Filosofía marxista leninista-La Trinchera-Podcast El Solar
Llego tarde a El Solar, la rumba ya ha comenzado. Hamed me invitó hace
un rato por Twitter, pero no encuentro la dirección por ningún lado. Me encanta esto de la rumba en vivo. Soy solariega por naturaleza, tengo vicio de escuchar, vicio de temas profundos o cotidianos. Pero esto de que te inviten apura’o me desconcierta. Esto de que no sepas día, ni hora fija, me desordena.
Sé que cada solar tiene su propia dinámica, su propia vida. Cuba es mi solar favorito. Aquí to el mundo habla, opina, rumbea, “guaguanconea”. Adoro este modelo de promiscuidad participativa. Adoro seguir los podcasts cubanos.
Fotogramas del documental Nosotros, la música, 1964 de Rogelio París.
Y hoy en el segundo capítulo de El Solar, un espacio de colaboración con el proyecto La Trinchera, hablarán del cambio de nombre de la carrera de Filosofía Marxista-Leninista a… Filosofía.
En los años 90, cuando estudiaba Psicología en la Universidad de La Habana, comenzaba la guerra contra los manuales marxistas. El derrumbe del socialismo se asociaba a la vulgarización y simplificación de la base ideológica del sistema. Cuba tenía que estar a salvo, debíamos ser profundos, teníamos que beber de los clásicos. Recuerdo al ¿difunto? Felipe Pérez Roque, en aquel entonces Presidente de la FEU, en el patio de la facultad dándonos una charla sobre la inutilidad de estos textos cuando nos vio estudiando por “el Konstantinov”.
Recuerdo también cuando la profesora de Filosofía Marxista-Leninista se cayó en medio de la clase y uno de mis compañeros gritó: Caballero, se cayó el marxismo …y las carcajadas. Recuerdo mi cuaderno de notas lleno de flores y palomas para entretenerme.
Y llego a El Solar atrasada, pero con el oído listo. Esta vez sin Marx, sin Engels, sin Lenin, sin Konstantinov, sin cuaderno, sin palomas. Ha llovido mucho y Cuba, nuestro solar, está en peligro de derrumbe.
Miguel Alejandro Hayes y Hamed Toledo, el primero coordinador de La Trinchera, el segundo estudiante de Filosofía, me actualizan sobre lo que va pasando ahora mismo con los estudios de Filosofía. La noticia me tomó hace unos días por sorpresa. Finalmente, la Universidad de La Habana cambia su plan de estudios para denominar la carrera por su nombre genérico. Despojándose de apellidos, busca coherencia para los tiempos que corren.
Pero, ¿es esto un signo de cambio para la sociedad cubana? ¿Moviliza la transformación del plan de estudios y de nombre de la carrera a estudiantes y profesores? ¿están preparados los profesores y sus discípulos para ello? ¿es bienvenido el cambio? ¿qué alcance tendrá? ¿existirá un giro en la orientación del pensamiento? ¿contribuirá el novel filósofo a la creación de nuevas lógicas, a la formación de una ideología autóctona, enriquecida? ¿de qué se nutrirá? ¿podrá lograr el “nuevo” filósofo una transformación en la “política administrativa” del país? ¿llegará este cambio al resto de la enseñanza en Cuba? Y sobre la conformación de un “marxismo cubano, latinoamericano y universal” (citando a la nueva Constitución), ¿se elevará a un marxismo dinámico, revolucionario,
subversivo?
Sobre la base de estos razonamientos se mueven los inquietos pensadores de El Solar. Algo que pudiera hoy ver con escepticismo, como un cambio cosmético, porque ya pasé por los 90, crea en mí cientos de expectativas.
Lo que me gusta de entrar a este solar es el desenfado con que se abordan las cosas en serio. El decir lo tremendo desde lo cotidiano, escuchar que a Hayes lo llama su mamá en medio del podcast, o que a Hamed no le enciende la fosforera y que se le cuela el espíritu de Zaida del Río en la conversación, o que el micrófono se quedó apagado, o que alguien que pasa por allí también tendrá la posibilidad de opinar.
Sigo aquí, hablando sola al apagar la señal, rumiando con el tema, que es lo mismo que rumbear. Y grito desde mi balcón al vecindario, ¡Pero Miguel, ¿qué hace aquí Aute, si lo que lleva este podcast es Celeste Mendoza y los tambores?!
Originally published at https://www.desdetutrinchera.com on February 10, 2020.