El Col de la Madone | Peille, Francia
Es curioso retomar está historia después de casi tres años de acontecida, la vida da muchas vueltas y no hubiera pensado que este lugar 3 años después se convertiría en mi hogar.
La primera vez que viaje a Francia conocí a Javi en un bar, fisioterapeuta con varios años viviendo en Niza, hablando de ciclismo me ofreció llevarme a explorar la región, solo necesitaba rentar una bicicleta.
Después de horas de darle vueltas en la cabeza Océane me convenció que era una oportunidad que no se presentaba todos los días. Me arme de valor y la búsqueda me llevo al Café du Cycliste, una tienda de bicicletas en el puerto viejo de Niza que su giro principal es ropa ciclista diseñada y creada en Francia, paralelamente atienden un café de especialidad, un pequeño taller y rentan bicicletas. Hice los papeleos correspondientes y esperé con ansias el día siguiente.
La región mediterránea es famosa en el ciclismo ya que muchos ciclistas pro tour hacen su pretemporada aquí.
El buen clima casi todo el año y tener los alpes como patio trasero es algo privilegiado para entrenar y la ruta que Javi propuso era el Col de la Madone de Gorbio (El paso de la virgen del Gorbio, vagamente traducido al español). Yo acepte sin saber mucho pero en el camino fui conociendo el por qué el Col de la Madone tiene un papel importante en la historia del ciclismo contemporáneo.
Este Col era el favorito de Lance Armstrong y motivo por el cual la bicicleta de Trek tope de gama en ruta fue bautizada como Trek Madone. Cuando Lance vivía en Niza era su prueba de fuego, tenia un plan de pretemporada para el tour muy definido y el objetivo era subir el puerto en menos de 37 minutos, si lo lograba él sabía que estaba listo para ganar el Tour de France.
Su mejor tiempo fue 30:45 mins. (el récord “actual” lo tiene Richie Porte con 29:40 minutos.)
El Col de la Madone se encuentra en Menton, el ultimo poblado francés antes de la frontera con Italia en el mediterráneo, la ruta son aproximadamente 60 kilometros ida y vuelta, donde recorrimos Villefranche-Sur-Mer, Èze, Monaco Roquebrune Cap-Martin para finalmente llegar a Menton.
El clima por la mañana era perfecto, húmedo fresco con un poco de neblina que ayudaba a atenuar los rayos del sol, el juego de contra luz que tuvimos todo el camino de Niza hasta Menton fue increíble.
En la subida fue mas que evidente que Javi traía más “Galleta”, tenía años siendo hombre de acero (Competidor de Ironman s) y yo venía de una etapa de máximo confort (dejando en claro que nunca he sido destacable).
Una cuesta exigente de 925 metros de altitud en 13.2 km, con el promedio en rampas de 6.92% y en algunas vueltas te encontrabas con la grata sorpresa de que esto aumentará a 12%, una carnicería.
Al final la recompensa era evidente, de un lado la vista majestuosa de los Alpes franceses y por el otro el mar mediterráneo, lastima que ese 29 de Agosto del 2017 se veía eclipsada por una neblina que cubría el mar (misma que agradecía ya que esa neblina fue de gran ayuda con el sol durante la subida)
Para finalizar volvimos a Roquebrune Cap-Martin donde pasamos a una panadería, compramos un sandwich, un refresco y procedimos a recuperar energías para el regreso.
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