Aquí

Arturo Hernández
La ventana de Arturo
2 min readApr 10, 2020

Hay un estado de comfort que se vuelve adictivo.

Es un espacio en el que fácilmente puedes estar, pero cuesta muchísimo el irte. Porque al final no lo deseas, o eso te haces creer.

Encuentras simpatía por las cadenas, por las ideas sin sentido, por la pérdida de tiempo, por la facilidad del día a día, por la rutina.

Te vuelves un ser rutinario. Alguien que se despierta e intenta no quedar mal, poner las taches dentro de los checkboxes que el día señala y avanzar para que se perciba movimiento, pero nada más que eso, comúnmente.

Y de vez en cuando, un rayo de luz ilumina ciertas actividades, a ciertas personas. Recordándote el por qué haces esto. Lo que te hace creer que estás haciendo lo correcto. Pero eso pasa ¿una vez cada semana quizás? Y con el paso de los días, honestamente cada vez menos.

Si te preguntas, te dices a ti mismo que todo está bien. Te haces creer que no te das cuenta. Pero la mirada que tu reflejo arroja cuando te miras al espejo no miente. Puedes ignorarla, sí, ¿pero por cuánto tiempo?

Quizás el congelamiento reside en la dificultad de imaginar qué depara el futuro. Promueves la libertad desde tu jaula auto-impuesta, con el candado puesto, la chapa por dentro y la llave como un collar que adorna tu cuello.

¿Te atreverás a salir algún día? Te dices que sí, pero los minutos se acumulan y se vuelven horas, semanas, meses, años, partes de tu vida. Y quizás estás cómodo acá, tal vez siempre fue tu destino observar desde la distancia, creyendo que eres el protagonista de la película de alguien más.

O tal vez no… Pero honestamente, ¿a este ritmo lo sabrás algún día?

--

--

Arturo Hernández
La ventana de Arturo

📍Mexicano en Panamá 👨🏻‍💻 ♥️ Hablo de tech, startups, videojuegos, música pop, de escribir de vez en cuando y de leer mucho