Feminostra

Hair Scarlett
La ostra resiliente
2 min readSep 7, 2017

Los zapatos nuevos me han hecho una feminista en el pie.

¿No lo habéis entendido? No pasa nada, lo explico ahora mismo: oigo que una feminista es por definición un callo. Así que yo creo que esa dureza dolorosa que tengo en el pie puedo llamarla perfectamente feminista.

La argumentación se redondea con una explicación según la cual se llega a la condición de feminista por haber recibido repetidos golpes en la autoestima porque tenían más éxito con los hombres heterosexuales otras con rasgos y envolturas más acordes al canon imperante en nuestro amplio entorno sociocultural.

Ahora entiendo por qué siempre me he sentido feminista, debe estar imbricado con mi legendaria baja autoestima y el hecho de que nunca me he sentido guapa, aunque a veces con la ayuda de ese colorete con olor a albaricoque que llevo en el bolso me digan eso de qué guapa estás hoy.

Abanderada no soy, desde luego, pero que soy feminista no lo pongo en duda. Quien dice cosas que a mi me parecen barbaridades creo que agradecerá logros del feminismo como el hecho de que las mujeres que ama puedan salir solas a la calle sin que las acompañen padres, esposos, hermanos, que en su mayoría de edad puedan ser titulares de una cuenta bancaria sin necesidad de tutores con pito, que puedan elegir con quien quieren compartir su vida sin que les digan que el hijo de la familia de dos manzanas más abajo es el hombre que les conviene porque así se estableció cuando vino al mundo, que si se quedan viudas no tengan que ser quemadas en la pila funeraria, que tengan garantizado que su clítoris va a llegar al fin de sus días sin ser mutilado, que pueden lucir al sol las mechas que se acaban de poner en el pelo porque no las tienen que tapar con pelucas al estilo de Lee Avenue (NY).

Y ya que hemos citado el clítoris y vamos por la ruta del exabrupto ocurre que no a todas las mujeres les gusta que se lo soliviante el portador de un colgajo.

Incluso hay mujeres (fíjate tú por donde) que pueden elegir sus tiempos y sus momentos para hacerse concesiones de apaño estético a si mismas que de acuerdo con su vagar por la ruta heterosexual les induzca a pensar que esas armas las ayudarán a encontrar algún usuario de aparatos de esos que he mencionado arriba, y que cuando ambos quieran se podrán poner juntos a estudiar desafíos a la ley de gravedad sin que eso signifique que al día siguiente ella no tenga que reclamar una vez más que no la hagan jefa de nada por su talla 105, sino porque ella lo vale, y vale mucho.

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Hair Scarlett
La ostra resiliente

Collecting wtf ingredients in everyday life to cook sassy dishes. Recolectando momentos “peroquécoño” de la vida diaria para cocinar platos descarados.