La novia de Fronkonstin

Hair Scarlett
La ostra resiliente
2 min readMar 14, 2021

No sé qué me dirá mi mejor amigo gay de mis mechas en tonalidades frías. Me temo que su exceso de sinceridad me va a hacer sentir que he tirado el dinero a la basura.

Bueno, a ver, no del todo, en realidad es un subidón pasar cuatro horas en la pelu sin sentirte agredida psicológicamente por tu edad, o por tus gustos, o por dar tu opinión. Así de bajo está el listón.

Me han convencido de someterme a un significativo cambio en el patrón de mis mechas tras mostrarme fotos recientes en insta de la it-girl neoyorquina del momento. Pero si a it-girl le quitamos lo de girl por aquello de que acabo de cumplir 50 pues queda eso, queda IT, queda el horror.

Gastadas ya las últimas trazas de piedad conmigo misma me miro en el espejo de casa. ¡Ay!, no. Esos mechones achampañados que parten de las sienes en simetría especular no, por favor. Que sí, que la novia de Fronkonstin tiene melenas, y acaba muy contenta en la peli, pero no, no me veo. Audacias las justas. Bastante tenemos con escribir aquí cosas indebidas y con ponernos lazos rosas en las zapatillas.

Demasiadas referencias cruzadas. Secadores de mano, corrientes voltaicas, Galvani, Frankenstein, Pérez-Gellida, secadores de mano, piletas llenas de agua, electricidad, Augusto. ¿Cómo he negado con rotundidad esta misma semana mis tendencias suicidas? Secadores de mano, electrones en movimiento, accidente fortuito, pollo frito. Pero,…, un momento, a ver que me ponga las gafas de ver de cerca,…, no, no soy yo. Es ÉL quien se está relajando en un baño de espuma un sábado. Uff, ¡qué descanso! Qué profundo he respirado al saber que mis anhelos criminales serán otra cosa, pero suicidas no!

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Hair Scarlett
La ostra resiliente

Collecting wtf ingredients in everyday life to cook sassy dishes. Recolectando momentos “peroquécoño” de la vida diaria para cocinar platos descarados.