Es tiempo de pensar
Es fácil poner nuestra mente en modo automático. Ni siquiera hay que pensarlo en este punto, sólo lo hacemos sin darnos cuenta y ya. Ocurre mientras manejamos al trabajo, sucede mientras caminamos por los pasillos del supermercado, pasa cuando estamos en la fila del banco, incluso a veces lo hacemos mientras leemos, podrías estarlo haciendo ahorita mismo tal vez.
Si leemos un poco de la teoría, descubriremos que esto se debe a que clasificamos muchas actividades como mecánicas y a veces repetitivas, por lo que se vuelve sencillo para nuestro cerebro ponerlas en un plano secundario de los procesos activos en la mente y darnos así un poco de espacio para pensar en otras cosas “más importantes”.
Sin embargo, me pregunto si a veces abusamos de ese mecanismo con el que contamos. Cuestiono si en momentos definimos que ciertas partes de nuestra vida tienen que ocurrir de forma automática y entonces las vivimos sin siquiera cuestionarnos al respecto de las mismas. Pensándolo, está bien quizás hacerlo con cosas insignificantes como sacar al perro a paser o limpiar los platos sucios del día anterior, pero ¿qué pasa cuando eventos significativos de nuestra vida, como nuestro trabajo o nuestras relaciones, entran en ese estatus? ¿Qué ocurre cuando comenzamos a ver nuestro día a día como una mancha de cotidianidad de 9AM a 5PM para pasar a otra serie de eventos repetitivos de 5PM a 10PM, hasta que llega el momento de dormir siguiendo la misma rutina?
¿Será que hacemos esto para soportar de manera más sencilla el caos natural que acarrean nuestras vidas o para distanciarnos del sufrimiento cuando las cosas simplemente no salen como quisiéramos? ¿O para alejarnos de la emoción que nos genera estar en un lugar, en un ambiente donde no somos 100% felices?
Me pregunto si nos damos cuenta del terrible daño que nos hacemos con esto. Nuestras vidas no son manchas grises sin sentido, hay un significado que cada uno de nosotros puede encontrar en nuestro día a día. La cosa es que eso es algo que solamente cada uno de nosotros puede realizar de forma individual, seguro podremos encontrar hubs donde se reúnen personas que han encontrado “el sentido”, organizaciones que tienen un propósito claro al que podemos alinearnos o individuos cuya claridad mental les permite distinguir con precisión qué buscan en la vida y qué no, pero al final, solamente nosotros somos los protagonistas en esto que llamamos nuestra vida. Y si nosotros mismos no damos ese paso, difícilmente será posible que otras personas lo hagan por nosotros.
Así que… Si hoy estás abrumad@, estresad@ o preocupad@ por tu día a día, te invito a detenerte un momento, cerrar los ojos, respirar profundamente y darte un tiempo para pensar en lo que estás haciendo y, quizás más importante, en las decisiones que no estás tomando por estar en modo automático.
