¡Ave María Purísima!

Hair Scarlett
La ostra resiliente
2 min readJan 22, 2018

-Sin pecado concebida.

-Buenos días, Padre.

-Buenos días, Hija. Dios te escucha a través de mi.

-Gracias, Padre, pues espero que el Señor no se ruborice.

-Hija, Él, en su infinita misericordia, sabe de nuestras miserias.

-Las suyas de usted serán pocas, Padre.

-… Si te parece procede. Espera, no. ¿Cumpliste la penitencia?

-No me impuso, Padre.

-¡Uy, es cierto! Entonces hoy tocará doble, porque entiendo que has venido de nuevo a declarar tus faltas.

-Pues no sé muy bien, eso depende. Como le dije, no sé si el Señor se ruborizará hoy por mi causa, o acaso soy algo pacata.

-Tú dirás. Te ruego que vayas al grano.

-Pues mire, Padre, que es que me he suscrito a una publicación en Medium que habla con frecuencia y franqueza del miembro viril.

-¿Y …?

-¿Y…? Creo que no le sigo, pero bueno,…, pues nada, que me río mucho, pero que igual es pecado reírse por eso.

-A ver, explícate, que creo que ya estás a punto de confesar de nuevo haber pecado por el 6º, y quien sabe si por el 9º, mira que tienes fijación.

-No, Padre, no, solo que me hace reír con cierto desprecio por lo estúpida que me resulta la manera de pensar de los hombres. Y no es cristiano minusvalorar al prójimo.

-No, no es lo que Dios espera de nosotros, así que reflexiona, pide a Jesucristo nuestro Redentor que te guíe por el camino de la caridad, y reza dos avemarías genuflexa.

-¿Mande?

-De rodillas, Hija, de rodillas.

-Pues ahora mismo lo hago, Padre.

Tras el intercambio de las fórmulas de rigor el sacerdote esperó unos minutos para salir del confesionario y emboscarse entre el suyo y el contiguo para tener visión de toda la nave, pero solo alcanzó a ver cerrarse la puerta principal.

Unos pasos acelerados permitían a una mujer alcanzar el autobús.

El olor a madera e incienso del templo se mezcló con otro perfume con las mismas notas.

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Hair Scarlett
La ostra resiliente

Collecting wtf ingredients in everyday life to cook sassy dishes. Recolectando momentos “peroquécoño” de la vida diaria para cocinar platos descarados.