La otra carta de despedida del Che a Fidel
Nota editorial de La Tizza
A continuación reproducimos; por la importancia que tiene para el pensamiento revolucionario cubano, para los desafíos del socialismo en Cuba en los tiempos que vendrán y por la necesidad de revelar la magnitud de la visión del Comandante Ernesto Che Guevara en relación con los principales temas de la política y la economía cubanas en 1965; la carta que este enviara al Comandante en Jefe Fidel Castro en marzo de 1965, publicada recientemente en el libro Che Guevara, epistolario de un tiempo.Cartas 1947–1967, Ocean Sur, México, 2019.
En rigor, constituye la otra, sino la verdadera, «carta de despedida» a Fidel y al pueblo de Cuba, luego de «haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario», donde dejó «lo más puro de [sus] esperanzas de constructor [y] un pueblo que [lo] admitió como un hijo»; y donde ya había «cumplido la parte de [su] deber que [lo] ataba a la Revolución Cubana en su territorio». «Llegó la hora de separarnos», le dice a Fidel; y aunque «tendría muchas cosas que decir[…]», no fueron dichas en esa emotiva epístola, sino en otra entregada por los mismos días y que pone de relieve el análisis del Che sobre la situación de ese momento de la Revolución Cubana y sus perspectivas y la confianza en las «cualidades de conductor y de revolucionario» de Fidel, a quien dirigía criterios, críticas y propuestas de soluciones de la mayor altura política, teórica y práctica.
La Tizza entiende que siendo el Che Guevara, y su pensamiento y acción revolucionarias, patrimonio vivo de las revolucionarias y revolucionarios de todo el mundo, en especial de Cuba; mucho más rico en la totalidad y complejidad de sus ideas, a veces difíciles de comprender a cabalidad, pero nunca contrarias a los principios; esta otra carta de despedida merece la mayor difusión posible y su estudio en la tríada que constituye junto al discurso de Argel de febrero de 1965 y la — no tan estudiada en sus esencias — carta al semanario Marcha que pasó a la posteridad con el nombre de El socialismo y el hombre en Cuba.
La carta en sí misma es un documento histórico y de estudio, no hay dudas y sin otras presentaciones ya abriría las puertas para un gran debate en nuestro país. A nuestras manos han llegado unas notas, hechas casi a vuelapluma, de parte del intelectual cubano Aurelio Alonso — quien en nuestro medio no precisa más presentación, por ser de los jóvenes que han cumplido muchos años haciendo Revolución en múltiples tareas — y que constituyen un verdadero pretexto y regalo para presentar este documento histórico. El propio Aurelio Alonso explica en una nota inicial sus ideas generales acerca de la carta y su intención de que su publicación sea un parteaguas en el estudio del pensamiento del Che entre las y los revolucionarios, en esta hora crucial para Cuba.
La Tizza abre, con esta publicación, ese espacio de discusión y debate, cuya angustiosa necesidad es ya impostergable porque, como reconociera en su momento el propio Che: «ya hemos hecho mucho, pero algún día tenemos que sentarnos a pensar».
