Mariposas enjauladas

La pluma durmiente
La vida en sueños
Published in
2 min readMar 17, 2016

Te siento por fuera y por dentro, pero a ratos. ¿Eres tímido? No lo sé, pero te cuesta exteriorizar. Y aunque sé que es pronto para muchas cosas, me desconcierta no saber qué camino quieres tomar conmigo.

Aún tengo mis mariposas enjauladas en el estómago, esperando poder liberarlas cuando sea el momento oportuno. Cuando esta incertidumbre se solucione, para bien o para mal.

Así soy, insoportablemente perfecta, imperfectamente feliz, inevitablemente loca pero exageradamente yo. No es tanto el tiempo que te vas a quedar, sino el tiempo que vas a estar. Porque resulta curioso pensar con cuántas personas estamos en la vida, pero con qué pocas somos.

Contigo, cada beso es una razón, y cada razón un paso para seguir hacia delante. Ojalá esto sea cierto, espero no equivocarme. Pero me gusta pensar que puedes ser tú, que puede salir bien. Pues de quedarme a un paso de lo infinito, corro el enorme riesgo de tener que dar después infinitos pasos.

Quizá los más maravilloso del amor sea el silencio. Ése en el que sobran las palabras, y sólo apetece quedarse acurrucado, porque cualquier cosa que digas no será capaz de transmitir ni remotamente el sentimiento que te recorre el cuerpo, ese bienestar, ese deseo de querer quedarse así toda la vida en esa misma postura, y dejarse llevar. Y supongo que eso es el amor, mirarse a los ojos, abrazarse y sonreír callados.

El miedo es mentiroso por naturaleza, pongamos de moda eso de quererse de verdad. No me importa tu pasado siempre y cuando tu mente esté en el presente y en el futuro. Yo no lleno vacíos, no ocupo espacios, no lleno ausencias, no apago llantos ni curo heridas. Yo solamente amo. No lo olvides.

A veces hay que pararse a escuchar a nuestro sexto sentido, que sale más barato que un psicólogo y ya de paso evitamos que coja polvo. La cercanía es preciosa, pero puede nublar la vista. Prometer un “te quiero para siempre” es inmaduro. Es mejor decir “te quiero ahora” en forma de besos lentos con fuertes latidos, y esperar que el corazón nos avise cuando nos encontremos irremediablemente enamorados.

Nada me gustaría más que ver en ti a alguien que no me necesite para nada, pero que me quiera para todo. Alguien que me haga tener la certeza de que si no eres el amor de mi vida no me equivoqué de amor, claramente me equivoqué de vida. Alguien que sea capaz de liberar mis mariposas enjauladas.

--

--

La pluma durmiente
La vida en sueños

Nos pasamos la vida intentando encontrar la cordura cuando a veces, para ser feliz, lo único que necesitas es perderla.