¿Tiene usted sudores?
Cuando la MIR de melenaza y ojos grandes me pregunta eso me cruza el fugaz pensamiento de que hay una cámara oculta. Y entonces le digo que entiendo que los de la premenopausia no son a los que se está refiriendo. Cuando me pregunta acto seguido si tengo otros síntomas le digo que tengo muy mala leche pero que, por favor, no lo refleje en el informe.
Haber tenido la suerte de que un mecanismo psicológico perverso me borre los malos recuerdos de Urgencias de Cruces me permite desplegar mi batería de chistacos, esos que nunca habría imaginado que sería capaz de esbozar antes de …
¡Cuánto ha cambiado el cuento, Caperucita! Las docs y la doc enmascarada se ponen al alimón a mirar google las tres juntas. ¿Será porque se ha establecido una corriente de sororidad al relatarles el vejatorio trato machista de un colegiado en otro centro hospitalario? Sonrío al pensar que en las horas prececentes la sororidad genética ha propiciado una charla feminista en la que Augusto y Einstein se han hecho compañeros de cama para perplejidad de una voyeur auditiva.
Cuando me dicen que la analítica muestra que no hay señales para la alarma exhalo aliviada. ¡Qué irresponsable haber perdido media hora al teléfono en un adolescente cuelgatunocuelgatu travestido de sesudos análisis de la actualidad sociopolítica mundial! Y me siento culpable por perpetrar tal acto impío al pie de aquella ventana. El acto reprobable de querer vivir. Aunque sea sin vivir en mi y con un brazo corrupto.