A ver si dormimos

“De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera …”

Lo de humilde y revolucionaria lo dejo intacto, pero el material lo cambio. La cama va a ser de acero, de(l)ikea, con barrotes, estilo sanatorio suizo en los Alpes, algo thomasmanniano, que aquí se persiguen estándares literarios altos.

Yo, antimonárquica, comparto con el emérito el gusto por las rancheras; yo, atea militante, me voy a vivir al pie de un vía crucis; yo, que pago la cuota de greenpeace pongo sábanas blancas para poder poner un chorro de lejía en la lavadora.