Mérida de mis amores

Ana Victoria García
La pura sabrosura
7 min readFeb 20, 2019

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Por Ana Victoria García

Hace dos años iniciamos Victoria147 en Mérida, un verdadero paraíso que me tiene obsesionada, no sólo por la belleza de sus calles y refugios naturales, sino por el talento de las mujeres yucatecas, sus proyectos me llenan de entusiasmo y me motivan siempre a regresar y conocer sus avances.

Desafortunadamente, siempre que voy de visita destino muy poco tiempo para gozar de la ciudad sin prisas, así que está vez decidí tomarme unos días adicionales para cumplir con la agenda de trabajo y además poder disfrutar y conocer con calma la burbujeante Mérida y sus alrededores.

Mis días como turista fueron tan inspiradores, que me gustaría compartirles algunos consejos y lugares que deben conocer si visitan esta ciudad:

Movilidad

Renta coche y muévete por las carreteras sin miedo. Es una gran experiencia, los señalamientos viales son claros, todo está relativamente conectado y las distancias son cortas. No tengas miedo de perderte, salirte del plan y encontrarte con lugares que no tenías programado visitar. Haz una playlist que te motive y acompañe a recorrer este territorio lleno de magia, tradición y espiritualidad.

Hospedaje

Me quedé en la Hacienda de San José en Tixkokob a 50 minutos de Mérida. Esta hacienda estuvo muchos años abandonada hasta que se restauró como hotel. Solía producir henequén y caña de azúcar principalmente, hasta que el tiempo pasó por ella y quedó olvidada. El espacio es una combinación mágica entre decadencia y lujo, donde las edificaciones imponen su majestuosidad y sus años, pero la calidad de las habitaciones y servicios, te mantienen en el presente de una manera muy cómoda. La ubicación me quedó perfecta para los lugares que visité, les cuento a continuación cuáles fueron:

Primera parada — Izamal

Izamal quiere decir “Rocío del Cielo”. Es un pueblo mágico que se pinta de amarillo (literal, los edificios y casas fueron pintadas uniformamente), aquí se combina la base prehispánica, el pasado colonial y un presente muy mexicano.

¿A dónde ir?

  • Callejonea y adéntrate en la ciudad, puedes rentar una bici para hacerlo más divertido.
  • Visita el convento de San Antonio de Padua.
  • Conoce la pirámide de Kinich — Kakmó.
  • Compra artesanías en el Centro Cultural de Izamal.
  • Come en el restaurante Kinich.

Segunda parada — Valladolid

A una hora y media de la Hacienda queda Valladolid. Otro pueblo mágico lleno de encanto, que se ha conservado muy bien a través de los años. Su arquitectura es principalmente colonial con algunos acentos modernos, que lo vuelven aún más interesantes.

¿A dónde ir?

  • Camina por el Parque Francisco Canton Rosado.
  • Visita la Avenida de los Arzobispos, hay casas muy lindas, además de galerías y cafés que te incitan a pasar y relajarte un buen rato. Tienes que entrar a Coqui Coqui, un concepto de hotel, spa y tienda de esencias que vale la pena conocer (también hay una sucursal más pequeña en el centro de Mérida).
  • Sumérgete en el cenote Zaci o en el cenote Fantasma, no es tan turístico y puedes nadar en aguas totalmente cristalinas.
  • Come y disfruta la comida tradicional yucateca en La Casona.

Tercera parada — Mérida

Mérida está llena de sorpresas, la ciudad es muy ecléctica y puedes vivir una experiencia tradicional, moderna y vanguardista, aquí hay para todos. Hay muchas y distintas Méridas, desde la parte más colonial en el Centro Histórico, hasta las propuestas más actuales de restaurantes y plazas comerciales ubicadas en el norte. La gente es un encanto, son amables y se nota que están orgullosos de sus raíces, siempre dispuestos a compartir sus tradiciones. Me dejé llevar por el ritmo de la ciudad y realmente me olvidé del tráfico, ruido y estrés de la Ciudad de México.

¿A dónde ir?

Galerías y tiendas

  • Casa tho —este concepto habita en una hermosa casa antigua ubicada en Paseo de Montejo, el espacio reúne varias tiendas de diseño, ropa y accesorios. Además, si llegas con hambre, puedes tomar una mesa en el patio central o sentarte a comer en el restaurante Guillermina. Yo paré por un agua de jamaica, lima y hierbabuena, y di un minucioso recorrido por todos los cuartos, cada uno con una personalidad distinta. Me encontré diseños de: Carla Fernández, Casa Lima, Daniela Bustos Maya, La Troupé, Nuno Tulum, Xinú, entre otros. (Las lámparas de Daniela Bustos Maya están espectaculares para decorar cualquier espacio)
  • Lagalá — Es una casa en el Centro Histórico que tiene un concept store llamado Imox que vale la pena visitar (yo compré unas macetas de “caras” increíbles y súper originales), aquí encontrarás diseños de Marika Vera y Cynthia Buttenklepper y productos de marcas como Hule, True Beauty, Wonderlab…entre otras monadas. Alberga a dos galerías y a un pequeño café llamado “Te extraño, extraño”, en donde metieron su cuchara los chefs Joaquín Cardoso y Sofía Cortina, te encantará su panadería y bebidas.
  • Algunas otras opciones para ver arte contemporáne son: Fundación de Artistas y SoHo Galleries.

Para desayunar o brunchear

  • Latte Quattro Sette — Lindo y pequeño café en el Centro Histórico con una carta enfocada principalmente en una panadería deliciosa. Te encantará su espacio iluminado y femenino.
  • Casa Lecanda — Hermoso hotel boutique que abre sus puertas para el desayuno. Impecablemente decorado y con un estilo inigualable, te recomiendo te des una vuelta.
  • Sukra — Restaurante casual y relajado sobre Paseo Montejo. Si tienes suerte puedes escuchar música en vivo mientras saboreas su comida.
  • Te extraño, extraño — Café en Lagalá que te encantará por su enfoque en los detalles. Es el lugar perfecto para hacer una parada luego de caminar por el centro.

Para comer como reina

  • Museo de la Gastronomía — Deliciosa cochinita pibil y ambiente en una casa antigua con patio al centro. Puedes observar también la ejemplificación de un pueblo maya antiguo y deleitarte con las tortillas hechas a mano y recién salidas del comal.
  • Olivia Enoteca — No te pierdas de los ñoquis sorrentino, el carpaccio de carne, el pulpo y una copita de malbec.
  • Pueblo Pibil — Es una casa linda que te transporta en el tiempo. Te recomiendo comer los papadzules de este lugar, son los mejores que he comido. También probé la sopa de antaño (fideos, frijol y jitomate), los mazapanes de pepita de calabaza y te sugiero que no cuentes las calorías y pidas unos merengues de la abuela…ya sabes lo que dicen, lo que preparan las abuelas siempre es mejor. Si te vas a lanzar en fin de semana, no olvides reservar, pues se llena.
  • Apoala —¡ Qué lujo! el ceviche de callo de hacha y pulpo es un imperdible de este lugar, así como el róbalo al vapor, son un dúo delicioso. Si vas en la noche hay un gran ambiente, la plaza se adorna y una vez a la semana hay show de ¡Bombas! y bailes tradicionales.

Un heladito para el calor

  • Casa Pipí Cucú — Más que una heladería, es un destino con un encanto muy original. Viniles, bicicletas y una decoración ecléctica, te recibirán mientras te refrescas.
  • Pola gelato — Cerca del Coqui Coqui está Pola, un lugar sencillo pero cumplidor, prueba el helado de guayaba.
  • Helados Colón — Para que no te cuenten… es la heladería más tradicional de Mérida. Échate un helado de coco.

Mérida me deja con muchas ganas de volver, de seguir descubriendo y de llenarme de la buena vibra que me provoca este hermoso y místico lugar. Mi siguiente viaje sin duda será a Celestún, Chichen Itzá y Calakmul (este último en Campeche, es la reserva natural más importante de la zona. Si tienes suerte, incluso puedes toparte con algún jaguar en el camino).

Si visitas alguno de éstos lugares, cuéntame cómo fue tu experiencia.

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Ana Victoria García
La pura sabrosura

🙋🏼Fundadora de @Victoria147org ✍️ Autora del libro “Ellas” 🎤Conferencista ⚡️Curadora de curiosidades