El Futuro
El agobio ante él nos causa una parálisis. Esa incertidumbre de lo que va a suceder nos provoca una catarsis nerviosa que nubla el juicio e inunda nuestros cuerpos con ácido agobiante.
Lo interesante es que el futuro es predecíblemente impredecible. Lo único certero es que no importa cuánto trates de prepararte, NUNCA será exactamente igual a lo que imaginabas. Esto provoca que actuemos precavidamente, ante la falsa ilusión de poder estar mejor preparados para nuestro inminente desenlace cuando los minutos pasen y él llegue.
Imagina por un momento que no existe el futuro. No tendrías agobios por el mañana o preocupaciones por lo que pudiese venir. Simplemente fluirías, sin reserva o restricciones. Solo es en el momento en el que aceptemos que lo que viene, será, que podremos disfrutar la vida.
