Nago está roto, mechas y otros cuentos
Mi principal problema con la franquicia del gordinflón rosa de Nintendo tiene nombre propio. Se llama Planet Robobot. No porque no me haya gustado, al contrario. Es porque es mi Kirby favorito. El problema es que también fue mi primer Kirby. Y eso, después de jugar a toda la franquicia, exceptuando versiones que han sido remasterizadas posteriormente y la última aventura, me produce cierto desasosiego. Tengo un vacío con respecto a Kirby y eso me entristece un poco. Al mismo tiempo, no puedo dejar de pensar que esto le ocurre a todo el mundo en mayor o menor medida. Muchos fans de la bola rellenita prefieren separar sus favoritos por épocas o simplemente su favorito suele ser Superstar, ya sea porque fue el primero o porque venían de atrás pero este fue el inicio del “core” actual de la franquicia. ¡Diantre! Hasta existe un flowchart por internet que te recomienda empezar por Superstar Ultra y tirar a partir de ahí al resto de juegos dependiendo de qué te haya gustado más o menos de este. ¡Es normal que sea un favorito de los fans! Pero para cuando me pasaron esta imagen yo ya iba por Dream Land 3, así que no es que vaya a seguir la imagen, incluso aunque fuese el siguiente de la lista.
Y es que a lo que voy es que Dream Land es una época más oscura de Kirby, en el sentido de ser una no tan popular. Kirby empezó sin poder copiar poderes y el primer juego es tan corto que hasta fue remasterizado dentro de Superstar en una de sus historias. La primera. La más pequeña. Y dos veces, también en otra de las historias. Su modo difícil. Dream Land 2 ya está algo más elaborado, añadiendo animales amigos que puedes controlar mientras llevan al rechoncho que, si ha copiado alguno de los poderes, estos realizan un movimiento único para cada uno. Lo cual… lleva a… que acabes utilizando tu combo favorito la mayor parte del tiempo porque… está roto. En el 3 este problema se ve acrecentado porque puedes subirte en ellos casi todo el tiempo. No estoy exagerando cuando digo que me pasé casi todo Dream Land 3 mientras Nago, el gato gordo, rodaba a Kirby por el suelo con el poder de fuego porque ya no solo lanzaba horizontalmente un pilar ardiendo que aniquilaba todo a su paso de un golpe, sino que además, el bicho tiene triple salto y cuernos en la cabeza. Cuernos que hacen daño a los enemigos que le caen encima. Sé que son orejas, pero también son cuernos, bajo esa lógica. Si eso no está roto, que venga Meta Knight y me mate a espadazos, especialmente en un juego donde lo único que tienes que hacer es ir de izquierda a derecha mientras aniquilas preciosos enemigos. Porque si Kirby no acaba con todo lo que encuentra a su paso, no está contento.
Poco se habla de los Dream Land, pero madre de Cometa Nova, el hype que me crearon por Superstar fue de otro mundo. Y al final me harté de jugar. Y no me refiero a que jugué un montón y me lo pasé espectacularmente. Literalmente me cansé de ese juego. No fui capaz. Fue una decepción total. Y si bien es cierto que puedes empezar a partir de aquí y según la historia que más te guste o si le harías algunos cambios a otras es probable que te gusten otras ramas de la franquicia, no termina de funcionar conmigo una serie de tramas cortas e inconexas dentro de un mismo título mezcladas con minijuegos extraños que en última instancia se juegan exactamente igual. Sí, hay algunas mínimas diferencias aquí y allá según la historia pero al final estoy haciendo lo mismo una y otra vez y el que las historias sean, como digo, cortas e inconexas, me hacen tener la sensación de que en vez de estar jugando a un juego, por largo que sea, donde hacer exactamente lo mismo una y otra vez, dependiendo del contexto, no tiene por qué ser aburrido, aquí se convierte en una pesadilla por tener la sensación de estar jugando a nueve juegos diferentes como tramas, pero exactamente iguales de jugar. Y no es que Kirby se enorgullezca de tener las tramas más complejas de la historia de los videojuegos precisamente.
Quizás estoy exagerando en lo de que sea una pesadilla, pero la falta de cohesión a nivel narrativo en contraste con las perfectas similitudes a nivel kinestético… provocaron que no me convenciera nada Superstar Ultra. Ya lo sé. Lo sé. Lo siento. Soy el mal en persona y debería arder en la hoguera. No colecciono todas las estrellitas en Dream Land 2, no me paso todos los capítulos ocultos de Wario Land 2, soy un desastre. Pero es que sencillamente el juego que, como digo, definió el “core” de la franquicia de Kirby a partir de entonces hasta hoy en día, salvando las distancias con el 2.5D, porque recordemos que aunque Ultra sea de DS, es un remake cuyo origen está en SNES, después de Dream Land 3, favorito de los fans, no me hizo clic.
Y quizás fue por haber jugado a Planet Robobot primero, pero es que por gustarme, hasta me gusta más el estilo gráfico de Dream Land 3, a pesar de… ser un pasillo donde te van arrastrando… mientras realmente Kirby no hace nada salvo cuando Nago está demasiado gordo y solo cabe la pelota rosa, irónicamente.
Esto es una queja que lleva escrita meses pero que no había publicado, porque lo consideraba eso, una queja. Pero tras releerlo tengo la sensación de que es algo normal que le ocurre día a día a muchas personas. Empezar por un título más moderno, más cómodo de jugar y atractivo a la vista, en una franquicia con un largo recorrido, y luego interesarte por el resto de su historia, para ver que en realidad todo aquello que alaban los fans de tal durante todo este tiempo, te ha decepcionado por una cosa u otra. No digo que los videojuegos, cuanto más modernos, mejores. Estoy yo misma para desestimar tal locura con mis gustos en la franquicia de Super Mario, sin ir más lejos. Pero sí que a veces ocurre. A veces un título te hace clic como ninguno y cuando la gente te dice “pues espérate a que pruebes este otro que es mi favorito” y ves que es el favorito de muchísima gente, te crea cierta expectación. Y luego la realidad es completamente distinta.
No detesto Superstar Ultra y todavía me quedan cuatro juegos de Kirby en la lista: The Amazing Mirror, Return to Dream Land, Triple Deluxe y Star Allies. Sí que detesto, por ejemplo, el “remake” de 3DS de Extra Epic Yarn. No entiendo qué les llevó a pensar que ese juego, su estructura y su ritmo necesitaban poderes. El original, sin poderes, es mejor. Bastante mejor.
Y al final no sé qué decir, no sé dónde está el problema. No sé si es porque Planet Robobot es muchísimo más nuevo, porque fue mi primer Kirby, porque es increíblemente bueno, porque Nago está roto y me rompió la experiencia de Dream Land 3 y ya estaba cansada de los juegos de Kirby para cuando me metí con Superstar Ultra, porque este último realmente no es tan bueno como título pero no deja de ser la entrada perfecta para la franquicia por su naturaleza y estructura… No lo sé, pero el caso es que le veo muchos más problemas a Superstar Ultra que cosas buenas y me resultó mucho más aburrido.
Atrás dejé, allá por el verano, lo que me había propuesto de jugar varias franquicias antiguas, especialmente de Nintendo, completas, desde el más intrincado e incómodo hasta el último que “está bien pero no es para tanto, este otro anterior era mejor”, este año, y aprender algo más de todo aquello que otrora me perdí. Que no pude experimentar. He terminado todos los Super Mario en 2D salvo el último, todos los Metroid en 2D, dos Wario Land, dos Yoshi’s Island, dos Donkey Kong Country, la mayoría de los F-Zero, dos Star Fox, intenté empezar Fire Emblem sin mucho éxito porque ya sabéis mi problema con los SRPG, aunque me lo estoy pasando muy bien con el Tres Casas… he aprendido un montón este año y todavía me queda muchísimo recorrido. Espero que sepáis perdonar este texto más personal que el de Mario y que sigáis conmigo el resto del viaje.
