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La Jeringa
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10 min readJul 2, 2021

El rol homosexual femenino en el cine de Almodóvar

Por: Barbara Molina

En las décadas de los 70s y 80s se produjo una Ola del cine de la temática LGBTQ en Estados Unidos,[1] conocido hoy como The Old Queer Cinema. Las películas de esta época se caracterizaban por ficciones donde los protagonistas se daban cuenta de su identidad sexual y cómo salían del closet. No obstante, en menor cuantía se conciben personajes de la comunidad con matices más allá de su condición sexual y con problemáticas ajenas a ella, sino que, a pesar de pertenecer a este sector, ese no es el hilo conductor del desarrollo de su historia, que es a lo que estamos acostumbrados en la contemporaneidad.

Aunque la producción visual queer de Hollywood ha tenido mayor visualidad o, mejor dicho, más reconocimiento a nivel internacional, Europa tampoco se ha quedado atrás con la inserción de personajes y narraciones queer. Es España después de 40 años bajo la dictadura de Francisco Franco (1936–1975)[2]quien a finales de los 70 y principios de los 80 (en sintonía con Estados Unidos, Reino Unido y Alemania) toma protagonismo con la movida madrileña. En esta explotan las manieras reprimidas de las pasadas décadas para dar lugar a un nuevo cine sin tapujos, en el cual se creó un espacio que daba lugar a la contracultura. Una industria cinematográfica que incluía personajes de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales que visibilizaban la nueva realidad de una juventud que después de sumida en dogmas necesitaba una revolución, incluida también la sexual.

Una de las figuras representativas de la época fue Pedro Almodóvar, quien primeramente incursionó en la música y, sin embargo, su creación artística más relevante estuvo en la cinematografía. Como consumidora del cine de autor, el director manchego[3] es de las figuras de lengua hispana que el espectador promedio reconoce por su distinguible estilo y exotismo. La mayoría de sus películas poseen historias originales[4] con personajes cargados de peculiaridades que se prenden al público. Uno de los motivos en sus films es la introducción de personajes pertenecientes a la comunicad LGBTQ: en algunas producciones de protagonistas, en otras de secundarios con un toque paradigmático, que logran robar la atención por encima de los otros actores de la película. Personajes complejos, ni buenos ni malos, con problemas que los acongojan y situaciones dramáticas más allá de tomar en cuenta su identidad sexual, como en The Old Queer Cinema.

Ilustra: Roman Alsina

La mayoría de sus producciones son abordadas desde un punto de vista posmoderno; utiliza claras referencias al kitsch, el arte pop y el punk en sus manifestaciones pueriles. En contraposición a la ola de terror impuesta por el franquismo la multiplicidad de variantes sociales es lo que mueve a la gente. El nuevo español acepta sus instintos freudianos primigenios que con anterioridad (durante el franquismo) eran considerados tabú, y Pedro los expone principalmente en sus primeras películas.

Los personajes mostrados en los años iniciales de la movida en el cine de Almodóvar son quiméricos, sin pensamientos absolutistas radicales sino dados al hedonismo, en clara referencia a lo que pasaba en ese tiempo en España y el destape que vivía la juventud. Este no buscaba causar controversia o sensacionalismo con sus producciones, sino mostrar lo que hay, tal y como es, sin censura. Por eso es común ver en sus primeras puestas, escenas báquicas en las que se llevan a cabo concursos festivos de “erecciones generales”[5] donde el premio ganador es hacer lo que se quiera con quien se quiera en la fiesta. Esto abre una puerta a lo dionisiaco y el placer bisexual, debido a que en este contexto tanto hombres como mujeres estaban ansiosos por ser elegidos por el más “virtuoso”.

Fotos: Tomadas de Internet

“Yo nunca he explotado mi homosexualidad. La gente se complica mucho la vida conmigo. Yo soy una persona muy espontánea y todo lo que he hecho, ha sido por instinto, de un modo muy directo, sin otro cálculo detrás que no fuera divertirme o trabajar en lo que quiero.”[6]

“Mis películas son de sexualidad variada…Dependerá de la historia, pero ya lo he hecho, en algunas hay homosexuales más convencionales, y (en) otras (…) son más extremos… creo que nadie se siente a escribir una historia pensando: voy a hablar de un homosexual normal.[7]

Almodóvar cuenta con una producción hasta el momento de 23 trabajos audiovisuales como director en las cuales se les da una clara visibilidad a la mujer y la comunidad LGBTQ. Pedro es un hombre homosexual que se ha dedicado a crear historias inéditas, en las cuales tienen mayor protagonismo los hombres homosexuales, los transexuales y los travestis, así como drag queens. Sin embargo, son selectivas las películas en su cine que incluyen personajes lésbicos o bisexuales; estos cuando se muestran en escena rompen y a la vez se identifican con el típico estereotipo al que estamos acostumbrados a ver en la industria.

Actualmente, pocas ocasiones (aunque aún se mantiene) las lesbianas son asociadas al rol masculino, edulcorando su estética hasta parecerse lo más fiel posible a un “hombre” heterosexual, siendo más un problema de orientación sexual que de identidad de género en estos casos. En el pasado, y desde el comienzo de su representación más explícita en la década del 80, el personaje homosexual femenino renegaba su femineidad: la chica ahombrada de pelo corto (teñido en ocasiones) vestida masculinamente[8]. Sin embargo, ha quedado esclarecido en el contexto contemporáneo que vestirse con moda masculina no define si la fémina es homosexual o no, una mujer puede ser tomboy[9] y no ser lesbiana.

La lesbiana en el cine ha sido doblemente discriminada, primero por su condición de mujer y después por su homosexualidad, eso sumado a si no eres una lesbiana con rasgos occidentales, hace que sea más tortuosa su representación en el audiovisual. El imaginario creado a través del tiempo ha ocasionado que su personificación sea (hasta cierto punto) una amenaza, debido a ser también considerada una figura “dominante” en sintonía con el patriarcado. La lesbiana moderna no necesariamente debe lucir masculina ni mantener una imagen arbitraria o algún comportamiento machista.

La figura femenina homosexual en el cine almodovareño es eclipsada en comparación con la puesta en escena de personajes gays y trans, los cuales son numerosos con apenas los tres secundarios de más de 20 películas del director. Por otro lado, la mujer heterosexual sí juega un papel primordial en su producción. Por eso, el interés que promueve este ejercicio de escritura es ensalzar la representación lésbica en el escenario del manchego, el cual es imprescindible para entender los primeros años de la movida madrileña, además de darle visibilidad a la comunidad LGBTQ, unas veces en situaciones cliché y otras con historias inverosímiles, pero siempre mostrándolo más allá de su identidad sexual. Por eso tomaré como referente los personajes de Bom, Madre Superiora y Juana, tres lesbianas con un único interés en común: su atracción por las mujeres.

Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) nos muestra a Bom, una joven músico punk (ligada en buena medida con la oleada madrileña) con un estilo peculiar, la cual termina enamorándose de una cuarentona masoquista, Luci.

Bom, a pesar de ser una mujer que cabe en el canon femenino, es decir, usa maquillaje y vestidos con colores estridentes, cae (en cierto modo) en el estereotipo de la homosexualidad femenina: todos sus amigos son hombres exceptuando a Pepi (mujer heterosexual), tiene el cabello corto en comparación con las otras chicas de la cinta, además que se muestra practicando boxeo y levantando pesas. Aparte de tener algunas maneras machistas con la que fue su novia por poco tiempo, Luci, tratándola despóticamente en ocasiones a modo de sirvienta.

Mientras avanza el film Bom confunde las actitudes de Luci, pensando que la tiene dominada tanto física como mentalmente, sin embargo, Luci decide volver con su marido. La músico resulta no ser tan dura como se vendía en los primeros instantes en términos afectivos, sino que realmente se enamora de Luci, quien solo la utiliza para satisfacer sus fantasías sexuales.

Bom, al final es el típico ente homosexual que no logra alcanzar la felicidad a través del amor carnal, sin embargo, cuenta con otro lazo afectivo: la amistad, así que nuestro final no es fatídico, sino resulta casi realista, no siempre se obtiene lo que se quiere, o en este caso, se está con quien se quiere.

Tres años después, Pedro se inclina por añadir a su repertorio otra inclusión de un personaje femenino homosexual, en este caso, más notable incluso que el de Bom, una monja con sentimientos explícitos hacia las féminas: la Madre Superiora de Entre Tinieblas (1983)

El personaje de la Madre Superiora se enamora de nuestra protagonista (Yolanda) después de verla actuar reiteradas ocasiones en un bar. Aunque a lo largo de la película nos damos cuenta que la monja de por sí tiene cierta debilidad libidinosa por las muchachas que piden ayuda al convento y tienen problemas con las drogas, siendo esta una figura materna-carnal. La apariencia de la religiosa nunca cambia, siempre se mantiene con su túnica en todo momento, son en realidad sus actos los que la ponen en evidencia como espiar lascivamente a Yolanda mientras se cambia de ropa.

El amor (no correspondido) que tiene la Madre por Yolanda pasa de ser admiración hasta tornarse enfermizo y degradante, y termina siendo traicionada por la cantante debido a sus constantes celos. Otra vez, el personaje homosexual no tiene un desenlace oportuno, en este caso, aunque tenemos esperanzas de que la Madre Superiora logre fundar una nueva orden de monjas. ¿Quién puede imaginarse a una monja homosexual? Es decir, jugar con el rol de una figura religiosa, sagrada hasta cierto punto… solamente Almodóvar.[10]

El último personaje a tratar es Juana de la película de 1993: Kika. Esta trabaja en casa de Kika como encargada de las labores de la casa, aunque en silencio siente cierta atracción por la protagonista (de nuevo con la misma historia). En la escena que Kika la maquilla y le enuncia la buena expresividad que tiene su rostro para el modelaje, Juana le confiesa que lo que realmente quiere ser en la vida es jefa de prisión para estar rodeada de mujeres todo el día. A pesar de ser un dialogo inofensivo encierra el rechazo que siente el personaje hacia los hombres después de haber sido violada innumerables veces por su hermano, el cual, tiene problemas mentales.

La atracción de Juana hacia las mujeres (a mi entender) se ve más tapizada por su pasado que por su identidad sexual. La sirvienta es una mujer traumada por las agresiones sexuales de su consanguíneo, mas no piensa en ningún momento abandonarlo a pesar de todas las malas acciones de este para con su persona.

Después de disfrutar la vasta filmografía de Almodóvar, me he quedado con ganas de más figuras femeninas con intereses sexuales homosexuales, dada la cantidad de actores masculinos que hay con esta identidad sexual en sus filmes; empero, las féminas mostradas no pueden haber sido más originales.

En estos últimos tiempos se han mostrado más roles lésbicos principales, aunque hay cierto desliz por las películas ambientadas en otras épocas (mayormente coloniales, o en los primeros años de la modernidad) que reflejan los tropiezos de los personajes femeninos. Pedro, sin embargo, refleja interlocutores diversos y reales, alejados de cualquier canon impuesto, aun si se vale de este para recrear algún aspecto.

[1] Tomo de referencia a Estados Unidos debido a la fuerza visual que tuvo la comunidad LGBTQ a nivel mundial en varios sectores artísticos, por sobre otros países.

[2] Régimen político de carácter totalitario implantado en España por el general Francisco Franco.

[3] Relativo a La Mancha, región del centro de España, o a sus habitantes, según el diccionario de Oxford.

[4] En el caso de La piel que habito está basada en el libro francés Tarántula.

[5] Escena de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), película de Pedro Almodóvar.

[6] Entrevista a Pedro Almodóvar. Tomado del ensayo El papel homosexual del cine de Pedro Almodóvar durante la movida madrileña (2005) de Spencer Silverthorne.

[7] Ibídem.

[8] Una de las protagonistas de La vida de Adele de Abdellatif Kechiche cae en este estereotipo.

[9] Chica que mantiene comportamientos “típicos” de un chico.

[10] Aunque en el próximo Festival de Cannes se va a presentar Benedetta por Paul Verhoeven.

Bibliografía

Lima, Eva Vázques. 2017. «La transexualidad en la obra cinematográfica de Almodóvar: Todo sobre mi madre.» Tesis doctoral, Madrid, España.

María Laura Gutiérrez, , Beiby Vaca Parada. 2017. «Estereotipos lésbicos en personajes cinematográficos: Monster y Kids are allright.» Aportes de la Comunicación y la Cultura no.22.

Sánchez, Laura Martín. 2015. Cultura queer en la filmografía de Pedro Almodóvar: un análisis de su producción en relación con la movida madrileña. Tesis de licenciatura, Universidad de les Illes Balears.

Silverthorne, Spencer. 2005. «El papel homosexual del cine de Pedro Almodóvar en la movida madrileña.» ensayo, Granada, España.

Varela, Javier. 2019. Mutaciones. 02 de abril. Último acceso: 20 de mayo de 2021. www.mutaciones/la.aportación.del.cine.de.almodovar.al.colectivo.LGBT.

Filmografía:

1980. Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Dirigido por Pedro Almodóvar. Interpretado por Carmen Maura, Eva Siva, Alaska.

1983. Entre Tinieblas. Dirigido por Pedro Almodóvar. Interpretado por Julieta Serrano, Marisa Paredes, Carmen Maura Cristina S. Pascual.

1993. Kika. Dirigido por Pedro Almodóvar. Interpretado por Peter Coyote, Victoria Abril, Rossy de Palma Verónica Forque.

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