No era un bambino
En casa había una colección de discos de la Reader’s Digest, gordos como frisbees, negros como mi alma. Y también había una suerte de ley marcial, o se escuchaba lo que Aita ponía, o no se escuchaba nada.
Fue un acontecimiento comprar aquel aparato reproductor de discos que también permitía escuchar la radio, sobre todo Radio Nacional Clásica, que sigue dejándome claro que de erudita tengo poco, muy poco, a pesar de mis denodados esfuerzos por fingirlo en ciertos foros. Imagino que de vez en cuando se colaría en ese cacharro la voz de José María García, no todo iba a ser elevado.
Entonces no era consciente de la educación que se me estaba regalando. A lo más que llegaba es a poder decir “eso ya lo he escuchado yo” cuando sonaba algo que me resultaba familiar en aquellas lecciones de ballet en aquel espacio sin espejo ni barra donde mis sueños me engañaban haciéndome creer que llegaría a algo. Bueno, a algo he llegado, pero a bailarina no, vamos, más allá de lo que pueda bailar con hijo y sobri un domingo por la tarde dándolo todo hasta que me arrebata el flato.
¿Cuándo empecé a entender lo que significaban para mi alma la Tebaldi, del Mónaco y Corelli? Por cierto, es tannnn español eso de que a la mujer se le pinche el “la”. Aita no era de la Callas, era de la Tebaldi. Pero juntos fuimos de Flórez, o JDF como lo conocemos esos que babeamos con su Orfeo y babearíamos igual aunque cantara “Los cochinitos”. Aita tampoco era de Domingo, de champis y vermut de domingo sí, pero del otro no.
Más aún, ¿cuándo me di cuenta de que no era bambino sino babbino? Mira que no nos puse veces ni nada aquel video de youtube con su barítono bufo favorito. Gracias, Aita por hacer de mi una womansplainer que le cuenta a un tesoro de muchacho segoviano lo de babbino mientra se lo escucha cantar a una chica con la que jugaba de pequeña. No, no es la Tebaldi, pero a mi fichaje castellano no le importa, y como me ha tomado aprecio me perdona que me tire el moco contándole que el aria no es una nana, sino un homenaje al matrimonio por amor.
