Proyecto final del Curso de Diseño Estratégico — Programa de Diseño de Experiencia de Usuario
Diseño Estratégico

Datos de baja sensibilidad, ¿para quién?

De la transición al cambio: manejo de datos sensibles en la comunidad trans.

Inés Rosado
La Pastora Espacial
8 min readMay 30, 2020

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Ilustración de Carlota Rosado Lázaro

Proponemos un servicio que ayude a minimizar la burocracia y la presencialidad en las diversas instituciones y administraciones a las personas transexuales que se han cambiado el género y el nombre.

Usando las bases del mañana para el diseño de hoy.

Pongamos que hablo de ella

Tiene 30 años y salió del armario con 26 como mujer trans. Fue al médico para que le diagnosticaran una enfermedad mental. Esperó dos años de hormonación para pedirle a un juez que en su DNI constaran su nombre y su verdadera identidad de género.

Imagina que, ahora que ha completado todo este proceso, le toca presenciarse ante cada administración pública y ante cada entidad privada, para que se lo reconozcan. Teniendo que exponerse cada vez a un nuevo desconocido, esperando que cada persona que tenga delante responda bien. Ahora dime:

¿No crees que debería ser más sencillo que esto?

Hay tantas transexualidades como personas

No pretendemos categorizar a nadie, y es que hay tantas transexualidades como personas. Algunas se mueven en transporte público, pero hay quienes prefieren el coche; quienes prefieren hormonarse y quienes no; están las que rompen con la norma y las que son más tradicionales; aquellas que están más cómodas con esta palabra y quienes se identifican menos con ella.

Lo que está claro es que, a pesar de ser un colectivo diverso, hay una necesidad común: el reconocimiento.

¿Y qué mayor reconocimiento hay que el que te llamen por tu nombre?

Reto de investigación: Identificar los problemas asociados a los procesos de cambio de nombre/género en España.

No podemos diseñar para otras personas sino con ellas

Este ha sido el punto de partida de esta investigación. Entender la investigación como una colaboración, exponerse para evitar que otros se expongan y generar confianza entre las partes.

Después de muchas vueltas decidimos que el guión debía constar únicamente de una pregunta, entonces lo mejor es que ésta fuera muy buena:

Me gustaría que me contaras los grandes hitos, esos momentos que se te han quedado marcados, ya sean buenos o malos, que has vivido durante el proceso de cambio de nombre.

“Tuve suerte con el chico que me atendió”

Muchas respuestas recurrentes se convierten en un patrón y un patrón fácilmente puede convertirse en un reto de diseño.

Una vez analizadas las entrevistas, observé varios puntos de dolor recurrentes: pedirle a un desconocido que rectifique tu nombre es un momento complicado, en el que la gente se siente expuesta, y en la que no se puede controlar cuál será la reacción del otro.

¿Podemos evitar estas salidas forzadas del armario? Lo que está claro es que no debería ser una cuestión de suerte.

Reto de diseño: Proponer una solución digital que ayude a personas transexuales en su proceso de rectificación de nombre.

La insoportable levedad del papeleo

Bueno, entonces una vez consigues el diagnóstico, pasas por dos años de hormonación, vas al registro civil y ya estaría hecho, ¿no?

Ni mucho menos. Después de los dos años reglamentarios de transición viene el papeleo, que no es un proceso fácil, ya que la falta de comunicación entre las administraciones públicas, se combina con las políticas internas de entidades privadas, que exigen la presencialidad y el nuevo DNI para realizar dicha rectificación.

Journey del proceso de rectificación de nombre y género

Esto supone exposición para las personas, quienes no sólo tienen que presentarse ante estas entidades, sino que también tienen que enfrentarse a ser llamadas por su antiguo nombre, salir del armario ante desconocidos y enfrentarse a ciertas preguntas entrometidas que suelen venir asociadas con la exposición.

Conociendo las dificultades que conlleva: ¿Podemos cambiar este proceso?

Diseñar es un verbo que se conjuga en futuro

Siendo consciente de las limitaciones presentes, ¿tenía sentido diseñar para el futuro?

La dichosa cuarentena trajo consigo algo que viraba el escenario a nuestro favor: la digitalización del sector público. Tras dos meses de confinamiento las administraciones públicas empiezan a plantearse la presencialidad como un requisito obsoleto.

¿Podemos aprovechar esto?

Los cimientos existen: una clave digital aceptada por la administración pública para evitar la presencialidad en ciertos trámites, un reglamento general de protección de datos común para la unión Europea y un Ministerio de Igualdad con un fuerte compromiso con la comunidad LGTBQ+. Solo era cuestión de articularlos.

Datos de baja sensibilidad pero ¿para quién?

Ilustración de Carlota Rosado Lázaro. Guión de Inés Rosado.

Nos encontramos que la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal) entiende los datos con distintos grados de sensibilidad dependiendo de su contenido. El nombre se entiende como un dato de baja sensibilidad, ¿pero para quién?

Podemos argumentar que el nombre es un dato distinto, según la circunstancia en la que se obtiene.

Y si protegemos tanto el dato, ¿por qué protegemos menos a la persona? Quizás es hora de cambiar este paradigma.

Administración, esa vieja conocida

No es una tarea sencilla proponer un cambio en la gobernanza de los datos. El DNI, aunque nos representa, no es nuestro, es de la Administración. Pero eso no supone que no podamos usarlo.

Cada administración cuenta con su propia base de datos, que por cuestiones legales y éticas no puede cruzarse con la de otra administración. Pero todas estas tienen un común denominador: estos datos de “baja sensibilidad”.

Si solo necesitamos el DNI para cambiar las bases de datos, tanto, privadas como públicas ¿Podemos usarlo sin presenciarnos?

Digitalizando que es gerundio

Home del servicio. Ilustración de Aizhan Sarsenova.

Firma electrónica, Clave Digital, DNI electrónico, etc. Si estás cosas existen, ¿porqué no utilizarlas?

Nuestra propuesta es la siguiente: generar un servicio que facilite el proceso de cambio de nombre y género de las personas transexuales ante las administraciones públicas y entidades privadas. Que se sirva de los sistemas de identificación ya existentes de la administración pública para que se puedan realizar estos cambios sin necesidad de presenciarse.

Un servicio en el cual el encargado de los datos, y su seguridad, sea la administración pública mientras que el usuario sea el responsable.

Para ver el prototipo entero pincha 👉 aquí 👈 y recuerda, es para ordenador.

El negocio: de la hibridación a la licitación

La alianza es el punto de partida de este modelo de negocio: aliarse con lo público para poderse aliar con lo privado.

A través del Ministerio de Igualdad, proponemos crear un prototipo funcional que teste el sistema con un segmento relativamente pequeño: personas transexuales que han rectificado su nombre y su género en el Registro Civil.

Partiendo de la base que tanto a la administración pública como a las entidades privadas (y su responsabilidad social), les interesa que no se den más casos de intromisión, aunque sea legitima, de la intimidad.

De lo público a lo privado

Si bien hemos presentado un prototipo centrado en lo público, consideramos que este servicio también podría proporcionar la legitimidad necesaria para que las entidades privadas permitieran realizar la rectificación de datos sin exigir presencialidad de las personas.

Aunque es un apartado en el que necesitamos seguir investigando lanzamos una propuesta: la de servirse de una fotocopia digital compulsada, que verifique que los datos proporcionados son válidos para poder realizar estos cambios sin la necesidad de presenciarse.

De esta manera protegemos la veracidad de los datos y la intimidad del usuario.

Buscando soluciones, encontramos más problemas

Consideramos que la presencialidad como requisito para la modificación de datos es una problemática que presentan otros segmentos. Por lo que creemos que nuestro servicio es escalable a otras poblaciones.

Para aquellas personas que cambian de nombre, de dirección o de país, para quienes tienen que notificar buenas, y malas noticias. Para quienes el dato y su obtención no ha sido una tarea sencilla.

Porque, aunque haya datos que sean de baja sensibilidad no significa que se registren en momentos poco sensibles.

¿Del Ministerio de Igualdad hasta dónde podríamos llegar?

Ilustración de Carlota Rosado Lázaro.

Reflexiones éticas y su aplicación

Al comenzar este trabajo construimos un cuerpo ético como base a tener en consideración durante todo el proceso. Es por ello que se decidió que ninguna decisión tomada podía ser ajena a las normas puestas para su desarrollo.

Las cinco normas inquebrantables

  • No hablar nunca por otras personas sino generar un espacio de reflexión donde sus voces quedarán representadas.
  • Considerar las entrevistas como una conversación abierta, evitando generar un guión intrusivo.
  • La experiencia de las personas no debía ser considerada una temática.
  • Mantener un compromiso de confidencialidad con cada uno de los entrevistados.
  • Y, ante todo, evitar generalizaciones.

De la ética a la práctica

Partir desde esta premisa supuso tomar una serie de decisiones durante el proyecto:

  • No realizar este trabajo sola. Durante todo el proyecto me acompañaron, aconsejaron y guiaron varias personas trans. Quienes han sido parte fundamental para la realización de este trabajo y quienes no son citadas para mantener la intimidad que les corresponde.
  • Para este proyecto no se iba a realizar un User Persona ni utilizar citaciones en exceso. Aunque son herramientas útiles para mostrar los datos e insights pueden suponer una generalización de vivencias que son muy íntimas.
  • Mantener un compromiso de que la investigación de este proyecto estará a disposición de asociaciones LGTBQ+ con las que hemos mantenido relación durante su desarrollo.

Lo que me llevo

He tenido la inmensa fortuna de acceder a vivencias muy crudas de personas que me han contado su historia. No sólo he aprendido sobre distintas realidades, sino que me he llevado nuevas amistades en el camino.

He podido contar con distintas visiones durante todo el proyecto, he hablado con especialistas legislativos, de ingeniería, de activismo trans, y de otras áreas, que han ayudado a que este proyecto fuera lo más multidisciplinar posible.

Y he contado siempre con el apoyo de mis tutores, coordinadores y compañeros, que me han ayudado a iterar y reconsiderar cada paso tomado.

Por ello, agradecer a todas las personas que han sido parte de este proyecto.

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