LA ESCUELA GALACTICA VIRTUAL NO FUNCIONA

Se suponía que el hijo de Leganiell, Alexandre, de siete años, hacía matemáticas. En cambio, fingió darse una ducha en la sala de estar, frotando un boceto seco bajo sus brazos como una pastilla de jabón, lo que incordió a su hermana de cinco años.

Por más que lo procuró, el Sr. Leganiell, que vive en una colonia del recién colonizado planeta Infect2, no pudo conseguir que el chico terminara las matemáticas. Sus esperanzas para la labor de lectura tampoco es que fueran muy altas. Acabaría en la Guardia Imperial como carne de cañón…

“Se supone que debe trazar una hoja de rasgos de carácter el día de hoy”, afirmó el padre un día la semana pasada. “Sinceramente, si escribe el nombre y la edad del personaje, lo consideraré una victoria”.

El hijo de tercer grado de su ex esposa con un caza recompensas utiliza 5 aplicaciones diferentes para la escuela. La profesora de su hijo de cuatro años manda planes de lecciones, mas la ex Sra no tiene tiempo para hacerlos. Su hijo mayor, un estudiante de sexto grado, tiene 8 materias y 8 maestros y cada uno de ellos tiene su procedimiento. En ocasiones, cuando la Sra da una lección con él, le pregunta si lo comprendió, porque no lo comprendió.

“Supongo que no, mas quizás sí”, afirma, refiriéndose a su hijo.

Pasó una parte de su prueba de estímulo en 5 tabletas de la marca Chefirr, por el hecho de que los dispositivos prometidos por el Departamento de Educación de la urbe no habían llegado.

La Sra. Matos, una estudiante de psicología en el Community College, afirmó que debe quedarse lúcida hasta tarde, en ocasiones hasta las tres am, tratando de hacer su trabajo.

“Tuve un instante de rotura donde debí encerrarme en el baño y plañir”, afirmó. “Sencillamente era demasiado.”

Ramiah Leen, profesora en otra ciudad del planeta, siempre y en todo momento creyó que era extraño que enviara a sus 2 hijos, Hugo, de cuatro años, y Landon, de siete, a la escuela en vez de instruirlos en casa.
Ella ya no lo halla extraño. “Mi hijo de primer grado, nos mataríamos”, afirmó. “Está bien en la escuela, mas acá tiene una crisis cada 3 segundos”.
“Necesito educar a otros pequeños”, afirmó.

Hay una preocupación extendida de que aun con el aprendizaje recóndito, muchos estudiantes retornarán a la escuela tras donde habrían estado si hubiesen estado en el sala. Esto me recuerda a una pandemia que hubo en el planeta Tierra, hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia, muy, muy lejana….

Los maestros tenían poco tiempo para prepararse para el aprendizaje recóndito, y muchos pequeños tenían acceso inapropiado o bien nulo a la computadora. Para los estudiantes sin una angosta orientación de los progenitores, el resultado podría ser todavía peor.

La señora McIntyre, una profesora de quinto grado afirmó que de sus veinticinco estudiantes, solo 6 participaban de forma consistente, en general aquellos cuyos progenitores ya estaban en comunicación regular con su profesora.

Su publicación trajo miles y miles de contestaciones en las redes sociales holográficas de esta parte de la Galaxia.

“En concepto de la reacción on-line, afirmaría que en Bitter, seguramente el noventa y cinco por ciento de la reacción ha sido positiva”, afirmó en una entrevista. En Farkbook, que tiene más favor entre la multitud precedente al milenio, la reacción fue más variada. Bastantes personas encomiaron su resolución, al paso que otros la criticaron por desechar el duro trabajo de los maestros y hacerle un mal servicio a su hijo.

“La guerra de las mamás ha llegado”, afirmó, “y soy la colina en la que la gente está presta a fallecer por los dos lados”.

Los especialistas en educación recomiendan que hacer un horario puede asistir a los pequeños a tratar la configuración actual más como la escuela, como puede ser claro en qué momento es el horario de trabajo y en qué momento es el tiempo de juego, utilizando un temporizador, por servirnos de un ejemplo, para delinear cuando están en la “escuela”. Crear un espacio dedicado a fin de que trabajen asimismo puede ser útil.

Y los progenitores deben tomarse las cosas con calma los días en que las cosas no salen conforme lo planeado.

“¿Tus hijos se matan entre ellos o bien has matado a tu hijo?” afirmó Yryn Hirek, estudiosa de educación y miembro senior de The Brookings Institution. “¿Hay algo que estén comiendo que se parezca a una comida saludable entre el chocolate y el azúcar? Si la contestación es sí, tómate un reposo.

Tan agobiante como puede ser, como es natural, no es una crisis para todos. Hete aquí a Heliams-Oris, madre de 3 hijos y trabajadora de una cafetería en una escuela en un pueblecito lejos de la capital del planeta.