Ensayo — El planeta de los simios, la importancia y el riesgo de la empatía

Steven Torres
La pluma del forastero
4 min readAug 28, 2017

Hace poco tuve el placer de ver la pelicula War for the Planet of the Apes, la cual tenía como protagonista a César, el lider de los simios en una trama que me pareció muy interesante.

Los humanos están enfermos y uniendo sus últimas fuerzas para luchar contra los simios un grupo que cada vez se hace más poderoso e inteligente.

O también podemos resumirla de otro modo:

Un grupo de simios intenta sobrevivir al acecho de los humanos en las profundidades del bosque, mientras las fuerzas humanas los acorralan más y más, los simios se ven obligados a luchar en una guerra que no quisieron.

Sea cual sea la visión que tengamos, hay algo que nos queda muy claro: existen dos lados de la historia.

César, el simio que aprendió empatía

Durante el transcurso de las películas de El planeta de los Simios, se nos presenta a César como un simio con un intelecto alto y que, gracias a este y al ser criado en un ambiente relativamente bueno, ha aprendido la empatía y compasion.

Es una de sus principales características, y la que siento que deberíamos tener todos nosotros.

Nuestra vida sería diferente si nosotros nos pusieramos del lado de la otra persona, del otro bando, y veamos el otro lado de la historia.

César es un simio que entiende que los humanos no somos solo unos villanos, entiende que aunque hagamos acciones reprochables a veces, tenemos intenciones buenas. Sabe que es importante no solo ver las cosas desde afuera, sino ver por qué una persona haría dichas acciones, tal vez está asustado, tal vez solo quiere sobrevivir también al igual que tú, y esto es, en resúmen, de lo que se trata la empatía.

Usualmente los problemas entre personas, companeros de trabajo, amigos, pareja, por decir algunos, se dan porque una parte no entiende a la otra, o lo que es peor, no quiere entenderla, es en ese momento cuando surgen malentendidos, discusiones y peleas o en el caso de la película: una guerra.

Es muy importante sentir cómo se sentía esa persona al momento de decir eso que nos pareció en ese instante un insulto, sentir sus razones como si fueran las nuestras, intentar comprenderlas un poco y tener la disposicion de ayudarlas a cambiar ese pensamiento, sobre todo si es una persona importante para nosotros. Si la otra persona entiende y se deja ayudar además de ayudarnos a nosotros también a resolver nuestros sentimientos, entonces todo andará maravilloso.

Pero, qué sucede si esa persona no quiere cooperar?

La guerra

En la película, a pesar de los constantes asedios humanos, César decide seguir huyendo con su tribu, luchando solo cuando sea necesario y para proteger a los que para él son importantes, su familia y su gente.

Los humanos logran encontrar el escondite de los simios, y deciden realizar un ataque nocturno, asesinando a cuantos simios vean a su paso, mientras César y los guardianes intentan defender la guarida a toda costa en todos los frentes.

Cuando el ataque termina César regresa para encontrar una imagen que no esperaba ni en sus más terribles sueños, ver a su familia asesinada. Su esposa e hijo yacían sin vida en el suelo, junto con los cadáveres de muchos simios que juró proteger y que sobre todo, confiaban en él.

Ante esto, siendo el lider de ésta tribu, toma una decision que guía el resto de la película hasta su resolución: César decide luchar en la guerra.

Pero qué hacer cuando eres empático con una persona que no es empática contigo?

Así como sucedió con César, nosotros debemos defender nuestra integridad si está siendo atacada. El ser empático con una persona, no significa que le daremos a esa persona la disposición de hacer con nosotros lo que quiera, sobrepasando nuestros derechos o nuestros sentimientos.

Podemos extenderle la mano pero si nos responde con un golpe, no podemos quedarnos de brazos cruzados.

Nosotros somos la suma de lo que logramos, no de lo que pretendemos y, asi tengamos intenciones buenas, si la otra persona no las valora, lo mejor será asegurarnos que nuestra integridad no quede comprometida.

Podemos ser tan buenos como queramos, pero nunca estar completamente comprometidos a siempre actuar amablemente frente a alguien que con nosotros es hostil.

Y he ahí la gran tragedia de la película y de nuestra vida: estamos, al igual que César, obligados a luchar una guerra que nunca quisimos, para defender lo que es más importante.

Y es así porque vivimos en un mundo de humanos.

No somos perfectos. Somos irracionales, testarudos y hasta a veces hirientes, pero nunca debemos olvidarnos que por sobre todas esas cosas, la empatía con una persona es una herramienta que nos puede ayudar a minimizar, o hasta eliminar conflictos en nuestra vida, aunque siempre debemos buscar ser empáticos sin sacrificar lo que es en realidad lo más importante, nuestra integridad.

César nos deja una gran lección. No es necesario ser completamente manso y pacifista para ser bueno.

El camino de la empatía, el comprender a los demás y tener buenas intenciones con las personas a nuestro alrededor son valores muy importantes para un líder y para cualquier persona sensata en el mundo, pero si no están acompañadas del valor para defenderlas, tendremos un mundo lleno de buenas intenciones y ninguna buena acción.

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