238. Vino para esa “ocasión especial”

Cuando un vino se compra específicamente para una ocasión especial generalmente suceden dos cosas: o dicha ocasión nunca llega o llega una vez y hasta se repite pero el resultado es el mismo: uno se niega a descorchar la botella botella.

Esa especie de avaricia del amante del vino con algunas de sus botellas es difícil de abordar, después de todo hay vinos que necesitan tiempo de maduración para poder mostrarnos todas sus virtudes, pero también se corre el riesgo de esperar demasiado y quedar con la sombra pálida y la versión marchita de un gran vino.

Me gusta pensar más bien en términos de Sideways: si compré un vino para una ocasión especial puede que dicha ocasión especial sea precisamente descorcharlo. Y más vale tenerlo en cuenta porque la vida es absurdamente corta y debe ser triste arrastrar un arrepentimiento en un placer como el vino (he aquí, por cierto, el tema de mañana, los arrepentimientos).