La Iglesia estará siempre junto a la verdad y la justicia
Breves apuntes sobre lo que acontece con el Movimiento de San Isidro
Por Julio Pernús
No sé si a otros les suceda igual, pero el 2020 ha sido un año lleno de angustias; sería una inmensa pena si su culminación fuera ver convertida en un Gólgota la sede del Movimiento San Isidro (MSI) en La Habana.
Yo siento que la sociedad cubana está viviendo un momento de tensión multi-causal y, como ha escrito uno de los biógrafos del Papa, Austen Ivereigh, en las pruebas de la vida se revela el propio corazón de las personas. Si no hay diálogo entre las partes opuestas, de seguro prevalecerá el conflicto y el resultado final de este tipo de obra, suele traer consigo la muerte. Sé que en el interior del MSI está Dios, pues ya Jesús lo dijo:
Una de las muchachas que está dentro de la sede del MSI, Anamely Ramos González, es una persona decente que, hasta finales de 2019, trabajaba en el Complejo Reina, además, daba clases en el Instituto Superior de Arte (ISA); es madre de un niño y católica. Por la credibilidad de su persona, me niego a creer que todo es un montaje; de ahí que sería bueno dar a conocer a la opinión pública, por parte de las instituciones oficiales pertinentes, cuáles fueron las causas que llevaron a la detención de Denis Solís -otro miembro del MSI-, cuyo encarcelamiento ha sido el detonante de la huelga que llevan a cabo sus compañeros. Por las redes, con base en una directa (video en Facebook) que hizo el propio rapero, ha sido expuesta la opinión de quienes ven en el acto de encarcelamiento una injusticia, pero la vida enseña que un discernimiento justo en el mundo de la política, debe llevar siempre a la escucha de la otra versión de la historia.
En estos días he sido testigo de varias personas que han mostrado su descontento con la actuación de la Iglesia, al no emitir un pronunciamiento oficial sobre lo que sucede en ese barrio pobre de La Habana. El momento de tensión que vivimos en el país, sobre todo en el entramado digital, no debe llevarnos a tomarla -con expresiones hirientes- con la Conferencia Episcopal, mucho menos con el Cardenal Juan, quien de seguro estará buscando la forma más humana y efectiva de intervenir en el asunto.
Hay que dar a los obispos un voto de confianza, pues su sabiduría bebe mucho de la pastoral de la experiencia. La Iglesia, visualizada sinodalmente, sí se ha hecho presente el complejo entorno que vive la sede del MSI, pues ha sido una riqueza poder leer el criterio sólido de las religiosas, sacerdotes y laicos que han pedido respeto y comprensión hacia la vida con dignidad de los que disientan del pensamiento en el poder, algunos han realizado acciones tangibles de acercamiento, enfrentando el fantasma del miedo que recorre aquel lugar.
La verdadera Amistad Social que el Papa Francisco pidió construir a la juventud cubana, solo se logra si se borda un tejido social con la capacidad de generar respeto y diálogo entre las distintas cosmovisiones de país que existen en la nación. La peor represión que puede existir en cualquier sociedad es la que te obliga, a través de la represión con violencia física o sicológica, a vivir alineado con una sola forma de pensamiento, matando la riqueza de la otredad. Sé que pedir comprensión y valorización de las posiciones discretas de la jerarquía eclesial cubana, no debe hacerse soslayando la realidad; pero puedo asegurar a los que lean esta nota, por testimonios tangibles de sacerdotes, que los obispos están también atentos (no solo en oración) a lo que sucede en la sede del MSI y que la Iglesia estará siempre de parte de la verdad y la justicia.
Originally published at https://www.desdetutrinchera.com on November 24, 2020.