223. 10 notas breves sobre los vinos y las bodas (vinos tranquilos)
Una boda es una ocasión especial por lo tanto es un excelente momento para buscar el vino adecuado.
El problema es que por querer hacerla más especial podemos tener errores graves de criterio que afectan en dos sentidos: el costo es más elevado y el vino es apreciado.
Es pésimo momento para buscar vinos demasiado complejos que incluso requieran oxigenación previa.
También para descorchar vinos que requieren cristalería específica.
O para descorchar vinos cuyo potencial se alcanza al armonizarlos con unos pocos alimentos.
Es mejor ser flexible. Pensar en un vino versátil, blancos y tintos con los que el invitado pueda pasearse por elementos generalmente presentes como una mesa de quesos y embutidos.
Es buen momento para intentar, por ejemplo, servir en vasos bien diseñados en lugar de copas.
Es buen momento para pensar en esos cocteles con vino que es casi cualquier otro escenario son una abominación.
Es buen momento para mostrar que se puede elegir un vino con el que la mayoría de los invitados se sientan cómodos, un vino amable, fácil de beber, que invite a compartir y a conversar.
Es uno de los mejores momentos para dejarse asesorar por amigos que sepan mucho se vino o hayan manejado este tema en una boda y las asesoras de enotecas y licorerías que atienden a diario estas peticiones.