auspiciado por Rapzodia, donde a pesar de su pueril desarrollo musical grupal, Black Dueta recibió gran aceptación del público.

Black Dueta fue una de las bandas que nació en cuarentena con la necesidad de explotar este malestar de la no producción musical debido a las medidas tomadas por el Covid. Karla y Chongo, amigos de la adolescencia en una de las tantas reuniones en casa de Peregrino (chiste interno entre los músicos), entre bromas y charlas existenciales (dicho por parte de los artistas en el concierto) comenzaron un proyecto que a pesar de su corta vida tienen potencial por explotar. En un breve lapsus temporal sacaron a luz varias composiciones de la manga de Karla a las que Chongo ,por su parte, hizo arreglos musicales. Sin embargo, muchas de sus creaciones han nacido por la improvisación y juego musical de los dos, dada la compenetración que ha existido, a lo mejor por la camaradería profesada. Es a partir de noviembre del pasado año que tienen una propuesta de trabajo y deciden presentarse oficialmente como dúo.

Fotos: Bárbara Molina

Las canciones del grupo son emocionales, algunas desgarradoras, otras esperanzadoras pero que transmiten con claridad los sentimientos de los artífices. “Árbol sin sol”, “Y si la luna”, “Sigo perdiendo el tiempo” e “Inevitable”, fueron algunas de las composiciones que nos acompañaron esa noche por parte de Black Dueta. Profundas y hasta cierto punto pesimistas logran la empatía de los que sufren por amor. Mientras otras avanzan a un plano esperanzador, pero sin perder este cierto orgullo, no peyorativo que nos trae Black Dueta: “Tú”, “En aras de querer” y “Déjate amar, déjate soñar”. Sus integrantes toman de referencia sus experiencias personales para crear composiciones sumamente intimistas que logran la proximidad emocional del espectador.

Entre historias, reseñas, juegos de miradas y mucha explosión musical por parte del grupo y los invitados se sucedió una serie de acontecimientos que hacen de este concierto debut de los más exitosos a nivel musical y respuesta del público que he visto, a pesar de que todavía no tienen ni un solo single en las listas musicales.

La velada contó con una selección versátil de invitados que incluía desde trovadores hasta defensores de la música popular bailable, raperos y músicos consolidados en la industria. Comenzando por Edu O´Bourke uno de los muchachos de la generación del Lennon, que a sorpresa mía y de los ahí presentes escribió un tema junto a Karla Monier durante una temporada que no pudieron coincidir por motivos profesionales y personales a pesar de haberse quitado la cuarentena. Lo curioso de esto, y lo explicaban en el concierto, fue que, a través de varias conversaciones de WhatsApp, idearon una canción romántica hasta la médula, que da cierta influencia pautada por Natalia Laofourcade, de amor sin encauzarlo en un solo tipo.

Seguido de Edu, Lester Domínguez, músico que vemos en todos lados, con trovadores y bandas alternativas tanto de cantautor como percusionista, drummer de especialidad, se sube al micrófono para darnos “Me quedo en soledad”. Canción enaltecedora de este periodo de ruptura y desamor nada más que con un mambo a capella y líneas melódicas muy atractivas. Hubo cierta seducción por parte del público auspiciada por el pasado amoroso de los intérpretes por lo que fueron momentos sumamente emocionales, además de la complicidad entre ellos.

La siguiente canción fue “Tú”, con letras como te saciaste de marcar imperfecciones, mis canciones se tornaron color gris. Este es un tema acerca del auto reconocimiento tanto introspectivo como de las situaciones atañidas y el empoderamiento personal a pesar de las grietas de la relación, aborda el cambio y las vicisitudes sentimentales al final de una relación amorosa. Las historias contadas por los integrantes de Black Dueta, saber cómo fue que se sucedieron y bajo qué presión emotiva fue creada cada canción, logró un vínculo comprensivo que conforma una conciencia colectiva respecto a los sentimientos expuestos en el concierto, acercando más al artista con el espectador.

En el caso de los raperos, Llilena Succelle (artífice encausada al medio escénico, productora musical de Ludi teatro y cantautora) y Leonard Akozta (rapero y director musical de Rapzodia) enaltecieron al público con letras rápidas y en extremos emocionales que acompañaron a “Árbol sin sol” e “Y si la luna” respectivamente. Yasdany Portillo, pianista reconocidísimo en las altas esferas de la música cubana acompañó a la vocalista en un enaltecedor bolero, formato en el que ambos se sienten cómodos, puesto no es la primera ocasión que lo hacían. Elías Daniel Abreu, pianista de profesión, además de cantante y compositor nos regaló una pequeña intervención en un solo de piano.

El concierto, colmado de invitados estelares, profesan las conexiones y el reconocimiento musical de este dúo para con otros músicos. A pesar del poco conocimiento que el público tiene acerca de este grupo, Black Dueta ha tenido una aceptación arrolladora, entre los oyentes se observaron artistas registrados en el ojo juvenil como Jota Barrios y para los conocedores del jazz, Marcos Morales (drummer). A Black Dueta le queda vereda por recorrer, sin embargo, promete, a nivel composicional, en la arreglística musical y proyección en el escenario.

--

--